Manos que me dejan caer,
Y sin embargo debo enmudecer,
La soga al cielo quema las manos,
Y sin embargo con la misma soy atado,
Oh seres de cuerpo joven y cerebro tordo,
Caban oyos a un infierno donde no se tiene todo,
Sin embargo eh de llorar,
Desolado y sin fin como el mar,
Que tristeza temer a la oscuridad y luego no querer a ella misma abandonar,
Las notas del piano flotan en la habitación
Y con el tiempo e olvidado escribir alguna canción,
Pero sigo vivo,en pedazos,agonizando de delirio depresivo,
Pero vivo,
Y eh de vivir no sé si por mí, por ella, o ellos,
Pero soy conciente de que mi mente es más grande que cualquiera uno de ellos,
Y al respirar me doy cuenta que soy vida,
Que aún no estoy ida,
Y aunque eh de enmudecer seguiré arrastrándome,
Hasta que haga entender que los jóvenes deben florecer y no enmudecer.

ESTÁS LEYENDO
poesía.
ŞiirSolo pensé que compartir mi poesía seria buena idea, aceptó todo tipo de críticas.