Segundo día: ~muñeco~

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Disclaimer: Fairy tail no me pertenece.





Segundo día: ~muñeco~

*:: * ::*

Ella no era buena para las manualidades, pero allí estaba haciendo un muñeco de nieve para adornar el salón a pedido de su tutora a la que se le dio por tener un desbordante aire festivo, y eso a Mavis le parecía bien, pero no a costa de sus manos que estaban llenos de pinchazos.

Debía de apurarse si quería terminar a tiempo y empezar a envolver los regalos que ella y sus amigos habían comprado para llevarlo al orfanato de la ciudad y darle a esos pequeños un poco de alegría, además de llevarles el ponche preparado por Mirajane que era una experta en el oficio.

Miró de nuevo sus manos llenos de puntitos rojos y el muñeco que parecía que tenía viruela y soltó un suspiro cansado. Lo rescatable era que le faltaba solo el detalle de la bufanda, e inconscientemente dirigió su vista al armario donde, en uno de los cajones, descansaba la bufanda de Zeref, aquella que le prestara en la navidad pasada al haberse olvidado el suyo. Una sonrisa nostálgica surco su rostro. Después de ese día algo había cambiado dentro de su ser. El aroma masculino aún estaba impregnado en sus fosas nasales, y en la bufanda que no había lavado en todo ese año.

Ese era su sucio secreto.

Aunque sucio, sucio no estaba.

Tentada de ir a sacar la dichosa bufanda, se frenó a tiempo para terminar lo que estaba haciendo o sino sus manos iban a terminar como alfileteros. De todos modos mañana debía de ir a ayudar a Natsu con sus cursos, y ese chiquillo era todo un torbellino de llamas.

Y con suerte el hermano mayor del aficionado al fuego estaría en casa.

*:: * ::*

Cada vez que pensaba en Mavis y la condición de ella como tutora de su hermano le hacia sonreír por que le parecía prohibido todo lo que planeaba hacer.

Y ese era un acto delictivo que estaba dispuesto a hacer, y disfrutar.

Para tal caso, como quien no quiere la cosa, esa mañana había picado un poco a Natsu con la idea de hacer una competencia de armado de muñecos de nieve, porque, según él, no podía permitir que el vecino presumiera sus capacidades de creación y le ganara. Gray no sabía que se vería involucrado en su plan.

Pobre chiquillo.

Así que, mientras los pequeños jugaban en el patio, él podía acaparar la atención de la "tutora". No tenía un plan B, así que este no debía de fallar, porque ya no quería que Mavis solo sea su amiga, o la tutora de su hermano, quería que fuera algo más.

La rubia había ido metiéndose dentro de su corazón de forma imperceptible o es que de buenas a primeras ya se había instalado ahí sin consentimiento; a estas alturas ya no sabía. Lo que sí sabía era que disfrutaba estar con ella, se complacía de sus charlas sobre trivialidades, se impresionaba con los conocimientos sobre historia y literatura, y amaba tener debates con ella, de cuan y cual cosa. Había muchas otras cosas que le gustaba de Mavis, incluida la ternura y alegría con que lo trataba, o la feroz mirada que le lanzaba cuando hacía algo que a ella no le gustaba, que era perjudicial para su persona.

Faltaba más de veinte cuatro horas para que Vermillion viniera. Mientras buscaba matar el tiempo iría donde Invel a terminar los deberes de historia.

Y quizáInvel pudiera ayudarlo a implementar un planB en caso de que debiera de requerirlo. 

Continuará...   



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