Recuerdos

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-Tercer día de viaje en la campaña del norte-

Bueno no mucho que reportar, todo el segundo día estuvimos recolectando reservas de alimento y agua, tuvimos suerte ya que muchos soldados conocen a comerciantes que nos dejaron los alimentos a buen precio. Dos de mi soldados se comprometieron. El resto se fue a burdeles, se sorprendieron ante mi negativa. No tenía  ganas de ir, no quería parecer mejor persona ante nadie , de todas formas los años posteriores a la muerte de ella, quedé aun más perdido que nunca y no mantuve el luto. Quizás solo por algunos días me mantendré como debí haber estado hace años. Recordar eso aun duele y mucho. Me quedé  dormido demasiado temprano.

Bueno , hoy tomé mi desayuno solo, los soldados siguen con  resaca y varios con marcas de besos en lugares muy visibles. Se nota que las mujeres son las que llevan las riendas y es que para un militar, es muy raro tener tanto contacto físico con damas. Yo y tan solo 3 soldados somos los más "experimentados". Pero díganme de que te sirve tener tal experiencia si no puedes aplicarla en alguien que realmente aprecias.Creo que eso solo es mi caso, dos se supone que se casarán si vuelven con vida  a la capital y uno anda en amoríos con una joven noble.

Pues tomando en cuenta que son idiotas, nos quedaremos 6 horas más aquí, tiempo suficiente para hacer trabajo físico por 3 horas y prepararme un almuerzo delicioso solo para mi.

Las horas pasan volando y pues me sobra una hora y media para dar un pequeño paseo por esta zona campestre, aunque siempre digo eso para mi el cielo es azul y eso nunca cambiará, el pasto es verde y los caminos grises...Para mi cada paisaje es muy similar e incluso aburrido,así que  simplemente me hecho a dormir en un árbol y ¿¡maldita sea?! comienzo a recordar. Odio los paisajes.

Pero los recuerdos no son tristes, para nada, porque trato de recordar lo que yo quiero, lo demás y por eso lo odio, comienza a fluir como si nada , de la manera mas cruel y versátil.

Recuerdo cuando llegue por primera vez a esa casa, mi padre se despidió de mi con una leve sonrisa y me abrieron los enormes portones, vi a un anciano supongo que era Albert Rose, las criadas me condujeron al jardín. Ya sabía cual era mi función así que no pregunte nada y ellas no comentaron. Y la vi ... por tres segundos antes que me diera una patada en el trasero y me inmovilizara con técnicas de defensa personal.Las primeras impresiones no son las mejores:

-¿Quién eres tú y qué haces en mi casa?- me gritó

-Mi dama, estoy aquí como su guardia personal - usé mi sonrisa "comercial"

-Tu sonrisa no engaña a nadie, solo hubieras dicho tu discurso con la cara que tenías cuando entraste- dijo en un tono normal 

-Ha ha ha...

-No conté ningún chiste- dijo extrañamente 

-Señorita , quiero asumir que mi presencia le parece inquietante y le sorprende  aun más el  hecho que haya un guardia para semejante belleza como usted- dije en tono sárcastico

No es que ella fuese fea pero para una dama noble , andar descalza y con un vestido sencillo no es muy bello que digamos. Su cabello era negro como la noche y su piel blanca, un poco bronceada por sus jugueteos en el campo junto a su abuelo.Todo lo que te enteras en un mes.

Ella me respondió:

-Es muy cierto pero que las apariencias no te engañen , si sé que te sorprendió que una mujer te diera un patada e incluso te inmovilizara. No me desvalorices solo por lo que ves, ni siquiera me conoces... No diré que eres igual a todos, eso es solo una excusa de niñas tontas y ofensa para los buenos , pero tu concepto de belleza es demasiado inferior, niño engreído.

No respondí nada , no recuerdo si fue por miedo a perder el trabajo o porque todo lo dicho era verdad.

Primera vez que alguien igualaba mi venenosa boca.



Mi Querida PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora