Someday? [E D I T A N D O]

Capítulo 15

—¡¿Ya están listos?!—una voz femenina interrumpe mi sueño.

—¿Quién es?—pregunté adormilada.

—Soy Mckenzie, soy su productora, ¿Ya van a bajar al lobby? El Sr. Muschietti está muy enojado.

—¡Demonios!—grité y me giré con Wyatt.—¡Despierta Oleff! Ya es tarde—lo muevo rápido.

—¿Por qué siempre me despiertas así?—dijo Wyatt y se quedó en silencio hasta que reaccionó.—Es cierto—revuelve las cobijas y sale disparado de la cama.

—Gracias por avisarnos Mckenzie.

Nos arreglamos muy rápido, no tuvimos tiempo ni para ducharnos, así que sólo nos echamos perfume y mucho desodorante para disimular el olor, nos cepillamos los dientes y nos lavamos la cara. Bajamos lo más rápido hacia el lobby, éramos los únicos que faltaban, ya estaba Jeremy, Chosen, Finn, Jack, Sophia y Bill. Andy sólo me miraba enojado.

—Si sigues de indisciplinada voy a despedirte, te dije a las 7:30 y llegaste—mira su reloj.—media hora después. Tienes que tener más disciplina.

—Si, de verdad lo siento Sr. Muschietti, es mi culpa—dije triste.

—Bien, suban a la camioneta.

Me siento mal, no quiero perder el trabajo, por mi estúpido sueño éste proyecto está en juego, a Wyatt lo regañó a solas. Nos subimos al auto y me senté a un lado de Jaeden, al ver mis "fachas" me preguntó.

—¿Qué les pasó?—me dijo Jaeden acariciando mi cabello.

—Me quedé dormida, se supone que debía de despertar a Wyatt pero me quedé dormida—me acerqué a su lado.

—Todo está bien, aun así te ves preciosa—me sonrió y me dio un beso en la mejilla.

—¿A qué horas te levantaste?—dije curiosa.

—Pues digamos que las...6:30, ¿Por qué?

—¿Tan temprano? Bueno, debería de levantarme a esa hora—reí y me recargué en su hombro.

Eran como 2 horas de viaje para el pueblo en dónde será el escenario de la película, Andy nos regaló el libro de It para estar bien familiarizados con dicha novela, lo tenemos que leer durante el tiempo que dure el rodaje, son 1502 páginas, afortunadamente me gusta leer y no me será pesado, en cambio Jack y Finn, según sus caras al verlo no les gustará hacerlo, así que será gracioso ver su sufrimiento con ésta actividad. Llegamos al pueblo y es muy lindo, tiene un diseño bastante lindo.

—Bueno, ¡Llegamos!—advirtió Andy al salir de la camioneta.—Ya que llegamos habrá dichas reglas. Regla número 1: Nada de tecnología, el libro se ubica en la época de 1987 y claro está, no había tecnología en ese entonces, así que denme sus celulares.

—No mi teléfono—protesto Finn de forma fastidiada.

—Regla número 2—dijo ignorando la petición de Finn.— Tienen que usar bicicletas, nada de: "Sr. Muschietti lléveme al supermercado" o "Sr. Muschietti lléveme en su auto" nada de eso y por último, deberán usar ropa "ochentera". ¿Quedó claro?.

—Más que claro—le dije entregando mi celular.

Después de las protestas de los chicos nos fuimos a explorar el lugar, dijo Andy que debíamos saber cómo estaba el lugar para poder desplazarnos con facilidad. Jaeden y yo nos fuimos tomados de la mano, como siempre. Jack había llevado una cámara para llevarse recuerdos del lugar. Pasamos el tiempo y era hora de grabar, Andy nos dio los libretos, los leímos y entramos en el papel.

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Las grabaciones estuvieron bastante largas, nos tardamos alrededor de 7 horas para hacer la primera mitad de una escena pues Jack siempre se reía o Finn se le olvidaban los diálogos, nos demoramos mucho pero fue muy divertido. Jaeden tenía que actuar cómo un tartamudo, a mí simplemente me daba demasiada ternura, si realmente lo fuera, sería demasiado dulce.

Nos fuimos alrededor de las 8 de la noche, nos esperaban otras 2 horas de camino y yo aproveché para dormir. Llegamos al Hotel y Wyatt pidió una consola para que la subieran a nuestro cuarto. Jugamos Street Fighter, Smash Bros, Crash: Bash y Crash OverMutant. En una partida de Street Fighter me ganó Wyatt, yo del "enojo" dejé el control en el piso y me fui. Me ausenté por unos 2 minutos, decidí regresar pero me resbalé con el control para caer de frente contra la mesa, me golpee la cabeza y caí, Wyatt sólo carcajeó sin parar, yo moría de risa y de pena al mismo tiempo; sin embargo, me comencé a marear muy feo.

—Wyatt, me estoy mareando—mi cabeza daba vueltas hasta que todo se volvió negro.

—¡Erin!—escuché a lo lejos.