Capítulo 12: Believer

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Un incómodo silencio reino la habitación, el joven de cabellos castaños se liberó del agarre para saltar fuera de la cama y ponerse de pie, estiró la mano de su amigo, invitándolo a salir pero el pelinegro se hizo un ovillo negándose. YoungJae usaba unos jeans deslavados con varias cortes, una camisa negra que delineaba su dorso, comenzó a subir el borde de la parte inferior dejando ver su abdomen, una malévola sonrisa se dibujó en su rostro, cuando notó que los ojos del mayor seguían sus movimientos, se desabrocho el cinturón al igual que el botón de los pantalones de mezclilla.

—Tú me trajiste a tu habitación.— Le susurró en tono sensual, mordió su labio inferior y guiño el ojo coquetamente.— ¿No quieres probar?

DaeHyun trago en seco sin saber si su amigo hablaba en serio o solo estaba gastando una broma más, aunque siendo honesto esa pose ya saltaba fuera del marco de lo "gracioso". El menor lucía sumamente sensual en esa posición, la camisa negra tenía cuello V, por lo tanto era capaz de ver sus clavículas, el lunar, era tentador punto negro capaz de hechizar al mas inocente ser. Se encontraba excitado desconocía el porqué debido a que su amigo era un hombre . La prenda negra fue subiendo poco a poco hasta llevar a la parte baja del pecho, los pantalones bajaban hasta quedar el resorte de la ropa interior a la vista. El corazón del castaño se detuvo.

—¿Es como hacerlo con una chica. —El tono que usaba YoungJae no era bromista sino seductor, nuevamente esa faceta extraña del menor hacia acto de presencia, entonces el mayor recordó el sueño, ese que tuvo en su cama.— ¿Quieres intentarlo?

Esa pose, esa cálida voz, esos gestos no concordaban con la visión que tenía de su YoungJae, ese tímido chico de Instituto que usa lentes, se esconde en la biblioteca para no ser molestado. Durante sus años de colegio su cuerpo tenía un poco de más grase, sus regordetes cachetes y esa pancita que salía a la luz debajo de su camisa. Era claro que ese YoungJae delante de sus ojos, acostado sobre la cama era alguien nuevo. Una versión renovada que luchó arduamente para adelgazar y mantenerse en su peso ideal, cuido sus buenas facciones usando cremas, fue estricto con sus alimentos, simplemente tuvo un poco de más de disciplina.

—¿Estas hablando en serio? .—Cuestionó tartamudeando, el mayor estaba seguro que la insinuación no era parte de un juego o broma,. YoungJae se zafo los tenis para llevar su pie al muslo del mayor.— ¿estas jugando?

El pelinegro negro llevó la punta de su pie, envuelto en un calcetín, a los muslos casi rozar la parte íntima del moreno, quien en lugar de retroceder se quedaba en su sitio mirando fijamente los movimientos de su acosador. ¡Era capaz de tener relaciones con un hombre? ¿Se sentía excitado por esa situación? ¿Le atraía YoungJae? las respuesta era la misma para las 3 cuestionamientos, sí, claro que su entrepierna se despertaba por la imagen. El menor mordiendo su labio inferior, mostrando su abdomen. DaeHyun sin lograr detener sus acciones, se recostó sobre el pelinegro, restregó su pelvis, no era el único excitado por la situación.

—Llegaré hasta al final si así lo quieres.—Le susurró de forma erótica llevando las manos alrededor del cuello.— DaeHyunnie eres muy sexi.—Ese tono agudo, chillón, inocente erizo cada vello del mencionado, ese no era su amigo pero no le importaba mucho su cabeza estaba perdida en el calor del deseo, el cuerpo del menor se movía sensualmente. —Mmm,

Una carcajada resonó por toda la habitación, el menor no soportó notar la cara roja del mayor quien apenado se llevó las manos a su entrepierna, sinceramente no creyó que DaeHyun tuviera tan poca resistencia, con unos pocos movimientos y gemidos logró mojar la ropa. El estudiante a chef se hizo un ovilla a lado de su compañero, protegía su entrepierna, estaba en shock al percatarse que se había corrido con algo tan simple como un gemido.

—Lo siento mucho, nunca pensé que .—El pelinegro se acerco a su compañero tratando de sostener la risa pero el sonrojado sujeto se negó a ser tocado.— Lo siento.

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