El frío era cada vez peor mientras caminábamos. Le dije a Vanessa que pidiéramos un taxi para ir al hotel donde se hospedaba, pero se negó.— Vamos, Vanessa. Hace frío y tú vienes vestida como si fuera primavera.— le dije un tanto molesto pues yo también sentía que iba a morir de hipotermia. Además, ella no pareciera querer estar conmigo pues iba unos pasos más adelante que yo.
— Uy perdón. Yo pensé que los abrazos de ésa ya eran suficiente para calentarte.— Ni siquiera volteó a verme.
Ya va a iniciar otra vez. Decidí mejor evadir el tema... porque yo solo me confundo más pensando en ello.
— Mejor dime, ¿Por qué viniste a la ciudad?— puede que sea mi novia, pero no vino por mí. De eso estoy seguro.
— Vine para conocer a mi medio hermano.
Detengo mi caminata en seco sorprendido de lo que acababa de escuchar.
— ¿Qué? ¿Tienes un...?
— Sí así es, tengo un medio hermano— finalmente se detiene y gira para verme.— Lo descubrí hace unos meses— bajó la cabeza algo triste y yo seguía en shock por la noticia.
— ¿Cómo lo descubriste?— pude decir después de unos segundos.
— Encontré unas cartas en el buró de mi padre. Yo estaba buscando una pluma y simplemente las encontré así que las leí— sus ojos comenzaban a verse cristalinos por las lágrimas.— Eran de la madre de mi hermano— el silencio comenzó a apoderarse de nuestra conversación pero finalmente su llanto rompió ese silencio.— ¿Sabes? Todo este tiempo me sentí tan sola desde que mamá murió, incluso con mi padre en casa pero... él siempre está trabajando y el tiempo que está en casa solo lo ocupa para dormir por el cansancio— no paraba de llorar.
¿Qué se supone que debería hacer? Mi novia está llorando pero no sé si consolarla... siento que lo nuestro ya no es sincero desde hace unos meses.
Ella seguía cabizbaja y no parecía querer verme.
— ¿Tu padre sabe que estás aquí?
— Te agradecería que no le dijeras— consigue calmar su llanto y se secó las lágrimas con su mano.—Cuando se enteró que supe la verdad, me prohibió actuar... pero no me podía quedar con los brazos cruzados, debo encontrar a mi hermano— se detiene por un momento para subir su cabeza y mirarme.— Es mi familia y ya no quiero sentirme sola.
Sabía que lo último lo decía por mí también. No la culpo, yo también me sentiría solo.
— Lo siento...— fue lo único que conseguí decir.
— Sí bueno, cómo si eso arreglara lo que acabo de ver.
Últimamente no he estado haciendo las cosas bien. Sabía que tenía novia pero aún así me enamoré de otra chica, la intenté besar en su habitación y aún no soy capaz de terminar las cosas con Vanessa. Siento que no puedo dejarla en un momento así en su vida...
Alguna vez amé a la chica de pelo rubio frente a mí pero... ya no es la misma y yo tampoco. Vane ha cambiado mucho desde la muerte de su madre hace medio año. Éramos felices hasta que me dió la noticia de su pérdida y de su mudanza a otra ciudad.
— Taylor, yo...— la voz junto con el suspiro ensordecedor de aquella chica me saca de mis recuerdos— lo siento.— Eso no me lo esperaba.
— ¿Eh?
— Lo siento por tratar así a tu amiga. No pensaba lo que hacía o decía.—Oficialmente, me había quedado sin palabras para ese momento.— Sabes que no soy así... bueno, supongo que no soy yo misma desde hace meses. Desde que me fui de aquí a vivir con mi padre, todo mi mundo ha cambiado demasiado y eso me ha cambiado a mí. Yo...— se detuvo para abrazarse a sí misma— pensaba que el divorcio de mis padres era lo peor que me pudo haber pasado hasta que perdí a mi madre en ese accidente.
El llanto volvió y fue ahí cuando me di cuenta de lo que está en su mente. Probablemente ésta es la primera vez que logro entender lo que piensa aún después de tantos años de conocerla.
— No-no te preocupes, Vane— me acerco a ella y le doy un amistoso abrazo mientras ella seguía llorando.— Sé lo mucho por lo que has pasado y no te voy a abandonar.
— Lamento haberte rastreado, es solo que me sentía sola...
— Lo sé, lo sé. Ya no hables.
Ella acepta el abrazo y después de unos segundos, se aleja suavemente de mi cuerpo.
— Taylor, sé que esa chica te gusta.
Mi respiración se cortó por un segundo.
— Yo... Vane, yo...
— Es linda— suelta una pequeña risa aireada.— Es perfecta para tí.
Mis ojos no dejaban de verla sorprendido.
— Vamos, Taylor. No me mires así— se dibuja una media sonrisa en su rostro.— Deberías agradecerme, estoy terminando contigo para que puedas estar con ella.
Yo seguía sin saber qué decir. ¿Cómo se supone que debo contestar a eso? ¿"Gracias, Vane"? No... eso no suena bien.
— No necesitas decir nada. Sé que lo nuestro dejó de funcionar hace mucho y te quiero pero... supongo que ya no nos amamos como antes.
— Vane, yo...
— No te preocupes por mí, estoy bien. Encontraré a alguien, yo lo sé— sonríe, se da la vuelta y comienza a caminar de nuevo.— Además, no me mereces. Soy mucho para ti.
Me apresuro a llegar a su lado y me acoplo a su caminar.
— Lo eres.
Me voltea a ver y solo me regala una sonrisa.
— Te acompañó hasta el hotel. No quiero dejarte sola de noche.
— Okey, aceptaré que me acompañes como una disculpa.
Seguíamos caminando.
— ¿Puedo preguntarte algo?
— Ya lo hiciste.
— Que graciosa.
— ¿Qué quieres preguntarme, enojón?
Me río a mis adentros, hace mucho no me sentía tan bien a su lado.
— ¿Cómo supiste que tu hermano vive aquí?
Escucho un suspiro que Vanessa emite.
— Las cartas. La dirección es de aquí solo que aún debo averiguar la dirección de su casa.
— ¿Cómo lo harás?
— No tengo ni idea... solo sé que lo voy a encontrar. Tengo una foto de él, venía en una de las cartas... el problema es que es una de él cuando era bebé.
— ¿Sabes su nombre al menos?
— Cameron, se llama Cameron.
ESTÁS LEYENDO
Se Suponía...
RomanceEvolet Hall es una chica común. Taylor Wood es un chico... no tan común. Dos caminos que se cruzan pero no como ellos esperaban...