Hagamos un ejercicio de imaginación.
Imagina vivir sola entre cuatro paredes, no ver nunca el exterior de esas cuatro paredes, no saber en qué año vives desde que naciste, no saber ni tu apellido, que te educaran unos alguaciles, vestir la misma rop...
• He visto imágenes mientras dormía. Nunca me había pasado. Es algo bonito. He sentido que flotaba, pero en el agua, estaba rodeada de ella pero no me ahogaba. Me he despertado y he encontrado la cama mojada, creo que he hecho pis en ella. • La alguacil Démez me ha entregado otra nota, esta era más corta que la anterior, ponía "120 horas desde ahora". Sé lo que significa. • La venda de mi brazo derecho está intacta. • Ha aparecido una marca negra en la cara interna de mi brazo izquierdo, era una línea negra, fina. Tenía forma de una "h" pero con los ángulos mucho más rectos.
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• He tenido cuidado de no levantar las mangas del mono para que no se vea.
• He retirado la venda de mi muñeca y he encontrado un pequeño bulto, lo he tocado y ha dado un leve calambre. • Jack me ha enseñado a disparar, he utilizado un arma llamada arco. Me gusta. Las flechas son suaves, frágiles, pero lo suficientemente duras para clavarse en una lámina de madera sintética. • La sala de entrenamiento es el único lugar donde veo a tantas personas juntas. Puedo analizar sus movimientos, sus expresiones. Empiezo a reconocer movimientos repetitivos en sus gestos y en su forma de relacionarse. • Sigo moviendo la cama a las mañanas, cada vez es un movimiento mucho más fluido y sencillo. • Escondo la caja de fuego en la funda de la almohada, sé que no vieron el acto de hace unos pocos días las cosas de las esquinas, confío en la alguacil Démez.