«Cámbialo» | TERMINADA | Jack Grazer

•Capitulo 23•

—Valeria....

—Val...

—¿Mamá? ¿Que ocurre?— Decía con la voz ronca de recien despierta

—Te voy a sacar de acá, pero promete que te las vas a arreglar un tiempo

—¿Porque me vas a sacar? ¿Vos tampoco me queres?

—No, yo si te quiero pero tu papá y tu hermano... ya no podes convivir con ellos. Ahora tomate esto... son para el pequeño "viaje"— Me entregó unas pastillas que reprimida y con ayuda de un poco de agua tome.— En una hora nos iremos.

Pero a la media hora de consumir esas pastillas, mis párpados comenzaron a pesar y comencé a sentirme débil... me estaba quedando dormida en contra de mi voluntad y no entendía el porqué.

Tengo cinco años ¿No se supone que debería ser una niña alegre y feliz que salta y corre?  Las niñas de mi barrio así lo son. No debería cansarme con tanta facilidad ¿Que me ocurre?

Hasta que por fin sucedió, sin entender porque; me quede dormida

Abrí mis ojos exaltada ¿Que acababa de soñar?

Busque mi celular con mi mano sobre la mesa de noche que estaba al lado de mi cama, revisé la hora; 04:07 AM. Dudaba poder volverme a dormir, usualmente olvido mis sueños pero ese... ese daba vueltas en mi cabeza, convirtiéndome en alguien incapaz de pensar en otra cosa que no sea el extraño momento que acababa de soñar.

Aunque lo más extraño no era no poder olvidar ese sueño, sino que encajaba con los anteriores Flashbacks.

Debía comenzar a plantearme esto, iba a enloquecer si no lo hacía y pronto.

Active la linterna de mi celular y busque una libreta para escribir cada una de las imágenes que mi cabeza había proyectado.

Primera imagen: Una niña desayunando y un señor grande y robusto (Al parecer su padre) que la maltrataba sin intención, el hermano de la niña burlándose de ella.

Segunda imagen: La misma niña intentando anotar un punto (Encestar la pelota en el aro) el padre la maltrataba aún más y ella comenzaba a dudar de si era realidad lo que ellos (Su padre y su hermano) decían; que era un inservible ser que habitaba esta tierra

Tercera imagen: La niña terminó siendo ¿Yo? (O al menos Valeria se llama) se encuentra con su madre y ella le dice que la va a librar de su padre y hermano, entonces le entrega unas pastillas que la duermen, también descubre que en el ¿Recuerdo? Tiene cinco años.

Si esa niña era yo ¿Que hacía acá? ¿Como había llegado a estos padres? Y aún más raro es saber que yo no salí del vientre de la Mujer que vive con migo, cosa que no cambia que sea mi madre, siempre la vi como mi mamá y eso nunca va a cambiar.

Una Foto de mi mesa de noche llamo mi atención estaba con mi familia ¿Actual? Y tenía sentido mi teoría, no me parecía en lo absoluto a ellos y hasta hace poco no recordaba nada hasta mis seis años.

Aunque aún no quiero tocar el tema con mi familia, ni siquiera sé si esa persona soy yo, también existe la posibilidad de que no lo sea y no me quiero anticipar. Además no quiero causarles problemas a mis padres, apenas están volviendo a entenderse luego de una serie de días de pelea.

Guarde mi cuaderno en mi mochila, esto es un tema que voy a investigar. Con ayuda si es necesario, pero estoy segura de que no quiero, por ahora, que mis padres interfieran en esto.

Seguí dándole vueltas al tema en mi cabeza, releía la hoja una y mil veces y seguía sin entender bien que era esto. Si mi imaginación lo proyectaba o si era real.

Perdí la noción del tiempo, tanto que sonó el despertador y a diferencia de otras mañanas, no me costó levantarme ya que estaba despierta.

Baje a desayunar con el uniforme puesto, observe detenidamente a mi mamá preparando el café de mi papá. Me fijé en cada uno de sus rasgos, su teñido cabello y las raíces del color original, luego mire el mío, su color era parecido pero no el mismo. El mío era aún más oscuro. Mis ojos verdes no encajaban con los suyos que son color miel y mucho menos con los de mi papá que tienen un marrón intenso y oscuro, casi negro.

Mi papá se sentó en la meza y ahora observaba a los dos y comparaba rasgos. La tez de mi piel era blanca, demasiado tal vez, blanca como el papel y mis padres tenían un tono claro, pero bronceado. Mis pecas no tenían lugar en sus rostros, mi mamá no tenía ninguna mancha en el y mi papá tan solo dos lunares en sus cachetes.

Y luego estaba la forma de mi pelo, este era casi lacio pero con pequeñas ondas en el medio, mi madre tenía el pelo tan lacio que parecía planchado y mi padre tenía unos pequeños rulos que se esparcían por toda su cabeza

Aunque nos recorran de pies a cabeza, no había parecido alguno.