La castaña, con lágrimas en los ojos por el comentario que había dicho su amado abandonó la habitación con un dolor en el pecho. Jaeden agachó la cabeza y comenzó a llorar, hasta que un grito lo sacó de su tranquilidad.
—¡Eres un idiota!—gritó de repente su amigo rizado, se veía enojado, muy enojado.
Wyatt se levantó de golpe de la cama, aún débil. Se arrancó los cables y las intravenosas de su cuerpo para después levantarse y tratar de alcanzar a Erin, pero el brazo de su amigo lo detuvo.
—Hermano ¿Qué estás haciendo?—se apresuró a decir Jaeden mientras trataba de regresarlo a la cama pero su amigo se apartó bruscamente.
—¡Acabas de cometer una estupidez!—gritó Wyatt pero en consecuencia se mareó por el esfuerzo.
—¿De qué hablas?—contestó confundido el ojiazul.
—¡Escuché todo! ¡Maldita sea, lo arruinaste!—maldijo.—Eres un idiota al dejar a alguien como Erin, ella ha sido lo mejor que te ha pasado y deberías de creerle. Hermano nos drogaron con Ambien, ¿Crees que te haríamos algo así? ¿Qué yo lastimaría a Sophia?—vaciló.
—Lo siento...—susurró Jaeden.
—Un lo siento no va a arreglar nada.
—Hermano lo voy ir a arreglar pero debes de acostarte, estás muy débil y puedes perder las fuerzas en cualquier momento—dijo preocupado el ojiazul.
—Vale la pena por algunas personas—contestó frío.
Se dio la vuelta el rizado y se encaminó a la puerta pero un espasmo en sus piernas lo detuvo y cayó al piso, convulsionándose de nuevo. Jaeden se preocupó demasiado por su amigo, se acercó y trató de ayudarlo, aunque fue en vano pues el rizado seguía convulsionándose.
—¡Alguien ayúdeme!—gritó Jaeden.—¡Alguien ayúdeme!
Siguió llamando a alguien hasta que su compañero dejó de moverse, respiraba despacio y su pecho subía y bajaba lentamente, eso tranquilizó a Jaeden. Creyó que la tormenta había pasado pero estaba equivocado. Llegó un momento en el que el pecho del rizado dejo de moverse, dejando escapar un último suspiro lleno de dificultad de su boca y dedicando una mirada triste por parte de éste.
—¡Hermano, no me dejes!—un nudo se formaba en la garganta de Jaeden.
No recibió una respuesta.
—¡No por favor! ¡Hermano te quiero y lo siento tanto!—las lágrimas no se detuvieron y comenzaron a enjugar los ojos de Jaeden.—¡Ayuda! ¡Mi amigo está grave!
Llegaron de repente los doctores y lo recogieron, lo subieron en la camilla y lo transfirieron al quirófano, pues iban a tratar de mantenerlo a salvo. Jaeden sólo se quedó en el suelo, llorando por no haber ayudado a su amigo, se sentía culpable y encima Erin no estaba ahí para apoyarlo. Lo había arruinado y tenía que hacer lo posible por arreglarlo.
Pasó media hora y los doctores salieron del quirófano con una cara que parecía no dar buenas noticias, se acercaron a Andy y comenzaron a contarle lo que pasaba con Wyatt. El ojiazul quería escuchar que había pasado con su amigo pero no consiguió nada, hasta que después Andy reunió a sus compañeros y los dejó a la merced del doctor.
—Son amigos del joven Oleff, ¿cierto?—dijo suavemente el doctor.
—Sí, soy su mejor amiga—contestó la ojimarrón.
—Me temo que el joven Oleff...falleció al tener ausencia de intravenosa. ¿Sr. Muschietti me acompaña a llenar los papeles del cuerpo del menor?—dijo frío el doctor.
No puedo creerlo...
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Someday? [E D I T A N D O]
Fiksi PenggemarCuando ves a tu ídolo en la pantalla, sueñas con conocerlo. Erin Smith era una apasionada actriz y cuando se le presentó un proyecto junto a su celebrity crush, no lo dudó ni por un segundo. Pero no todo es miel sobre hojuelas. #3 Someday 04/07/18 ...