Capítulo 16

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Chico malo...

Soy tan afortunado, sí, en medio de mi taladrante vivir me siento dichoso de sufrir por ti chico malo, este dolor inagotable que siento es preciado, duele como un sinfín de cristales incrustados en el cuerpo pero es un dolor tan hermoso, tan mío, de nadie más. Puede sonar masoquista pero prefiero este dolor a no tener nada, a nunca haber iniciado una historia y padecer la indiferencia.

La luna llora y no hay manera que pueda detener sus lágrimas, porque su dolor es tan fuerte como el mío, ella nos ve y sufre porque dos personas que se aman han sido separadas... por favor chico malo, no dejes de amarme, no dejes de pensar en mí. Confieso que tengo miedo, todas las noches pienso que para ti un día más sin mí, es un poco menos de amor y me asusta, porque mientras mi amor sigue creciendo a pesar de la distancia, me agobio pensando que el tuyo disminuye... y luego... las lágrimas del cielo me hacen tragarme mis palabras y comprender que tanto como yo, tú estás sufriendo.

Veo por la ventana de mi habitación, nada, solo mi propio reflejo tras aquella oscuridad total, siento que me asfixio, necesito verte, ¿pero cómo hacerlo sin tener que salir? No hay manera, no una sensata. No puedo ver el cielo, no puedo ver el universo en tus ojos, ya solo me mantiene vivo tu recuerdo, quiero sentirte, quiero refugiarme en tus brazos, chico malo, chico malo, ¿por qué nos pasa esto?

Nany...

Nany, estoy enamorado y no sé qué hacer con lo que siento, dicen que está mal, pero yo lo siento correcto, ¿qué opinas tú? Dijiste una vez que los ángeles han venido del cielo para ayudar a los desahuciados, ¿entonces por qué mi padre me ha separado de mi ángel?, ¿por qué mi ángel está en los barrios bajos y no aquí, conmigo o yo con él?, ¿por qué yo no puedo ser feliz? Mi ánimo ha decaído más de lo que usualmente se encuentra, he perdido el apetito, reír ya no es algo que haga, ¿entonces cuál es mi propósito? Ya no tengo un ángel que me cuide, Nany llévame contigo, ya no quiero estar aquí, ya no quiero vivir sin él.

Chico malo...

Chico malo, SungMin hyung me visitó hoy, dice que no eres feliz, que el bello en tu rostro comienza a crecer, que te has descuidado y no haces más que observar al cielo esperando un milagro, alzando súplicas para que vuelva contigo, dice que sufres tanto como yo y entonces me dan ganas de llorar, porque el dolor que yo siento al estar sin ti es tan insoportable que no quiero que tú siquiera lo puedas imaginar, porque te amo, te amo más que a mi propia vida, quiero ser yo el único que sufra, quiero que seas feliz, no quiero que llores más, no quiero que bebas más, necesito que dejes el tabaco y cuides tu salud... Quiero estar allí para cuidar de ti.

El sonido de tres toques en la puerta me sobresaltan, veo mi rostro en el reflejo consumido por la tristeza, por la soledad, siento que mi corazón ya no lo puede soportar, no concibo esta distancia tan corta e infinita que nos separa. Ellos dijeron que era el títere de mi padre, ¿un títere?, ¿pero qué puedo hacer para no serlo? Los toques en la puerta se volvieron insistentes y más fuertes, al no obtener mi respuesta, la persona quien llamaba irrumpió con mirada severa.

—Señorito Kim, no es la primera vez que no atiende a mi llamado. ¿Es que acaso se le han olvidado sus modales? Y párese derecho que me enferma verlo todo encorvado, sin gracia y casi decrépito que sus problemas podrán ser muchos pero no son nada comparados con los ajenos. Debería agradecer tener una familia como la que tiene, un padre que se preocupa por su bien, una madre que lo ama y gente que le sirve con placer —y en medio de mi angustiante dolor hablé con molestia palpable en mi ser.

—Usted no sabe cómo me siento, ¿usted que sabe lady JingHwa?, ¿usted que sabe del amor, qué sabe de sonrisas, qué sabe de un abrazo? ¡NADA! —terminé gritando y con el corazón en la boca, mi pecho subía y bajaba producto del dolor que no podía expresar, Lady JingHwa pareció sorprenderse al verme tan alterado, como jamás alguien me había visto, porque yo no solía elevar la voz, me habían enseñado, que eso demuestra el pobre control sobre mí.

YeWook/ ¡Chico malo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora