Part.13. Nuestra guarida

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Ya era de mañana para la ahora pareja, se levantaron más temprano que Chibita para preparar el desayuno como agradecimiento, hoy era el día en que se mudarían.

Seguían algo decaídos por lo del día anterior, pero no podían evitar sentirse un poco emocionados. Tendrían un lugar para ellos solos, un lugar en el que podrían quererse sin temor alguno, ahí podrían vivir al menos un poco más tranquilos sin que nadie les diga qué hacer o los juzguen, siempre y cuando mantengan su relación en secreto de los vecinos claro está, aunque ese no sería un problema para ambos, no les gustaba involucrarse con los vecinos demasiado de todas formas.

Almorzaron junto a Chibita, que disfruto el desayuno proporcionado por ambos. Ahora que ya les había dado su regaño por "independizarse" sin planear nada, los felicito por su decisión y les deseo la mejor de la suerte para ambos.

"¡Ojalá los demás idiotas hagan lo mismo, maldición!" Exclamo Chibita mientras que Choromatsu y Karamatsu solo rieron un poco, si tan solo supiera por qué se fueron no diría eso...

Chibita se ofreció a acompañarlos a su nuevo hogar, pero ellos se negaron, dijeron que con haberlos recibido era más que suficiente para ellos. Además de que lo tomaron como preocupación por si Chibita les decía en donde vivían a sus hermanos menores.

Después de haber lavado los platos del desayuno, agradecieron enormemente por el hospedaje que les ofreció Chibita y se retiraron del lugar con sus maletas. Chibita incluso fue tan amable que los dejo bañarse en su casa, pensaron que luego como agradecimiento le invitarían una cerveza en otra ocasión.

Y así es como comenzó, ambos hermanos llegaron a su nuevo hogar después de una corta pero pesada caminata. El lugar era simple. Un pequeño complejo de departamentos baratos, pero en buen estado, todo el lugar estaba amueblado por lo que no se preocuparon por tener que comprar muebles. A pesar de que el lugar era pequeño, por dentro lucía cómodo y agradable, un perfecto lugar para vivir tranquila y simplemente.

Antes de llegar a casa, pasaron por una tienda y compraron algunos productos de limpieza, higiene, y por supuesto comida y bebidas.

Los dos entraron después de haber saludado y formalizado con la casera del lugar. Les entregaron sus llaves de su ahora casa y se aproximaron a entrar.

Tal y como esperaban era un poco apretado, pero eso no les importaba, se tenían entre ellos.

Karamatsu: ¡Mira Choromatsu! ¡Parece que hay teléfono!

Choromatsu: Oh, sobre eso, la casera dijo que las llamadas no se cobraban, solo si eran llamadas dentro de la ciudad, así que mientras respetes esa regla puedes llamar a quien quieras cuando quieras, solo que tampoco te excedas, si?

Karamatsu: ¡No te preocupes brother! ¿Tampoco es como si tuviera a alguien a quien llamar, sabes?

Choromatsu: ¡Mira! ¡La ventana da a la calle, Karamatsu-niisan! .-Dijo el menor mientras miraba al exterior mediante la ventana de la pequeña pero acogedora sala.

Karamatsu: Oh... eso significa que podemos ver si llega alguien

El tercer hermano contemplaba al segundo que estaba mirando por la ventana alegre, le hacía feliz el que se viera más contento, ayer lucía muy deprimido. Solo lo miraba sonriendo, con solo verlo era feliz.

De la nada, el menor tomó por sorpresa al segundo lanzándolo encima del sillón que se encontraba detrás de ellos.

Karamatsu: C-Choromatsu?!

El tercero seguía con su sonrisa burlona y se colocó arriba de Karamatsu, recostándose así en su cálido y acogedor pecho.

Karamatsu: Que se supone que haces, brother!?.- Dijo el mayor avergonzado.

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