¿Cuál es la verdad?

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Abro los ojos, todo está obscuro, a lo lejos escucho el pitido de un monitor, la luz se enciende me encuentro en la puerta de un cuarto de hospital, escucho que alguien dice mi nombre así que abro la puerta y salgo al pasillo, veo a mi madre hablando con un doctor, esperen... ¿Por qué está llorando?

Me acerco a ella y pongo mi mano sobre su hombro - ¿Qué sucede? -pregunto, pero ella no se inmuta ante mi pregunta, fue como si no me hubiese escuchado

- ¿Mamá puedes oírme? -le pregunto un poco más fuerte con la esperanza de conseguir una respuesta y descubrir qué era lo que estaba ocurriendo, pero nuevamente no obtengo respuesta, ¡¿Qué estaba pasando?! ¡Por qué no me escuchaba?! ¡¿por qué no respondía a mis preguntas?! ¡¿Por qué me ignoraba si estaba a su lado?!

- ¡Ella no puede oírte, nadie puede! -dijo una voz a mis espaldas, me volteo topándome con aquella chica de ojos de gato que había visto hace unos minutos, camino hacia dónde está y la encaro.

- ¡¿Cómo que no pueden oírme?!

-Ante sus ojos no existes, no pueden verte ni escucharte, solo yo puedo...

No quería creer en sus palabras ¿Cómo que no existía? ¿Quién me aseguraba que no mentía? ¿Acaso estaba soñando? Si, eso debe ser estoy soñando, es la única explicación lógica, pero... ¿Y si no es un sueño? ¿Y si es real? Entonces ¿Quién era ella? Y ¿Por qué podía verme si el reto no?

- ¿Quién eres tú? -pregunte un poco asustado, ella sonríe maliciosa, algo en sus ojos resplandece, resplandece como lenguas de fuego

-Antes de contestar a tu pregunta, hay algo que debes ver, sígueme.-ella abre la puerta por la que minutos antes había salido y entra, yo entro tras ella, el cuarto está a obscuras, entonces ella enciende la luz !no podía creer lo que veían mis ojos¡ ¡era yo!, varios tubos salían de mi cuerpo, una mascarilla tapaba mi rostro, el cual estaba lleno de moretones, un aparato marcaba los latidos de mi corazón, pib, pib, pib, en eso el aparato hizo un sonido extraño, un grupo de enfermeras entró corriendo con otro extraño aparato ¡Lo estamos perdiendo! ¡Carguen el desfibrilador! ¡Fuera tú, fuera yo, fuera todos, despejen! entonces puso el aparato en mi pecho y este se elevó, sentí como la corriente me atravesaba ¡No está funcionando, recarguen!, tarde un par de segundos en entender la escena...

- ¡No, no puede ser, no puedo estar muriendo debes hacer algo! -me arroje contra la chica suplicante, ella rio y me arrastro fuera

-Tranquilo Eidrihan no vas a morir... al menos no todavía, no te llevaré, no hasta que descubras la verdad. -a los pocos segundos las enfermeras salieron del cuarto, ella dio media vuelta y comenzó a alejarse, yo corrí tras ella mientras gritaba

- ¡Espera! ¿Llevarme? ¿Cuál verdad? - entonces se dio la vuelta y sonriendo respondió

-Yo soy la muerte Eidrihan y la verdad, es algo que debes descubrir tú mismo. -tras decir esto desapareció...

Traté de buscarla, pero no pude hallarla, se había esfumado, finalmente desistí y volví al cuarto, el monitor sonaba nuevamente pib, pib, pib eso me tranquilizó, mi madre estaba sentada en el borde de la cama llorando

- ¡Cómo no me di cuenta antes, todo es por mi culpa, primero perdí a Alan y ahora esto, no creo poder soportar perderte a ti también! -me senté a su lado y la abracé, sabía que no podía oírme, pero necesitaba tratar de consolarla, no soportaba el verla así tan...tan destrozada.

-Esto no es tu culpa, nada lo es, tú fuiste y eres una gran madre, él único responsable de todo soy yo ¡yo fui el culpable de su muerte! ¡Yo provoque todo esto! ¡Yo, no tú! -ella seguía llorando en silencio, aprieto mis puños con fuerza, desearía poder hacer algo para hacerla sentir mejor, ag, me sentía tan impotente, en ese momento la puerta se abrió, deseaba que fuese ella, necesitaba saber la verdad, pero no, no era ella, ella no estaba ahí, el doctor se asomó al cuarto, suspire, esperaba que fueran buenas noticias...

El doctor entro- ¿Doctor cómo está mi hijo, se pondrá bien? -pregunto mi madre un poco cabizbaja, el doctor la miro, sin saber muy bien que decir, suspiro y dijo

-Señora no sé cómo decirle esto, su hijo está en coma, le haremos un par de estudios, pero... no puedo darle ninguna garantía, es probable que no despierte nunca.

Mi madre rompió a llorar, su llanto era desgarrador, ya no pude más, abrí la puerta y salí corriendo, tenía que escapar, tenía que alejarme lo más posible de aquí, tal vez entonces está pesadilla dejaría de ser verdad...

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El torbellino del trance (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora