Culpable a toda costa

42 14 11
                                    

Habían pasado ya un par de meses desde que todo comenzó, las pesadillas eran cada vez más frecuentes, los temblores me atrapaban y los fantasmas me perseguían, me sentía enojado y frustrado.

De pronto mi móvil suena lo desbloqueo, era un mensaje de Luck "Bro, tiene días que no te veo ¿Ocurre algo" Hago una mueca y comienzo a escribirle una respuesta "Todo bien, nada de que preocuparse, solo estoy resfriado" Tarda un par de segundos en contestar "Okey bro, si tú lo dices, quizá más tarde me pase por tu casa" sentí un escalofrió recorrerme al leer eso último, no quería que Luck me viera así, diría que estoy fatal ¡Cuando no es así! O peor me arrastraría fuera y lo último que quería en este momento era salir, rápidamente le escribo una respuesta "Descuida Luck no es necesario, te veo el lunes" pulse enviar y de inmediato vote el móvil sobre la cama, seguido de ello frote mis manos tratando de calmar el escalofrió que me recorre, de pronto siento su aliento en mi cuello, me cubro con la manta, sé que no está ahí ¡nada es real! ¡no está ocurriendo! simplemente estoy demasiado estresado y no he dormido bien

*Sigue creyendo eso*

Me doy la vuelta, miro tras mi hombro tratando de buscar el origen de esa voz  —¿Quién dijo eso?.

*Tu quien crees* ahí estaba otra vez, burlándose de mi

—¡¿Quién eres? —gritó cansado, en ello la puerta de mi cuarto se abre haciéndome pegar un brinco sobresaltado, mi madre asoma la cabeza por la hendidura y me observa—Soy yo.—me tranquilizo un poco al verla pero no logro controlar los temblores que me recorren, al ver que solo la observó entra y pone una mano en mi frente—Cariño te encuentras bien, estas muy pálido ¿quieres que te lleve al médico?

—Estoy bien mamá, solo algo cansado, no necesito un doctor

*Eso es lo que tú crees*

— ¡Cállate!—exclamo por lo bajo un tanto molesto, mi madre arquea una ceja, creo que me ha escuchado.

— ¿Dijiste algo?—niego, ella asiente—¿Seguro?.—Vuelvo a asentir pero ella no parece muy convencida y vuelve a poner su mano sobre mi frente—Cariño yo creo que...

—¡Ya te dije qué estoy bien!

Mi madre me mira un poco asustada, me doy cuenta de mi error y la abrazo
—Perdon no era mi intención, solo estoy algo estresado.

Ella duda un momento pero asiente
—¿Necesitas algo?

—No ma, gracias, solo dormiré un rato.

—Esta bien, se ve que necesitas descansar, venía a avisarte que iré a la tienda vuelvo en un rato, márcame si cambias de opinión y quieres que te traiga algo.—me limitó a asentir ella sale del cuarto y cierra la puerta despacio, la escucho bajar las escaleras y  suspiro, todo está en silencio, trato de retener esa paz en mi mente, desearía que durara para siempre.

*Sigue soñando*

Puf, así de rápido se esfuma aquella paz, comienzo a hartarme, cojo un libro del estante y lo arrojo a la nada

—¡Lárgate de una maldita vez! —exclamó molesto, pero para mí mala suerte el libro va a estamparse contra el anaquel haciéndolo caer, entonces me doy cuenta y corro, recojo el portaretrato, el cristal se ha hecho añicos, una lágrima corre por mi mejilla, aquella foto era todo lo que me quedaba de él, era todo lo que tenía y la he destrozado

*Es lo único que haces destruir, así como lo destruiste a él*

—¡Cállate! ¡maldición cállate! Nada de eso fue mi culpa, todo fue un accidente, yo... yo no tuve la culpa, no quería que pasara, fue algo que solo paso.

El torbellino del trance (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora