Someday? [E D I T A N D O]

Capítulo 13

—Te traje el desayuno...oh—una voz interrumpió el silencio. Sentí unas manos alrededor de mi cintura y era Wyatt abrazándome, que vergonzoso.

—¡Muévete Oleff!—grité y Wyatt se levantó de golpe.

—¿Por qué me despiertas así Erin?—se quejó.

—Te dejo aquí el desayuno...—dijo Jack con una bandeja con comida.

—Espera...Wyatt ¿Nos podrías dejar solos?.

—Claro que sí, me meteré a bañar—me guiñó el ojo.

—Jack ¿Qué ocurre? Está claro que no estás bien—dije tranquilamente.

—Estoy bien, gracias Erin, ahora, me retiro—se da la vuelta y abre la puerta. No puedo dejarlo así, azoto la puerta y lo abrazo.

—Me preocupas ¿Sabes?—lo abracé más fuerte.

—¿En serio? Tú también me preocupas demasiado, no me gustaría que nos distanciáramos—me miró con ojos cristalizados, estaba conteniendo sus ganas de llorar.

—Está bien, puedes hacerlo—lo abracé y comencé a escuchar sollozos por parte del castaño.—No nos separaremos, seremos grandes amigos, tal vez en un futuro se dé algo, pero sabes que por ahora...amo a Jaeden

—Entiendo, sólo, no te alejes de mí, no me dejes.

—Eres el mejor—le dije sonriendo y con los ojos cristalizados.

—Tú eres la mejor—ríe.

—¿Todo bien?—le limpié una lágrima de su mejilla y sonrió.

—Excelente.

Comimos el desayuno juntos en lo que Wyatt terminaba de ducharse, osea, como un siglo. Seguimos platicando y riendo, este chico de verdad es muy alegre, me siento bien de que ya no estuviera triste, ya necesitaba de sus chistes para sobrellevar el día. Se terminó de bañar Wyatt y de inmediato me metí yo, me bañe como en unos 15 minutos, salí y me arreglé. Bajamos los 3 al lobby para encontrarnos con todos.

—Hey Finn, ¿Cómo estas?—dije alegre.

—Súper bien y ¿tú?—sonríe.

—Muy bien, gracias, por cierto...le debes 10 dólares a Wyatt—reí.

—¿En serio? ¿No se pudieron esperar?—dice incrédulo.

—¿Esperar que?—se unió Jaeden.

—Nada relevante, ¿Cómo amaneciste?—le dije abrazándolo.

—De maravilla, porque iba a verte—me dio un beso en la comisura de sus labios.

—Qué asco, yo me largo—dijo Finn.

Desayunamos Jaeden y yo en una mesa para dos, me dijo lo que soñó, fue raro pero me agradó que lo contara. Me dijo que él estaba en el mar, ahogándose y que no podía salir pero que llegaba yo, lo tomaba de la mano y podía salir a la superficie. Fue muy lindo que haya soñado conmigo, es muy dulce. Me preocupaba el hecho de que Andy nos fulminaba con la mirada a Jaeden y a mí, pero no me importó porque me sentía bien con Jaeden, él me hacía sentir bien. Bajó al lobby un chico de unos 25 años, tenía una gorra, era muy alto y delgado, me intimidaba su altura, se veía que buscaba a alguien, se detuvo en nuestra mesa y se empezó a acercar, le tomé la mano a Jaeden y él sólo me miró.

—¿Jaeden Lieberher?—dijo aquél apuesto hombre.

—Sí, ¿Te perdiste Bill?—rió y saludó al hombre.—Bueno te presento a mi amiga Erin Smith, ella es genial—me señaló. Es demasiado adorable.

—Un gusto señorita—me tomó la mano y la besó.

—Eso creo ¿Bill? Un gusto en conocerte, Jaeden me dijo que serás nuestro compañero de trabajo—sonreí.

—Sí, es demasiado genial ¿no crees?.

—Demasiado—sonreí nuevamente y regresé a mi posición en la que estaba.

Hablamos del proyecto y nos contó sobre su carrera entre risas, era como nuestro sensei que nos daba consejos de la vida, en este caso, de la actuación. Se fue Bill y Jaeden me propuso algo.

—Oye Erin, ¿Te parece si vamos a explorar la ciudad?—me tomó la mano y nos dirigíamos hacía Andy.

—Me parece perfecto—susurré.

—Sr. Muschietti, ¿Podemos ir a un centro comercial? Erin quiere comprar un traje de baño y otras cosas—posó su mano sobre mi hombro.

—Pero no se tarden—me miró y dijo en español.—No se permiten las relaciones.

—Sí sr. Muschietti—contesté igualmente en español.

—¿Qué te dijo?—preguntó Jaeden y entrelazó nuestras manos.

—Nada importante—sonreí nerviosa.

Nos dirigimos a un parque que según la gente, estaba muy lindo. Jaeden no paraba de darme cumplidos y halagarme, basta, me dará una sobredosis de ternura. Llegamos a dicho lugar felices, aunque se borró nuestra sonrisa al verla, ella otra vez...