MARVEL One - Shots

Pietro Maximoff

-Pietro, escuchame, para ya.- dije intentando de quitarlo de mi camino. El me sostuvo de los hombros y miró a los ojos. -Pietro...- dije esquivando su mirada, llevábamos un mes separados. Después de que empezara a cambiar yo no soporte el nuevo el que era, y decidí terminarlo.

-No. Casandra, amor escuchame a mi. Necesito solo una oportunidad más. Solo una amor. ¿Eres verdaderamente feliz con el? Tú dirás si; pero créeme que tal vez yo no soy el mejor de los dos pero, soy el que no te dejará en las buenas y en las malas soy el que te va a cuidar mucho, el que te ama con todo el corazón. Te amo tanto que te digo rogando hasta un mes después y los meses que pasen ahí estaré y si me das, una sola oportunidad más. Seré lo que más quieras porque tú eres lo que más quiero. No tengas miedo a ser feliz, no tengas miedo de vivir esos momentos tan bonitos que pasamos.- Decía mientras me intentaba detener, yo seguía sin mirarlo a los ojos hasta que me tomo entre sus brazos y juntos llegamos rápidamente a su habitación. -Demonios Pietro! te he dicho que no me gusta viajar así con tus poderes!- dije mirándolo furiosamente.

- Al menos ahora me miras.- dijo sonriendo. Aparte mi mirada rápidamente y escondí mis mejillas rojas y una sonrisa que se me quería escapar de los labios. - Casandra, amor necesito que me escuches, se que el puede hacerte feliz, pero yo te amo mas. Se tantas cosas de ti. Se sobre que cuando estas enojada tus ojos se agrandan y quieres parecer enojada pero una sonrisa se te escapa. Se sobre el lunar que tienes en la espalda. Se que no te gusta que te vean ruborizada. ¿Te acuerdas de todas las promesas que hicimos juntos?- sus ojos se clavaron en los mios, demonios, sus ojos azules.

- Pietro... ¡soy feliz!- dije harta. - ¿No dijiste que me querías ver feliz?- dije con una voz quebrada. No lo soportaba. Que primero me engañara, después que volviera, para luego saber que yo era "la segunda" y que volviera una vez más dejandome totalmente atónita con su pelo platinado y sus ojos turquesa. No era justo. No iba a permitir que volviera a pasar. Pietro Maximoff, no me vería llorar.

Suspire completamente harta. - Escúchame bien Maximoff, porque solo te lo diré una vez. Estoy harta de tu porqueria. Harta de ti. De que creas que solo por tener ojos azules y el cabello platinado me volveras a enamorar. Dices haber cambiado, lo cual sinceramente no creo, pero si es asi lamento decirte que yo tambien cambie, y estoy cien porciento segura de que tu, no eres nada para mí.- Vi como sus fuertes ojos, se quebraban y se llenaban de lagrimas, me senti mal y cuando estaba a punto de quitarle las lágrimas de los ojos, de decirle que estaba bien, que podiamos ser amigos, me detuve. - No caere de nuevo, Maximoff.- dije susurrandole, después me voltee y camine al contrario de donde estaba el.

- ¡Cassandra! ¡Te amo!- dijo gritándome desde lejos, yo solo seguí mi camino. - Maldita sea.. Cassandra, hermosa.. princesa... vuelve...- segui caminando por mi camino, sin voltear hacia atras. Su voz quebrada se perdía cada vez que avanzaba más.

Ya no lo necesitaba. ¿Lo mejor de todo?

Ya no lo amaba.