Al otro día desperté pero nadie estaba a mi lado... Pero en la pequeña mesa al lado de la camilla encontré mi iPhone, lo tomé y lo observé, Tenía una mínima rotura en la pantalla, no tenía mensajes ni llamadas, algo que me extrañó. Presioné el botón de las llamadas perdidas y había muchas de todos los chicos, luego mis mensajes recibidos, 6 nuevos, tres de Jared, otro de Austin, Danny, y el último de mamá. Revisé el primero, *Amor, ¿cuándo llegarás? ¿Puedes traer algunas verduras? Gracias, llega pronto. De: Jared Leto.* luego el otro, *Contesta el teléfono, ¿qué sucede? Me preocupas, hace una hora que acabamos de hablar. Llámame cuando lo veas o veas mis llamadas. De: Jared Leto.* Y el último de él *____, aparece por favor, ¿dónde m*ierda estás? Te busqué en todo el centro... De: Jared Leto.* El otro decía, *Hey, más te vale que no estés con ése tan Justin Hills f*ollando, porque juro que lo asesinaré a él y luego a tí. Aparece pronto. De: Austin Carlile.* solté una pequeña carcajada y revisé el último, *Hija, mantente bien, estamos volviendo a casa en avión, en unos minutos estamos allí, te buscaremos por cielo y tierra. De: Mamá.* ¿Me perdieron? ¿Andy no le dijo a nadie que estaba en el hospital? Jared entró en ése momento.
-Hey ____, ¿cómo estás amor? -Se acercó a mi y besó mis labios delicadamente.
-Hola Jared, estoy un poco mejor, ¿tú?
-Estoy bien, gracias. -Volvió a besarme.- ¿qué veías? -Dijo frunciendo el ceño.
-Mis mensajes y llamadas, ¿tú las viste?
-Hmm... -Agachó la mirada.
-Jared, no me enfadaré.
-¿Segura?
-No, claro que no, sólo dime. -Estiré un poco la mano que no tenía el suero y acaricié su mejilla, colocó su palma contra la mía y me besó los nudillos.
-Eres hermosa.
-Tú también lo eres.
-Sí, vi tus mensajes.
-Está bien. -Dije con una sonrisita. -¿Qué sucedió en realidad? ¿Por qué los mensajes dicen que me estaban buscando? -Suspiró.
-Estás cansada para oírlo.
-No comiences con tus excusas Jared, creo que tengo derecho a saberlo.-Volvió a suspirar y luego de un minuto volvió a hablar al fin.
-Pensé que habías desaparecido al no contestar las llamadas, supuse que estabas en el centro asique salí y te busqué allí por todas partes, me preocupé al no encontrarte por ninguna parte, llamé a los chicos, incluyendo a Danny, que llamó a tus padres por los nervios que tenía, estaba devastado, justo a una cuadra del Starbucks que frecuentamos siempre vi un charco de sangre y algunos vidrios, no muchos, le pregunté a un vecino lo que había sucedido, me dijo que habían atropellado a una niña, le dije que la describiera... "algo pequeña, morena con ojos azules, bien peinada, llevaba unos shorts azules, Vans y una camiseta con la bandera de USA" Juro que en ése momento estuve a punto de morir, mi mundo se destruyó, rompí a llorar, tuve que llamar a todos y avisarles lo que había sucedido, luego de éso me dirigí al hospital más cercano, aquí, y pregunté por ti, me dijeron que te estaban operando urgentemente tratando de reanimarte; volví a avisarles a todos dónde estabas y salí otra vez para tomar aire y calmarme un poco convenciéndome de que estabas bien. Cuando todos llegaron, incluyendo a tus padres, nos dirigimos hacia la otra puerta en donde está la sala de espera, nos encontramos a Andy, Austin casi lo asesina, yo también estuve a punto pero no era una solución, además estaba destrozado sin razón alguna... le pregunté por qué se había quedado y dijo que no se iría, luego le pregunté por qué no nos había llamado. No tenía nuestro número, una pregunta algo estúpida de mi parte. -Tomó mi mano, me quedé sin habla, no sabía que decir. -Nos preocupamos mucho por ti, pensamos que te habíamos perdido... Yo sin ti no hubiera vivido ni un día más.
-Jared... no digas éso. Si por alguna casualidad de la vida yo hubiera muerto sé que hubieras salido adelante por mi, porque eres fuerte, fuiste fuerte todo éste tiempo.
-No digas éso, ni siquiera puedo imaginármelo.
-Sabes que algún día pasará. -Susurré.
-¡Basta! ¡apenas tienes 17 años ____, no puedes estar pensando qué sucederá conmigo cuando mueras! Mantente viva hasta los 90, trata de hacerlo, deja de beber, deja de fumar, deja de hacer cosas estúpidas, por favor, no quiero perderte, no quiero verte en un hospital nunca más en la vida. ¿Sabes cuántas veces has estado aquí? Cinco, cinco malditas e infinitas veces y no quiero verte aquí nunca más.
-Tranquilo... -Pude decir tranquilamente tomando su rostro entre mis manos, él cerró sus ojos.
-Te amo, y no te quiero perder. Eres mi novia, mi amiga, mi apoyo, mi todo ____.
-Yo también te amo, y también eres mi todo amor, lo sabes. -Una lágrima calló en mi mejilla.
-No llores, ¿te puedo abrazar?
-No me preguntes. -Dije riendo y sollozando al mismo tiempo, me abrazó. Éste hombre me ama en serio, mi hermoso mejor amigo del que siempre estuve enamorada. Por fin estaba con él, y se sentía maravilloso que él tuviera los mismos sentimientos que yo hacia él, pero algo interfería entre nuestra relación... Andy, y aunque tratara con todas mis intenciones posibles no podía sacarlo de mi cabeza, él, el sabor de sus suaves labios, sus hermosos ojos, su cabello, su todo... Estaba mal, le estaba haciendo mal a Jared, pero trataría de que no interfiriera entre nosotros, porque por más que me atraía Andy, Jared era increíble y valía la pena.
