Una hora ha pasado desde que comenzó la clase de música...
Una hora estando junto a Taylor...
— Muy bien chicos. Ya hemos decidido al fin las canciones que vamos a ensamblar... — dijo el profesor Smith con voz imponente — Ahora, voy a pedir que cada vocalista pase a cantar lo que quiera en la próxima media hora que queda de clase.
Mi piel se erizó al escuchar aquello.
— Vamos, ¿Quién inicia? — dijo el señor Smith al ver que nadie se movía.
— Evolet, vas.
La voz susurrante de Taylor sonaba a lado de mi oreja.
— No, no. Yo no... es que yo... — dije tartamudeante.
— Señorita Hall. Pase, por favor — la voz del profesor resonó en toda el aula.
Mi mirada ya no estaba fija en los ojos de Taylor, estaba fija en el rostro molesto de mi profesor de música.
Sin decir más, suspiré, me levanté de mi asiento y me dirigí al centro. Quince pares de ojos me observaban detenidamente, esperando a que mi boca emitiera sonido alguno.
Miré a Taylor y me sonrío. Movió los labios diciendo algo en el aire sin producir sonido. Pude leer su boca y me decía "Vamos, tu puedes".
Respiré hondo y comencé a cantar.
— Ben, the two of us need look no more, we both found what we were looking for...
Miré a todos mientras cantaba y los nervios me recorrían lentamente. Me iba a volver loca.
Dirigí mi mirada hacía Taylor. Siempre me sonreía cada que volteaba y talvez... sólo talvez, esa sonrisa fue mi motivación.
Al pasar de la letra, de las notas que emitían mis cuerdas vocales y del tiempo, la pena y los nervios iban disminuyendo. Cerré los ojos para sentir mi voz.
Finalmente, terminé. Abrí los ojos y vi cómo todos en la sala me aplaudían.
Miré a Taylor y acompañaba lo aplausos junto con los demás sólo que él dibujó una gran sonrisa en su rostro.
Me sentí bien.
Después de unos segundos, me fui devuelta al lugar donde estaba.
— Caramba... — volteé repentinamente hacia Taylor — Evolet, cantas... hermoso. ¿Has pensado entrar a algún concurso o algo por el estilo?
— Gracias, Taylor — respondí tranquilamente — y sí, claro que lo he pensado pero... no hay nadie quién pueda llevarme.
— Oh... Que lástima — dijo con tono triste y haciendo mueca — Eres como una estrella a la que no le dejan brillar... — mencionó sin dejar de tocar su guitarra. Volteó a verme y guiñó su ojo derecho.
Mis mejillas se calentaron... sólo un poco.
Pasó la restante media hora de clase y cada uno de mis compañeros demostraron que son dignos de estar ahí.
Al término de la clase, todos ya habían recogido sus instrumentos para después marcharse. Taylor todavía estaba guardando su guitarra.
— Adiós Taylor. — me despedí. Volteó sorprendido por mi repentino comentario.
— Oh... adiós Evolet — dijo con una sonrisa.- Te cuidas.
Me dirigí a la salida ya que, casi todos ya se habían ido. Estaba por salir cuando, de pronto, escuché una voz.
— ¡Señorita Hall! — gritó mi profesor desde el otro lado del aula.
¡¿Qué hice?! Talvez desafiné... o... algo hice mal... ay no...
Volteé para dirigir mi mirada al profesor.
— ¿Si?
Ya valí.
— Ven, porfavor.
Me dirigí hacia donde se encontraba el señor Smith. Mis pasos eran lentos y temerosos.
— Párate justo aquí. — dijo señalando el suelo frente a él.
Hice lo que me pidió sin comentar nada.
— ¿Qué estamos ha...?
— Cántame la escala de DO — me interrumpió antes de poder terminar mi pregunta. No entendía nada pero... obedecí.
— Do Re Mi Fa Sol La Si Do- canté haciendo cambios en mi voz con la respectiva nota.
— Bien, ahora, al revés.
¿Es una broma? Eso es fácil.
— Do Si La Sol Fa Mi Re Do.
— Fuiste a clases de canto, ¿verdad?
— ¿Cómo es que lo su...?
— Cada que tengo alumnos nuevos, les pregunto la escala de DO al derecho y al revés. La mayoría de los que han ido a clases me supieron decir con facilidad la escala al revés — Oh vaya... Esa no me la esperaba — ¿Por cuánto tiempo has tomado clases?
— 8 años. Con mi anterior profesor de música — contesté suponiendo que me iba a preguntar con quién.
— Me gustó cómo cantaste, Hall. Me gustaría que te unieras al grupo de avanzado de la preparatoria... ¿te interesa?
"¡Es enserio! Eso me encantaría, profe. Gracias. ¡Usted se merece el mundo entero!"
— Si, claro. ¿Qué días?- dije intentando controlar mi emoción.
— Tus clases con el grupo al que entraste hoy son los Martes y Jueves. Avanzado es en Lunes y Miércoles.
Me quedé pensando un poco. Pensé en que talvez mis padres no podrían recogerme más tarde pero, después recordé que mi madre necesita más tiempo de trabajo por la situación en casa...
— Muy bien, profe. Lo veo mañana entonces.
— Gracias señorita Hall — dijo sonriendo. Vaya que la sonrisa del señor Smith es algo inesperado.
— Gracias a usted por invitarme — comenté regresando la sonrisa.
Me di media vuelta y veo que Taylor aún está en el salón. De seguro escuchó todo.
— ¡Evolet! Felicidades. Rara vez el profe invita a avanzado a alguien los primeros días. Sí que tienes talento, niña.
Espero que no vea el rosado en mis mejillas... talvez no lo vio por mi ligera tez morena que lo logró disimular un poco.
— Gracias, Taylor. Linda tarde — sonreí.
Finalmente, me dirigí a la salida para poder ir a casa.
Mientras caminaba, saqué mi celular para ver la hora.
4:00 PM.
Desbloqué la pantalla y vi el mensaje de mi papá diciendo que ya está llegando a la entrada principal.
Caminando y viendo el celular, siento que choco ligeramente mi hombro con alguien. Volteé y vi a un chico vestido de negro por completo, su fleco largo que cubría más de la mitad de su rostro y un poco de delineador en el único ojo que se le podía ver.
— Lo siento — dijo con voz tímida. Siguió su curso con la cabeza baja y con la mirada pérdida en el suelo. Se veía que tenía algo...
Sin más, yo también continúe con mi camino.
Ya estaba con mi padre y lo saludé como siempre.
Llegamos a casa, comimos, realicé labores y me dirigí a a la cama para poder dormir.
Otro día, había finalizado.
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Se Suponía...
RomanceEvolet Hall es una chica común. Taylor Wood es un chico... no tan común. Dos caminos que se cruzan pero no como ellos esperaban...