PRÓLOGO

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Día 3287, equivalente a nueve años. (Según cálculos previos provistos por el alguacil Stevens)

• Me han llevado a una sala blanca, las paredes estaban cubiertas por almohadones. Sólo había una superficie que llamó mi atención, era plateada y en ella podía ver a otra persona. Según me dijo la doctora Majory, esa niña era yo. Podía verme reflejada en ella.
• Tengo los ojos azules, parecen excesivamente vivos, mi pelo es negro y tiene rizos, hoy estaba recogido en dos trenzas que el alguacil Stevens me había hecho. La doctora Majory dice que soy alta para mi edad, dice que hoy es mi cumpleaños número 9. Decidí que no pondré números a las páginas de la libreta sino que contaré los días para después hacer cálculos de mi edad.
• Me han hecho otro análisis de sangre, cuando he salido de la sala para volver a mi habitación me han vendado los ojos y la doctora Majory se ha despedido de mí con una sonrisa.
• He intentado memorizar los pasos y giros del trayecto hasta la sala con almohadones pero en el séptimo giro a la izquierda he contado mal. Si vuelvo a ir a la sala intentaré estar más atenta y memorizar mejor. El alguacil Stevens me ha dado hoy esta libreta, dice que cuando llene las páginas podré añadir más y que él será el encargado de dármelas. Dice que puedo escribir lo que hago todos o casi todos lo días para no olvidar nada.
Porque ese es mi problema, me olvido de algunas cosas.

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