Tú y yo, en Clave de Sol [Andy Biersack]

6º

Durante toda la noche no tuve más que dos o tres horas de sueño continuo, mi mente no dejaba de evocar imágenes de mi pasado, recuerdos vividos con Xía, mi charla con Angui y ese rostro camuflado tras su cubierta anónima, mirándome fijamente con esas perlas negras que tapaban el verdadero color que me devolvía la mirada con una calidez y entendimiento que no había tenido en mucho tiempo. No me quejo: si bien tengo ojeras bajo los ojos por la falta de sueño, extrañamente me siento tranquilo y descansado, como si hubiera conseguido justo lo que necesitaba durante mi charla en ese local. Es raro, ¿Quién hubiera imaginado que encontraría un consuelo real en un lugar destinado al placer carnal básicamente? 

Cuando llegué, Juliet todavía no había vuelto y, francamente, lo agradecí: no tenía ganas de dar explicaciones de lo que hice anoche y de la razón por la cual llegué tarde. Ahora, mientras como algo y paseo la punta de mis dedos por el manuscrito, una leve duda de dónde estará y de por qué no vuelve, se instala en mi cerebro pero decido ignorarla; tengo cosas más importantes que hacer ahora.

Tomo un trago de mi café y agarro el teléfono, abriendo la aplicación literaria. Automáticamente me aparece el perfil de "ClavedeSol16" (que es donde lo dejé la última vez) y me dedico a investigar lo que pueda sacar de él: hay varias conversaciones en su tablero, muchas personas le han hablado y ella le ha contestado a todos y cada uno de los mensajes, algunos más de veinte o treinta contestaciones.

Mientras termino de desayunar leo todas las que puedo y veo que hay algunas que se hablan con más familiaridad que otras, como si fuera algo habitual o común o, incluso, se conocieran. Automáticamente guardo los perfiles de esas personas y pienso en cómo encarar el tema sin parecer un loco acosador o algo similar. Tampoco puedo usar el que soy "Andy Biersack" para conseguir información: eso sería dar leña para rumores y el perfil que me creé es para ocultarme, para poder investigar sin que sepan que soy yo. 

Observo el nombre que puse para el perfil: Dennis Dearn (sí, jugué con mi nombre, no se me ocurría otra cosa en ese momento), la foto de perfil son unas manos tocando la guitarra y de fondo puse una foto de Crow de chiquito. Puede que parezca muy obvio pero he notado que muchos perfiles tienen fotos mías o mi apellido en su nombre así que, éste perfil, es perfecto para pasar desapercibido. ¿Qué mejor forma de pasar sin ser descubierto que a la vista de todos? Hasta creo que podría poner mi nombre completo y mi foto y, aún así, nadie sabría que soy yo ya que lo tomarían como otro fan mío simplemente. 

Después de un par de intentos de escribir algo que no parezca proveniente de un acosador o suene demasiado extraño como para alentar a alguien a contestarme, gruño frustrado y dejo el teléfono con malos modos sobre la mesa mientras me froto la cara intentando calmarme. Es increíble que, siendo un escritor profesional de música, no pueda escribir un simple mensaje, es totalmente patético. En mi defensa solo puedo argumentar que esto me tiene totalmente descolocado, no es mi culpa. 

Antes de estrellar mi celular contra alguna superficie plana y dura, que me obligue a necesitar uno nuevo, me encamino al estudio de grabación que tengo en casa y me siento en mi sillón favorito con el manuscrito en las piernas a meditar.