Nuevos amigos

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La noche había caído al fin en el bosque, Natsu se sentía orgulloso de haber calmado a la niña y de haberle hecho entender que esos ruidos extraños eran una familia de cuervos que ante la historia de ambos habían decidido ayudarles. Bueno, al final las cosas no habían terminado como esperaba, y era que en esos momentos estaban en el hueco que había formado las raíces de un gran árbol, junto a una osa y sus oseznos.

¿Cómo es que en cuestión de horas estaban siendo cuidados no tan solo por una familia de cuervos, sino que también por la de familia de osos mientras buscaba a una manda de lobos?

Luego de que logrará calmar a la niña ejerció de traductor para las aves, contándoles sobre cómo habían terminado ahí, estas al no saber específicamente donde quedaba el hogar de la niña para al menos comenzar a caminar en una dirección segura, se les había ocurrido recurrir en la ayuda de un grupo de viajeros dueños de ese territorio en el bosque.

Natsu al entender que no tenía de otra , acepto la única ayuda que tenía, así que con Tsuna comenzaron a seguir a la familia de cuervos en una dirección incierta y era que como ellos habían dicho, los otros era una grupo que constantemente estaba en constante movimiento por el territorio, ahora la cuestión era que el jefe aceptara ayudarlos. Natsu estaba dispuesto a proteger con su vida a su compañera si las cosas se ponían feas, por eso prefirió no decirle nada de eso último a la niña, no era buena idea asustarla más de lo que ya estaba.

Fue una suerte de que el sexto sentido de la chica estuviera alerta, porque gracias a ello que pudieron evitar encontrarse por sorpresa con una trampa en el piso. Tsuna con la ayuda de las instrucciones que les daba los cuervos, logro inhabilitar la trampa y así evitar un posible accidente, pero no todos tenían esa suerte. Uno de los cuervos llego alarmando a todos, pero no hacía mucha falta, un rugido y unos llantos a unos metros les alertaron a todos. Aún con la insistencia de las aves y el león la niña se acercó a unos arbustos cercanos donde se estaba armando el jaleo, con horror vio que una trampa tenía sujeta la patita de una cría de oso.

-Natsu, debemos ayudarlos-dijo la niña con convicción, tragando el miedo que tenía al ver las enormes zarpas de la madre.

Uno de los cuervos la escucho y rápidamente le aviso de sus presencias a la familia de osos, cuando los dos cachorros salieron a la vista de la familia, la madre osa dijo con incredulidad de que una cachorra humana no podría ayudarlos y menos una cría de león. Aun así, con mucho esfuerzo Tsuna logró abrir la trampa, claro, descubriendo accidentalmente que podía producir unas especies de llamas en sus manos. Usando estas últimas logró fundir con cuidado el cierre del seguro lo suficiente como para poder liberar al osezno. Luego de eso tanto como ella como la madre se aseguraron que la pata de la cría estuviera bien.

Tras eso, y ya cada vez haciéndose más tarde, la osa mayor decidió llevar a la cachorra humana y a sus compañeros hacia un hueco en un árbol , que era lo suficientemente grande como para poder dormir todos con comodidad, seguros y cálidos esa noche.

Y fue así que en esa primera noche durmieron bajo la protección de una madre osa muy cariñosa.

Entre tanto en el palaci... en la mansión Vongola a la mañana siguiente.

El caos era la menor de sus preocupaciones, el papeleo que se acumulaba era la menor de sus preocupaciones, que Verde estuviera más preocupado en reparar el laboratorio que ver lo que realmente había pasado era la menor de sus preocupaciones.

Encontrar a Tsuna antes que el hitman lo supiera era la mayor de sus preocupaciones.

Los seis guardianes estaban dirigiendo diversas misiones de búsqueda con el mayor de los sigilos posibles, porque no querían alertar al hitman antes de que llegara, Mokuro entro en la oficina de la décima con el rostro pálido.

La pequeña Decima VongolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora