14. Proyecto X.

71 5 0
                                    


Los días pasaron, y más o menos empezamos a coger el control de esos dones llamados poderes. Aprendimos que el poder mayor lo tenía la mente, y que solo podríamos controlarnos si conseguíamos controlar nuestras mentes, que fuera de cualquier explicación de cualquier cosa está el pensamiento, y que si pensábamos lo que queríamos conseguiríamos cualquier propósito, y así más o menos lo logramos, después de destrozar un poco mucho todo aquello, pero como nos mentalizamos de que las cosas a partir de ese momento habían cambiado muchísimo, sabíamos que por muchos destrozos que hubiera por arte de magia, nunca mejor dicho, se arreglaría solo, y así estuvimos ensayando horas y horas en el día entero, convirtiéndose en esa en nuestra única tarea.

Con todo el rollo nos unimos más que nunca, olvidando por completo nuestras vidas antes del punto y coma que tuvimos, prácticamente todos estábamos en nuestra versión mejorada de nuestro yo del pasado, y ya no habría nada que nos detuviera, Sam y Abi superaron la depresión, yo conseguí ver más allá de mi rebeldía humana, Osiris junto con Telmo y Naúm consiguieron sentirse integrados en la sociedad, pero ahora ya no eran parte de ella, sino de algo mejor. Y Udane, dudo que alguna vez tuviera algún fallo, pero agradezco a todos esos dioses del universo que la pusieran en mi camino, porque nos hacía falta a todos para sobrevivir.

Estábamos en el salón de actos, el Señor Jackie nos estuvo dando unas pautas de entrenamientos personales para cada uno, y de vez en cuando practicábamos en colectivo, ya que eso es lo que más íbamos a utilizar;

- Ya lo vais teniendo, pero aún os queda mucho que aprender. – dijo Jackie. – vamos a pasar a los nuevos conocimientos, es hora de poner en marcha el Proyecto X y es aquí donde os tendéis que poner a prueba para cuando os tengáis que enfrentar a los X.

Los X, así llamábamos a las estrellas malignas, digamos a los 20 componentes de las cuatro constelaciones diferentes a la nuestra. Corvus. Indus. Auriga. Cefeo. No tenían imagen de sus cuerpos humanos, ni siquiera en la zona donde habían aparecido, pero lo que sí se sabía: llevaban una X Tatuada en la nuca, que eran altamente peligrosos, y que en pocas ocasiones vestían con colores diferentes al negro, aún fuera de las visiones de Osiris los podríamos reconocer, pero solamente nosotros, y otros seres que trabajaran en ésto. X también significa Incógnita y como los desconocíamos, nos servía de doble significado.

Partimos siguiendo a Jackie, nos llevaba sin destino para esa interminable mansión, y entre tantos pasillos y habitaciones, llegamos a una sala, al parecer magnética, donde se hacían notar 4 habitaciones dentro de ella. Parecía que habíamos llegado al futuro, era todo tecnológicamente avanzado, se notaba que tocábamos las ciencias con las manos en esos momentos, era alucinante, pero supongo que deberíamos acostumbrarnos a esa vida, a ver las cosas que no se ven con los propios ojos, a poder hacer cualquier tipo de imposible porque la ciencia ya nos lo permitía, puede que hasta hubiesen inventado el teletransportador, pero vaya tontería decirlo cuando tenemos superpoderes de estos, que cualquiera podemos hacer cosas de películas, que nunca, nunca, nunca nos lo hubiéramos imaginado, y menos nosotros.

- Ahora podréis poneros a prueba, en carne y hueso, lo que será encontraros con los X. – dijo Jackie.

Las puertas de las habitaciones se abrieron automáticamente después de que Jackie pusiera una clave en un lector en el centro de la sala. Nos pusimos a observar las 4 habitaciones sin entrar en ellas para ver que se encontraba dentro, las 4 eran iguales, existía un tipo de sillón de estudio muy de alta gama con un pequeño monitor al lado y una pantalla, juraría que podría ser un proyector. El resto de la sala estaba vacío.

- Ahí tenéis las salas de visión virtual. El mecanismo es sencillo, os tomáis un caramelo de la visión, parecido a los sugus,tarda 1 minuto de reloj en hacer efecto, cerráis los ojos, y empezaréis a soñar, pero en realidad no es un sueño, estaréis conectados al monitor, y el monitor está programado para poneros las diferentes situaciones que deberéis superar, os podremos ver virtualmente por todas las pantallas virtuales proyectadas enla habitación mientras estéis echados en el sillón, lo haréis individual y colectivo, el número de personas por sesión lo elegiréis vosotros, y a partir de ahora esto será parte de vuestra rutina. – dijo Jackie.

SATURNO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora