inexistente ➼ spencer reid

➼cuarto capítulo

Lunes dieciocho de diciembre a las 6:45 de la mañana. 

Desperté temprano, el sol golpeaba mi cara y no me dejaba volver a conciliar el sueño. Parpadee varias veces antes de bostezar, y levantarme de mi cama, mis pies tocaron el frío suelo por primera vez en el día.

Mi primer pensamiento fue el saber la hora, pensé en que me levantaría algo más tarde pero es realmente temprano, son las 6:45 de la mañana. Arreglo rapidamente mi cama, me dirijo al baño aun soñoliento y termino desayunando.

Hago todo completamente rápido, así que en unos quince minutos ya estoy sin pijama y bañado, con la misma ropa formal de siempre y mis anteojos para leer algún libro. Antes escribo algún mensaje de buenos días a Beth, esto de la tecnología no es lo mío, y hasta lo aborrezco pero en algunos casos es necesario. 

La mañana no se pasa rápido, y eso me frustra un poco. Sé que si no hago nada productivo en la mañana, no podré calmar mi ansiedad en la tarde y no dormiré bien, y en realidad no sé qué hacer, no puedo creerlo pero ahora mismo no tengo más libros que leer o releer.

Salgo de mi casa, caminando hacia algún lugar interesante pero nada me parece tan impresionante como ella. Quizás debería hacer una reservación ahora mismo, pero prefiero hacerlo con Beth, así que me devuelvo de donde vine parando en una pequeña galería de arte y observando las obras abstractas.

(...)

Son las 12:50 y voy camino hacia la escuela que trabaja mi novia, por primera vez en varios meses uso mi coche para transportarme; definitivamente es una ocasión especial. Me voy acercando a la academia mientras escucho las risillas de algunos niños, veo a Beth despidiendo con la mano a una infante desde lejos, me acerco a donde y le llamó suave su nombre.

─¡Eh, Beth! ─me sonríe cuando me ve, y yo hago lo mismo. Se acerca y abre la puerta del auto─. Hola linda, ¿cómo ha sido este día?

─Hola cariño, muy bien, ¿y el tuyo? ─se abrocha el cinturón, se acerca para besarme y luego le vuelvo a sonreír lleno de felicidad, yo conduzco hacia el lugar donde vamos a tomar té cada que podemos.

─Bien, gracias por preguntar. Algo aburrido, pero no más de allí.

Cuando llegamos al lugar, una gran fila de personas hace que podamos pasar unos 30 minutos solo para tomar dos vasos de té, ella me mira un poco inconforme al esperar y estar con tanta gente. 

Analizo la situación rapidamente y logro sacar un resultado perfecto para nuestro pequeño problema.

─¡Tengo la solución, Spence! ─me dice quitándome las palabras de la boca antes de que comunicarle mi solución─. Yo tengo una tetera en mi casa y también varios tés, ¿qué te parece ir a mi casa?

─Me encantaría: Entonces iremos directo a tu casa ─ella asiente. 

No duramos mucho en llegar allá, Loveth abre la puerta de su casa entrando ella primero y dejándome atrás a mí, un olor a frutas entra en mi fosas dejándome encantado con el diminuto espacio en que vive mi chica.

─Como puedes mirar, Spence. Mi apartamento es muy pequeño, demasiado a decir verdad, pero espero te sientas como en casa ─deja su bolso en una esquina junto al sillón─. Si quieres siéntate aquí, haré yo el té.

El té termina de hacerse, y ella se sienta frente a mí con su taza. Sé que a ella le fascina el té, pero yo prefiero el café en cualquier caso: Aunque tomarlo tampoco me desagrada, y más cuando tengo a mi chica al frente mío.

Ella ríe cuando termina de contarme cómo estuvo su día, me parece fascinante. No solo estoy enamorado de su pelo, su mirada o su sonrisa, sino estoy enamorado de cómo es, su personalidad, sus ideologías y su inteligencia: La amo concretamente y abstractamente.

─Te amo ─sale de mis labios sin pensar dos veces en lo que pasaría, siento mis mejilla arder y las de ella se ponen color carmín.

─Yo te amo más, Spencer ─una linda sonrisa se muestra en su rostro sonrojado, mirandome y tocando mi mano con suavidad.

Este amor existente, porque tiene vida y ese es el significado de existir.

existir

           1. intr. Tener vida [un ser].

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─Nota de autora:

Arriba tienen la imagen del alquiler de Beth, quitándole el balcón de afuera y el otro cuarto pequeño a la par de este.