kth ♡ kjs

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— Taehyung está aquí. — Aclaró la madre por tercera vez, intentando hacer reaccionar a la pelinegra que recién despertaba. — ¡Jisoo! ¡Tae está en casa! — Gritó estirando un poco el cabello de su hija, quien abrió los ojos. 

— ¿No sonó la alarma? — Fue lo primero que preguntó y miró a su alrededor. ¿Por qué no entraba luz desde la ventana? — ¿Qué hora es? 

— Son las cinco. — Murmuró Taehyung entrando, y Jisoo frunció el ceño porque ni siquiera notó cuando su mamá se fue. — ¿Desayunamos? 

— ¿Tan temprano? — Lloriqueó acurrucándose en su cama. Minutos después Tae se sentó a su lado, destapandola un poco.   

— El lugar al que quiero ir está un poco lejos. Puedes dormir en el auto de todas formas...

— ¿Mh? ¿Auto? — Curioseó totalmente sorprendida, sentándose en su cama y quedando frente a frente con el castaño. — ¿Cómo conseguiste que tu madre te prestara el auto? 

— Y...ya sabes, ella tiene una debilidad por ti. Se volvió loca cuando le dije que me dejaste tomarte fotos...— Se sonrojó, recordando la conversación que habían tenido. — Te espero abajo, compré chocolate y una tarta para comer en el camino. Apúrate. — Susurró dejando un beso en la frente de Jisoo y saliendo a paso rápido de la habitación. 

  — Ni siquiera tengo la cara lavada. — Se quejó juntando sus labios, no podría maquillarse ni arreglar su cabello como había pensando. ¿Qué pretendía Taehyung? 

Casi media hora después bajó las escaleras, se había maquillado un poco para tapar sus ojeras pero seguía sin estar conforme. Ese día se había despertado más horrible que de costumbre, pensó.

Tae estaba sentando en una de las butacas que rodeaban la mesa del comedor mientras fruncía el ceño en dirección hacia el celular.  — ¿Problemas en el paraíso? —  Bromeó Jisoo y el castaño sonrió apenas la escuchó, levantando la cabeza.

— Está todo más que bien, ¿vamos?

— Tienes que ayudarme con la ropa, Tae. ¿Estás apurado?  

— Sí, estoy un poco apurado. Y no, me encargué yo de eso. — Afirmó y tomando de los hombros de la menor, salieron de la casa.

— ¿Entraste a mi cuarto mientras yo dormía? — Preguntó un poco preocupada, porque su armario últimamente no estaba en buenas condiciones.   

— La verdad es que sí, y no esperaba que fueras tan atrevida Jisoo. —  Se burló recibiendo un codazo de parte de la más baja. — Mentira, traje de casa. Te verás genial. 

— ¿Seré tu experimento en la moda, Tae? — Esta vez fingió estar preocupada. Taehyung le abrió la puerta del auto y entró, esperando que el castaño diera la vuelta e hiciera lo mismo. Una vez dentro sintió el dulce aroma del chocolate caliente y de la tarta.

— No traje nada raro, no te preocupes. — Sonrió el contrario ubicándose y tomando uno de los vasos de chocolate, ladeó su cabeza en dirección al que quedaba y Jisoo lo tomó.

— Creo que confío en ti. — Murmuró bebiendo un poco. — No me dijiste a donde estamos yendo. — Dijo después de un rato, cuando Taehyung había puesto el vehículo en marcha ya. 

— Es una sorpresa, por eso. — Respondió y desvío un momento su mirada a la de la pelinegra, sonriendole. — Te levantaste más tranquila que de costumbre. Y linda.

— ¿Qué? — Rió y negó varias veces. — Uh, si hoy estoy más linda que de costumbre no quiero ni imaginarme como me veo todos los días. 

plus; taehyung+jisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora