Capitulo 27

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Ya han pasado tres semanas desde que salí del hospital, me siento mucho mejor, estoy yendo hacia el hospital para que me quiten el yeso en auto solamente con mi madre y mi hermano, mi padre tuvo que volver a viajar por el trabajo y los chicos están en la escuela. Es un día algo frío, no mucho, es miércoles y voy así: {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=102036483&.locale=es} demasiada desarreglada para lo normal, pero me siento cómoda y éso es lo que importa. Jared se ofreció a retirarse del trabajo para acompañarme, pero no se lo permití, ya tiene muchas faltas por mi culpa y no me gustaría que lo despidieran, aunque sé que si le pido por favor a Andy que no lo haga me haría caso, además seguía algo enfadada con él. Otro tema... no he hablado con Andy desde aquel mensaje que me envió aquella noche, no quise contestarle, me llamó muchas veces, pero no le contesté, también vino a casa, obligué a mamá a decirle que estaba muy ocupada como para atenderlo, al igual que Danny, que lo hizo con mucho gusto con tal de no verlo más junto a mi; se siente feo no hablarle, no sé que sucedió con Scout y él, solamente quiero olvidar éstos sentimientos que tengo hacia él, pero no puedo. La voz de mi madre me despertó de mis pensamientos.
-Hija, ¿necesitas que Danny te cargue?
-No, estoy bien, solamente necesito las muletas.
-Está bien. -Ella se bajó del auto y me abrió la puerta, seguido Danny tomó mi cintura y me paró, dejándome espacio para que pudiera caminar.
Luego de esperar al fin el doctor salió.
-Worsnop Evans. -Dijo serio mirando una libreta que tenía en la mano, nos levantamos cuidadosamente y entramos. -Bien señorita Worsnop Evans, ¿qué le ha dolido éstas tres semanas?
-Las costillas y la pierna, pero no mucho, se pasa rápido con los calmantes.
-Muy bien, ¿los rasguños cicatrizaron?
-Si, excepto el del brazo, está mejor pero no tanto como los demás.
-¿Podrías mostrarme? -Estiré el brazo y quité la venda que tenía despacio hasta dejar el gran corte a la vista. -¿Usaste alcohol? -Asentí- Sabes que no tienes que mojarlo, ¿cierto?
-Hmm, creo que no.
-Oh, entonces fue éso, no tienes que mojar la herida con algo que no sea alcohol, ni siquiera con agua, ¿está bien?
-Vale, lo haré.
-Ok señorita, ¿está lista para que quitemos el yeso?
-Más que lista, creo. -Le dirigí una media sonrisa que él me devolvió tranquilo.

Cuando acabó de quitar el yeso pude caminar otra vez con total tranquilidad.
-Éso es todo señorita, tenga en cuenta los dolores intensos, si toma calmantes y no se pasa rápidamente le pediré que venga.
-Está bien, una última pregunta.
-Dígame.
-¿Podré montar mi motocicleta?
-Hmm, creo que debería esperar unos días, pero si es urgente claro, no habrá ningún problema, la pierna está totalmente curada al igual que las costillas.
-Ok, muchas gracias doctor.
-No hay de qué, recuerde que dentro de cinco semanas tiene que volver. -Asentí con la cabeza y salimos, entré al auto y volvimos a casa. Cuando llegamos Danny y yo bajamos.
-Chicos, iré a hacer las compras y vuelvo, compórtense por favor. -Ambos asentimos, entré a la casa y subí rápidamente a la habitación, tomé el iPhone y lo coloqué en mi bolsillo, volví a bajar y tomé las llaves de la motocicleta cuando sentí que alguien tomaba mi manga, me di la vuelta.
-¿A dónde crees que vas?
-¡El doctor me dijo que podía montarla Danny!
-Solamente en emergencias.
-Ésto es una emergencia.
-¿Y qué tipo de emergencia en particular?
-Necesito tomar aire con urgencia.
-No seas tonta.
-¡Daniel!
-No.
-¿Por qué tendría que hacerte caso a tí?
-Soy tu hermano mayor.
-¿Y?
-Estoy a cargo de tí mientras mamá no esté.
-¿Quién lo dice?
-Yo.
-Entonces no importa. -Corrí con las llaves y el casco en la mano hacia la motocicleta, me subí a ella, la encendí y presioné el botón para que el portón se abriera, en un segundo estaba fuera mirando por el espejo retrovisor como Danny corría detrás de mi desesperado. Tomé el camino hacia la casa de Andy, cuando llegué toqué el timbre y un hombre con el cabello negro salió despeinado con una bata.
-Hola pequeña, ¿necesitas algo? -Preguntó adormilado.
-Buscaba a Andy.
-¿Andy? -Preguntó confundido.
-Andrew Biersack.
-¿Tú eres ____?
-Exactamente, ¿cómo lo sabes?
-Oye, tienes torturado a Andy. Disculpa, Andy ya no vive aquí, tampoco Juliet, -¡Cierto! que idiota soy por no acordarme.- pero tengo la dirección de su nuevo departamento. -Me entregó un pequeño papel con una dirección anotada.- Pequeña, ¿puedo pedirte un favor antes de que te vallas?
-Claro, dime.
-Habla con él, no ha ido al trabajo y volvió a ser como era antes, de fiesta en fiesta y alcoholizado a toda hora. Él además de mi jefe es mi mejor amigo, no puedo hacer nada, traté de enviarlo a rehabilitación ya que también ha conocido a alguien que comenzó a venderle drogas, todo ésto sucedió luego de que saliera con ésa perra de Scout y creo que tú eres la única que puede hacer que hable, que diga lo que en realidad sucedió con ésa chica o contigo, anímalo, haz que vuelva pequeña, por favor.
-Haré todo lo que pueda...
-Ashley.
-Ashley, haré lo que pueda, muchas gracias por confiarme ésto, te lo agradezco.
-No hay de qué pequeña y mucha suerte.
-Gracias Ashley, adiós.
-Adiós pequeña, gusto en conocerte.
-Igualmente. -Me volví a subir a la motocicleta y arranqué hacia el departamento. Cuando por fin llegué lo miré de arriba a abajo, era muy lujoso. Me dirigí hacia el garage subterráneo y supe reconocer el auto de Andy a lo lejos, me acerqué a él bajando la velocidad y estaba lleno de colillas de cigarrillo y botellas de todo tipo de alcohol, se veía repugnante para un auto tan hermoso y delicado como ése. Me apresuré a subir al ascensor y una chica estaba dentro mirando su teléfono, vestía elegante, posó sus ojos sobre mi y me dirigió una falsa sonrisa que no le devolví.
-Buenos días.
-Hola.
-¿Nueva?
-No, vengo a visitar a un... amigo.
-Oh, bien. Mucho gusto, mi nombre es Scout. -M*ierda, me tendió la mano y la miré fijamente sin expresión alguna, solamente guardando las facciones de su cara en mi mente.
-¿Qué le hiciste a Andy? -Pregunté tranquila.
-¿Disculpa?
-Como escuchaste. -Soltó una risa irónica.
-Disculpa pequeña, pero lo que yo haya hecho con Biersack no es de tu incumbencia.
-Eres una perra, él está así desde que salió contigo, ¿qué puedes decir ante éso?
-Simplemente no te importa lo que haya hecho con él, y cuida tus palabras. -Estábamos a punto de llegar al piso 10.
-Claro que me importa, es mi amigo. Y no eres nadie para decirme que cuide mi vocabulario perra. -Repetí pero la última palabra se la grité en frente del rostro, me tomó el brazo lastimado haciendo que soltara un gemido de dolor.
-Mira niña, si yo satisfago las necesidades de el estúpido y pobre Biersack deberías agradecérmelo, él necesita drogas, sexo y alcohol, le puedo aportar todo éso.
-Lo estás matando maldita. -Dije entre quejidos, presionó mi brazo y yo grité.
-Éso es lo que busco. -Las puertas se abrieron y me soltó saliendo del ascensor haciendo ruido con sus grandes tacones, la seguí corriendo y la tomé del cabello hasta tirarla al suelo, la golpeé con todas mis fuerzas en la cara y me coloqué sobre ella para dejarla inmóvil cuando de pronto sentí dos manos en mi cintura elevándome, lo que me hizo doler, me tomaron por atrás las manos y me dieron la vuelta.
-¡Hey idiota! ¿Qué mier...
-Andy... -Dije preocupada y triste, se veía tan arruinado, sus ojos estaban rojos, tenía un repugnante aliento a cigarrillos y alcohol y se tambaleaba un poco, me soltó y se me quedó mirando un momento, luego miró a Scout, se acercó a ella y le tendió una mano. -Suéltala Andy.
-No.
-¡Andy, suéltala ahora mismo!
-No, ella me hace bien.
-¿Crees que drogarte y emborracharte significa estar bien? Es una perra, solamente te usa, quiere tu dinero Andy, no seas tan idiota, ven conmigo.
-Tú no me quieres. -Luego de un minuto respondí.
-No, tienes razón, no te quiero. -Se dió la vuelta con ella y se dirigieron hacia el departamento de Andy. -¡Te amo Andy! -Soltó a Scout y se dió la vuelta sorprendido.
-¿Qu...qué? -Apenas podía pronunciar las palabras.
-Te amo. -Se acercó a mi pero ella lo tomó de la sucia y desarreglada remera que traía puesta, le susurró algo al oído y agachó la mirada, se volvió hacia ella y la tomó de la mano, corrí hacia allí y volví a tirarla al suelo pero Andy me gritó detrás.
-¡Hey, déjala! -La solté, y lo tomé del brazo hasta llegar a la puerta, cerré con la llave que estaba puesta y unos segundos luego se escucharon golpes y gritos.
-¡Ábreme maldita perra! ¡Andy, no te venderé más bastardo! -Trató de zafarse de mi agarre pero lo tomé más fuerte, era fácil ya que estaba muy débil, lo guié hasta la gran cama, la sacudí un poco ya que, al igual que el auto, estaba llena de colillas de cigarrillo y botellas, lo recosté y me miró algo enfadado.
-¡Tú no me amas, estás con Leto! ¿Por qué quieres arruinar mi vida? -Me hizo acordar a las palabras que yo misma le había dicho en mi casa, tomé su cara entre mis manos y comenzó a llorar sin compasión, no sabía si las lágrimas eran por la borrachera o sus más profundos sentimientos.
-No llores, por favor, lo menos que quiero haces es arruinar tu vida, quiero que estés bien, te amo, en serio te amo Andy. -Besé levemente sus labios.
-Claro que no, ya me dijiste que solamente amabas a Jared, ¿no lo recuerdas? ¿No recuerdas lo que dijiste? Dijiste: No te amo y jamás te amaré.
-Cambié de opinión, o simplemente amo al nuevo Andy, estoy enamorada de ti, y mucho.
-No me hagas ésto, deja de mentirme.
-¡Ya cállate Andrew, en serio te amo! ¿Cómo demonios quieres que te lo demuestre? Sólo dímelo.
-Bésame... otra vez, por favor.
-Tienes mal aliento.
-Bésame. -Repitió ignorando por completo mi respuesta anterior, sin pensarlo dos veces junté sus labios con los míos, su sabor era el mismo de siempre dejando de lado su aliento. Nos separamos sin aire ambos y volvió a llorar.
-Basta amor, no llores, deja de llorar. -Lo acerqué hacia mi pecho y él se recostó sollozando, me rompía el alma verlo así, en verdad era doloroso, de pronto cerré mis ojos y me dejé llevar por su respiración, nos quedamos abrazados y dormidos en la cama tranquilamente.

Enamorada de la persona equivocada (Andy Biersack y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora