1. El origen

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Llevo 13 años viviendo en un orfanato porque mis padres me abandonaron nada más nacer, según la carta que dejaron en la cesta junto a mi pequeño cuerpecito de bebé recién nacido que la directora Susan me mostró, ellos eran dos adolescentes de 16 años, Leroy y Emma, y me habían abandonado para que pudiese tener una mejor vida ya que ellos no se veían capaces de criarme.

¿Mi opinión? Eran un par de irresponsables e inmaduros, me habían abandonado sin siquiera darme opción a elegir si yo quería alejarme de ellos, no tienen ni idea, no tengo una mejor vida aquí, han pasado 13 años, 13 malditos años y no he recibido ni una visita. ¿Mi opinión? Tuvieron una noche loca y sufrieron las consecuencias, probablemente les obligaron a tenerme o simplemente no tenían dinero para abortar. ¿Mi opinión? No les importé en su momento ni les importo ahora, se dicen a sí mismos eso de la mejor vida para no sentirse mal por haber abandonado a una pequeña niña.

De pequeña soñaba con ver a mis padres aparecer por la puerta, diciéndome que lo sentían todo y que seríamos una familia feliz, mil veces soñé aquello y mil veces desperté decepcionándome.

Caminaba hacia el comedor para desayunar junto a todos aquellos niños que me odiaban desde que había llegado, que me veían como a un monstruo, porque, al fin y al cabo, eso era. Claro, creo que no mencioné ese pequeño detalle, volveré a presentarme, me llamo Alice, tengo 13 años y... Soy una mujer lobo.

Pensaréis "sorprendente, una mujer lobo ¡Qué guay!" Pues permitidme que os baje de las nubes, no es guay. Las películas de Hollywood lo muestran todo muy bonito, un hombre lobo primero marginado pero de pronto aparece una niña bonita, se enamora de él e ignora ese pequeño detalle para poder vivir felices.

Nada más lejos de la verdad, cuando eres una mujer lobo todos te hacen el vacío, te marginan como si tuvieses la peste, de pequeña me sentía mal, pero aprendes a vivir con ello y... Terminas entendiéndoles, quieren seguir vivos, y posiblemente sí se acercan a mí mueran de una de las peores maneras posibles. Y aún no os he contado lo mejor, mañana es mi primera luna llena desde que los poderes florecieron, ya estoy sintiendo ese cosquilleo en las extremidades, a veces me dan esas punzadas de dolor en la cabeza, estoy aterrorizada...

Llegué al comedor y después de coger tostadas y un vaso de leche con cacao me dirigí a una mesa situada en el rincón más alejado de todos, llamadme antisocial, pero sentarme con personas que me temen y que cada vez que pueden me dejan en ridículo no me hace especial ilusión. Os preguntaréis cómo es que no me han echado del orfanato... Les pareció buena idea experimentar conmigo... Estuvieron rápidos, llevan un mes con los malditos experimentos, hay días que no puedo ni con mi alma... Estoy harta de vivir aquí. En ese momento vi como Wally, uno de los chicos más idiotas que he conocido en mi vida, se acercaba a mi mesa... Yupi.

- Los monstruos no comen con los humanos, comen solitos y alejados -me dedicó una sonrisa de suficiencia que despertaron en mí unas ganas impresionantes de partirle la cara de un puñetazo, pero... Después de vivir aquí tantos años escuchando como te humillan, insultan, etc... Te deprimes, tu autoestima básicamente se evapora.

- Y-yo... -le miré algo nerviosa mientras sus amiguitos se reían sin disimularlo- entonces deberíais a un rincón alejado, el sótano por ejemplo... -susurré mirando al suelo, no sé de dónde saqué esa "valentía" para plantearle cara y contestarle... Pero fue una mala decisión, pésima mejor dicho.

- Perdona, monstruita, creo que no te he escuchado bien ¿Cómo has dicho? -Me miró de forma que comprendí que si tuviese alguna forma de matarme lo haría sin pensarlo.

- He dicho que vosotros sois los monstruos que deberían ir al sótano -le miré seria intentando infundir miedo, eso empeoró la situación.

- Creo que debemos enseñarte modales, monstruo. ¡Al sótano! -Entre Wally y sus dos amigos me sujetaron y me condujeron al sótano.

Ese idiota moreno de ojos azules era odioso, más de una vez había tenido ganas de golpearle, pero como dije mi autoestima es inexistente. Me llevaron al sótano y me bajaron por la escaleras, yo forcejeaba intentando soltarme pero ellos tenían 15 años y yo 13, vosotros diréis "Eres una mujer lobo ¿Por qué diablos no utilizas tu poder?" Pues básicamente por dos razones:

1. Probablemente si sacase mi poder me descontrolaría completamente y terminaría matando a todas las personas que viven en este lugar... Aunque... Ahora que lo pienso eso no estaría tan mal.

2. Porque tenía mucho miedo y no era capaz de sacar las garras ni nada... Simplemente no fui capaz de defenderme.

Cuando llegamos a la puerta del sótano me tiraron escaleras abajo, fue bastante doloroso la verdad, eran varias escaleras y llegué al suelo echa polvo. Caí de boca, tenía muchas magulladuras por todo el cuerpo y cuando llegué al suelo abrí poco a poco los ojos. Vi como Wally y sus amiguitos bajaban lentamente las escaleras mientras se reían de mí. Me había golpeado la cabeza y me pitaban los oídos, mientras se acercaban sin darme cuenta fui cerrando los ojos hasta que perdí el conocimiento y quedé allí tirada.

Ese día me llevé otra de las tantas palizas que me han dado en ese horrible y espantoso orfanato. Como podéis comprobar, mi vida en ese lugar es un infierno.

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Espero que os haya gustado, es la primera historia que escribo, si queréis que siga votad y comentad uwu

He de decir que la realización de esta historia no sería posible sin la colaboración de SSSUNICornSSS y AbbyStilinski_22. :''''''3

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