Traicion

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Desperté con una cobija cubriéndome por completo, pensé que esto terminaría de una vez por todas si yo lo hacía. Me concentré en mis brazos, vendados de nuevo, fije mi vista al frente de la habitación y ahí estaba el, con su capucha negra como siempre, la verdad no sabría si me miraba a mí o al piso por que no lo podía ver.

-por qué?- dijo él cubriendo con sus manos su rostro.

-por qué, que?- conteste mirándolo algo confundida, aunque una parte de mi ya sabía a qué se refería.

-tú sabes que.- se levanto de donde estaba sentado y se acercó a mí, con sus manos tomo ambas de mis muñecas y las levanto en el aire acomodándolas tras sus hombros mientras con sus manos me acercaba para abrazarme.

Confundida solo le seguí el abrazo, que me resultaba algo familiar, me traía un vago recuerdo algo borroso.

-que te lleva a algo así?- soltó el abrazo y solo se quedo sentado a mi lado en la cama.

-pues no lo sé, la desesperación, soledad, cada quien tiene su motivo.- me encogí de hombros sin saber qué decir.

-prometiste que te cuidarías.- bajo un poco su tono de voz al decir eso.

- y tú prometiste que me ibas a proteger también.- le dije y al instante empezó a quejarse y tomar entre sus manos su cabeza.

-oye te sientes bien?- me levante junto con el tratando de calmarlo, no me contesto solo salto por la ventana. Me asuste al pensar que pudiera matarse y cuando saque mi cabeza por la ventana ya no estaba, salí de la casa a buscarlo pero no había rastro así que decidí a prepararme para otro día de escuela, no podía faltar más.

Tome una ducha, me vestí con lo primero que encontré y no use nada de maquillaje, no estaba de humor para nada. Antes de desayunar revise mi celular, tenía algunos mensajes de los chicos aún preocupados por qué Andrew no quiso decirles nada, también había mensajes de Andrew pidiendo disculpas y llamadas perdidas suyas de hace poco antes de que despertara, más abajo un número desconocido, entre al chat y me sorprendió lo que vi.

"Hola cariño soy Carlo, para recordarte que este fin de semana te mandaré a buscar para el viaje a Chicago, hasta entonces."

Al principio no le tome tanta importancia ya que no recordaba que en el mundo en el que ya había muerto fue donde Violeta me presento a este hombre, pero este era uno nuevo, donde Vio no estuvo para presentármelo, es demasiado extraño, pero ya lo hablaré más tarde con los chicos y les diré que me acompañen.

Me hice mi rápido desayuno que consistía en una bolsa de galletas con una caja de leche con chocolate, tome mis cosas y me dirigí al instituto, de camino podía sentir cerca una presencia, supuse que sería el chico de la capucha, al cual por cierto eh olvidado preguntarle el nombre.

-Ross!- escuche de lejos la voz de Chris mientras aparcaba mi auto. -qué haces aquí?

-vengo a clases, no es obvio?- dije saliendo del auto.

-acaba de salir Andrew por ti.- dijo tomas ofreciéndome un cigarrillo al que claro no me negué.

Yo solo reí encendiendo mi cigarrillo y dándole una inhalada grande.

- para que o qué?

-pues algo pasó entre ustedes anoche, no? Él quería arreglarlo.- Chris es alguien que suele meterse mucho en mi vida, por preocupación supongo.

-hermano, esto no se arregla fácil, por cierto necesito que me acompañen al aéreo puerto este fin de semana.- dicho eso tire la colilla de cigarro, tome mi mochila y comencé a caminar hacia los casilleros.

No quiero arruinar a la banda así que será mejor que deje esto como esta.
Al llegar a los casilleros todo era demasiada tranquilidad, mire la pantalla de mi teléfono y me di cuenta de que había llegado medía hora antes y por eso estaba tan vacío el lugar, me dediqué a revisar mi horario en mi casillero cuando escucho pisadas detrás de mí, no le tome importancia ya que hay alumnos que por alguna actividad extra escolar llegan temprano, pero sentía las pisadas cada vez más cerca de mí y eso me empezó a poner nerviosa, saque mi mirada del casillero pero al mirar al pasillo no había nadie, juro que escuche pisadas.

-mira a quien encuentro.- esa voz... -parece que tu reloj no funciona, llegaste antes, o más bien has llegado justo a tiempo.- me giré para verla cara a cara.

-Violeta?- cuando la vi no la reconocí, su facha era lo contrario a lo de siempre, su tes era mucho más pálida que antes y su mirada estaba vacía. -tú como es que...?- no logre contenerme, estaba a punto de llorar.

-como sabes mi nombre?.- dijo ella caminando hacia mí.-bueno no importa eso ahora, su paso fue tan veloz que no logre ver cómo es que llego tan rápido frente a mí, me tomo del cuello y me levanto, esta no era violeta.

Mientras luchaba por soltarme de su agarre una figura de negro apareció atrás de ella, no era el chido de la capucha ni nadie que yo conociera, soltaba un aura tan negra que parecía humo y no dejaba ver que había tras de ella, de eso salió una voz profunda y erizante que le ordenó algo.

-mátala.- dijo el... O eso.

-a eso vine aquí.- ella sonrió y mientras apretaba más sus manos en mi cuello.

Ya he sentido tantas veces la muerte pero verla llevada a cabo por violeta de cierta manera me traía algo de paz, cuando comenzaba a sentir mi cuerpo flotar de la nada me di contra el piso, levanté mi mirada y frente a mí estaba el chico de la capucha, había lanzado a violeta al otro lado del pasillo.

-te prometí que te protegería.- dijo él antes de que cerrara mis ojos y perdiera la consciencia.

∆~Lost in paradise~∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora