Mi Nombre es Eduardo Nest, pero me conocen más como Ed. Mi oficio no tiene tiempo libre por decir así, lo bueno de esto es que tengo a mi hermana conmigo, Amber.
– Flecha – le dije, entonces unió sus manos y dejó un beso entre ellas, luego las separó lentamente y apareció una flecha de oro con punta en forma de corazón.
Sonrió y me la entregó, entonces la puse en el arco y localicé el objetivo.
Para mi suerte, el cupido anterior decidió quedarse un tiempo antes de ser polvo, me escogieron antes que a Amber entonces pude enseñarle a usar sus dones. Seguro se preguntan, cómo es que ella sabe que soy su hermano?
Pues, bien, cuando la escogieron ella recuperó su memoria original, entonces, cuando me vió lloró y me abrazó.
Localicé al chico, disparé, entonces empezó a sentir algo por una chica que odiaba (obra de Derek), lo que me gustaba de ser cupido era que podía crear amor donde ''no hay''. Porque, seamos honestos, siempre hay amor, depende de uno mismo arriesgarse a sentir.
– Esto es divertido.
La miré y estaba sonriendo, ella era muy risueña y no tenía maldad en su corazón, era la más pura entre todos, incluso Adam llegaba a odiar a los mortales de vez en cuando.
– Te gusta ser el amor?
– Mientras mi hermano sea cupido, amo esto.
– Bien, nos toca... – saqué un pergamino del estuche de flechas – Esta te va a gustar – dije sonriendo – Londres.
Ella sonrió ampliamente, le gustabas los lugares tipo Londres, Europa, Brasil, Italia, etc.
– Vamos pues, levanta ese culo chaval. – me dijo imitando el acento de los Chilenos, pues, eramos chilenos.
Al convertirte en maestro no tienes acento, como los paraguayos, ellos se pueden adaptar a cualquier acento.
Entonces me hizo una flecha y yo la lancé al suelo, abriendo un portal hacia Londres.
Entramos y estábamos en las calles, era de noche entonces todo estaba decorado con luces y tal.
-- Esos dos hacen linda pareja.
-- Amber, tienen 10 años de diferencia.
.. La virgen María tenia 14 cuando la casaron con un hombre que le doblaba la edad y nadie dijo nada.
-- Calla que Dios te escucha.
Ella hizo puchero, sonrió ampliamente y me señalo a una pareja de amigos de podría decirse 15 años a lo mucho.
Apunté y disparé.
-- Bien, terminamos por hoy.
Dije y abrí un portal en el suelo, entramos en él y fuimos a la dimensión de maestros.
-- Hola, mi vida – le dije a Muerte, quien sacó la parte blanca de sus ojos y estaban completamente negros, entonces me miró y se reflejó el alma de un asesino y todo lo que vió, muchos órganos para mi gusto.
-- Ya ya, que voy a vomitar. – dije mirando a otra parte.
Ella sonrió y volvió a lo que estaba.
-- No digo esto desde hace 234 años, pero tengo sueño.
-- ve a dormir, no se, eso es lo que hace la gente normal cuando tiene sueño. – dijo Amber con sarcasmo.
-- Pero no somos gente normal, querida hermana. – sonreí con sarcasmo y fui hacia mi casa, entré con la llave de flecha.
Subi las escaleras hasta mi habitación, deje mis cosas en un costado y me tiré en la cama. Hace 234 años que no dormía, o quizá más.
Caí en sueño luego de unos segundos.
-- Hey, Eddy. – sentí que me abrazó por detrás.
Sonreí y me di vuelta, entonces vi su rostro, era hermosa; a diferencia de mi, que no me saco la barba hace aproximadamente 2 meses. Ya parecía la imitación latina de Papá Noel.
-- Hola cariño.
Sonreí y le di un beso.
Como habran notado, con ella sonrío como el 99% del tiempo.
Se llama Monica, es 2 años menor que yo, me llegaba al mentón y llevábamos saliendo 3 años, sin ella probablemente muera, lo cual no estaba muy lejos de pasar.
Hace un tiempo le diagnosticaron cáncer, no va a tardar mucho para que su cabello caiga y se interne, pero hasta entonces, juro darle los mejores meses de su vida.
-- Donde vamos hoy? – pregunté.
-- Pues... quiero una pizza. – dijo sonriendo y mordiéndose los labios.
-- Pues vamos por una pizza entonces.
Salimos del instituto y subimos a mi auto.
Mis padres me lo compraron cuando cumplí 17, a mi hermana también, solo que es del año pasado, pero eso no es gran cosa.
Fuimos hasta su pizzería favorita, pidió su sabor favorito ¿y yo? Pues yo solo la consentía, como buen novio.
Pasamos como 1 hora ahí, hasta que ella se desmayó.
Su pulso estaba débil.
Desperté.
No sabía si llorar o deprimirme en silencio.
Salí de mi casa, Amber estaba mirando el globo terráqueo.
-- ¿Qué miras? – dije detrás de ella, se asustó.
-- Santos cielos, Ed, casi muero por tu culpa. Ah, mira, por fin despertaste.
-- ¿Cuánto tiempo dormí?
-- Pues... -- se puso a pensar.
-- un mes – dijo Verano --. Ya es hora de que vuelvas al trabajo, bello durmiente.
Espero no tener sueño en muchos años más.

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Maestros.
FantasyEn el mundo, además de mortales, ángeles, demonios, poderes, Dios, nefilims, existen maestros. ¿Qué son? Bien, ese es el tema. Mucho tiempo atrás, antes de la tecnología y luego de Adán y Eva, Dios decidió que mortales lo ayudarían con su trabajo...