10. ELLA ES MÍA

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Otra clase aburrida y sin más novedad que un examen sorpresa de historia contemporánea para la semana siguiente.

¿Por qué los profesores siempre esperaban a las últimas semanas para poner todos los exámenes?

Marinette se había quedado absorta en sus pensamientos, mirando el asiento vacío del pupitre de enfrente con la barbilla apoyada en su palma.

Gato tonto.

Alya miró por el rabillo del ojo a la azabache, con una mueca curiosa por lo que fuera que estuviera pasando por su cabeza.

No acababa de entender el extraño comportamiento del rubio, más cuando hasta la fecha se había mostrado siempre tranquilo y bien educado. Aunque claro, si bien Adrien era la calma, su alter ego era la tempestad.

Al terminar la hora, todos se recogieron en grupos, saliendo del aula animadamente y conversando entre sí.

- ¿Qué te parece si vamos de compras? - sugirió Alya con entusiasmo- podríamos ir a mirar algo de ropa.
- Eso suena genial, llevo tiempo queriendo ir a comprarme un vestido.

La morena se detuvo en la puerta, captando la atención de su mejor amiga al mirar en donde su mirada ámbar se había posado.

- ¿Luka?

El muchacho estaba recargado en la pared del pasillo, en una actitud desenfadada, con una sonrisa ladina en los labios al ver a la pelinegra acercarse hacia él.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó curiosa- ¿buscas a tu hermana?
- No. - la tomó de la mano por sorpresa, ensanchando su sonrisa- en realidad, vine a verte a ti.

Los que presenciaron la escena se quedaron con la boca abierta, mientras que la ojizarca notaba como sus mejillas llameaban, apartando la mano de forma sutil.

- ¿Y q-que querías?
- Me preguntaba si tendría el honor de salir contigo.
- ¿Conmigo? - cuestionó señalándose a sí misma, desubicada- ¿Quieres salir conmigo?
- Claro. - se fregó la nuca, dedicándole una mirada arrebatadora- solo si tú quieres.

¿Pero qué pasa aquí? Tres confesiones en un día. ¿Quién más falta? ¿Kim? Oh, dios. Espero que no.

Marinette no sabía qué decir. El chico era muy atractivo, y sería idiota si dijera lo contrario, pero su corazón se encontraba indeciso.

Bien podría salir con él, tampoco tenía porqué pasar nada raro.

- Pues...
- Ni hablar.

Todos se voltearon en dirección a una de las ventanas del pasillo, viendo en el marco, al heroe de vestimenta felina contemplándolos con repulsión.

- ¿Chat Noir? - cuestionó la pareja de aludidos al unísono-

El rubio se aproximó paulatinamente hacia ellos, con sus esmeraldas reclamando lo que consideraba que era suyo, impasible al fijarse en aquel rival con aires de grandeza.

Chat se interpuso entre Luka y Marinette, plantando cara a su oponente en un pose defensivo y amenazador.

¿Se puede saber qué pretende?

La azabache le dio un toque en el hombro al joven gatuno, no consiguiendo que le devolviera la mirada.

- ¿Chat ha pasado algo? ¿Hay algún akuma? - preguntó con una risa nerviosa-
- No.

Esto no me gusta nada.

- Perdona si pregunto, pero... - empezó Luka apaciblemente- ¿a qué has venido?

De perdidos al río. No sé si quiero escuchar la respuesta.

- Vengo a buscar a Marinette. - confesó con una expresión severa-
- ¿A Marinette?

[+18] I CAN'T LIE - Adrinette/Ladrien/Ladynoir/MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora