Mundo Irreal (CamRen)

Capítulo 22

Narra Camila

Colapso en el suelo, me dejo caer como si el choque de mi cuerpo contra el piso fuera una acción tan insignificante, tan desapercibida para notarlo o sentirlo.

Mi suplicio no puede agrandarse por lastimarme físicamente, aunque quisiera borrar este desconsuelo inmanejable de alguna forma.

-Camila-. Exclama Simón, él se agacha y quiere abrazarme, yo le dejo.

Necesito ayuda para controlar mi respiración y el sentirme destrozada por dentro. No puedo con esta carga, es más fuerte y me está desgarrando con suma lentitud. Quisiera saber cómo, que fue lo que ocurrió, pero mi llanto se vuelve más sonoro, continúo y agrio cada que quiero imaginarme los escenarios, sus últimos gestos, sus últimas palabras, su voz.

Con las miradas de las personas curiosas de mí alrededor y en la misma posición pienso en los próximos minutos que ni siquiera hice un intento válido por detenerla.

"No debía dejarla así" me repito una y otra vez mientras el tiempo pasa. "Pude haber hecho algo más, pude negarme más".

Ignoro el dolor de mi espalda rígida y el titilar de mis piernas, no hay dolor corporal que pueda alcanzar al vacío enorme de mis emociones.

En silencio las nuevas lágrimas pasan por mis mejillas haciendo el recorrido que las antiguas hicieron, con ese sigilo mis pensamientos cambian, ya no me siento ciegamente responsable ahora quiero que este aquí para reprocharle.

Es su culpa, todo esto es su culpa.

Toma decisiones solas y luego quiere que yo las siga, ella me hizo a un lado más de una vez, me hizo a un lado al dejarme con Christopher e irse en otro grupo, cuando prometió que me cuidaría. No cumplió y lo último que vio de mi fue una cara lo bastante sería y fría, y lo último que yo recuerdo de ella, es un rostro con facciones cansadas.

Narra Lauren

Corro a la derecha hacia las escaleras y veo venir las sombras por el pasillo, subo a zancadas los escalones, pero al mirar hacia atrás su número incrementa y no está importando cuanto, ni que tan rápido suba, inexplicablemente ellos vienen más cerca de mí. Luego me paro así de simple, los escalones no dejan de aparecer por lo cual me resigno a no llegar a ningún lugar. Volteo y observo como avanzan con el corazón palpitando por mil. De pronto ya no estoy en las escaleras, me encuentro en el corredor y el número ha disminuido, sólo son ellos, cuatro personas viniendo hacia mí. Primero, miro a Christopher con el brazo comido por partes y destilando sangre, él corre desesperado, detrás vienen Ally y Normani arrastrándose. Cuando me dispongo a ver la última persona, la que se toma su tiempo en caminar, la que viene a paso lento cual depredador, como sabiendo que tiene asegurada la comida porque no tengo donde correr. La observo sin creerlo, el tambaleo, los sonidos hambrientos, sus ojos blanco, su piel pálida... y despierto.

Despierto asustada sentándome de inmediato mientras mi corazón palpita alertado pese a que la noche anterior me he dicho antes de dormir que este tranquilo, todo lo que vea será un sueño. Sin embargo al dormirme y comenzar a soñar, olvidándolo todo.

-¿Mala noche?-. Me pregunta Keana.

-Si-. Es el mismo sueño, mi preocupación por lo que esté ocurriendo con Camila se presenta así, con estas pesadas y continúas pesadillas -Es inútil-. Yo suspiro cansada.

-¿Qué quieres decir?-.

-Es inútil dormir mientras esta Municipalidad se plaga cada día con más de esas cosas-. Christopher y Ally se fueron ayer y nosotras nos hemos quedado, Dinah por su hermano y yo por Camila.