Cuentos para leer de noche.

XXI

Hay días en los que prefiero no pensar, en los que prefiero hundirme entre el colchón de mi cama y desparramar todas mis tristezas sobre las sábanas, envolverme en el calor de las mismas y dejar que suavemente me den el beso de buenas noches, prefiero eso antes que pensar en las cosas malas que me sucedieron o que busque que me sucedieran, quiero quedarme en mi cama explorando el mundo de los sueños que me sorprende cada vez que cierro mis ojos y apago las luces de mi habitación, esto no significa que este entrando en una depresión, solo que hay momentos en los que nadie te comprende y caemos rendidos a algo que nos apoya, o que simplemente nos deja apoyarnos en ella o el, por ejemplo mi cama es un claro ejemplo de eso que me deja apoyar para no caer en los pensamientos tristes que vienen a mi cabeza cuando cae la noche o simplemente cuando a mi mente se le ocurre jugarme una mala pasada.