Días de navidad

Sexto día: ~San Nicolás~

Disclaimer: Fairy tail es propiedad de Hiro Mashima.

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Sexto día: ~ San Nicolás~

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Desperdiciar una situación como esa lo convertía en un reverendo idiota, en todo el sentido de la palabra.

De nada ya servían los reproches que él mismo se daba, menos —lo que lo hacía sentir mucho peor—, la mirada de Invel. Zeref sabía lo que Invel estaba pensando de él, porque era lo mismo que él pensaba de sí mismo.

Sentado en el comedor de su colegio no paraba de darle vueltas a su triste y patética actuación de la noche anterior.
Era más que probable que todos esos años de amistad se fuera al garete. Haber ignorado a Mavis de buenas a primeras no había sido la actitud de una persona razonable, menos a alguien enamorado.

Apenas terminaron de desempatar los adornos y de darles los respectivos cuidados, él se había ido donde Natsu para luego irse a casa.

Así sin más. Sin despedirse siquiera.

Removiendo la comida de la bandeja, no dejaba de pensar en resarcir su crasso error.

—Escríbele— la casi orden de Invel lo desconcertó—, escríbele y discúlpate. Después de todo se te da bien escribir — no dejo de ver al peliblanco sorprendido, hasta que cayó en cuenta del buen consejo que le estaba dando —. Tú mejor que nadie sabe que a la señorita Vermillion le gustan las letras, no por nada aún guarda la correspondencia que le enviabas cuando te fuiste a Alvarez.

Correspondencia que él también guardaba.

Los globos oculares de Zeref amenazaban con salir por toda la información recibida.

—¿Cómo sabes ...?— no terminó de formular su inquietud porque el albino se levantó con la bandeja vacía.

—Porque es mi deber saber cosas que puedan ayudarte.

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Hoy no tenía que ir a darle clases a Natsu, en consecuencia, no vería a Zeref.

Y eso era algo bueno.

Después de que el azabache prácticamente la desconociera la noche anterior la había herido de sobre manera.

Las largas conversaciones por Whatsapp eran ahora lejanos. No podía comprender el porqué de la actitud de Zeref, tampoco de ella misma, ya que, como antaño, ella siempre solía iniciar las conversaciones — así es como ellos se habían hecho amigos en primera instancia, con ella iniciando la conversación sobre seres mitológicos—, acaparando con sus parloteos todo tema existente, él en cambio era más del tipo que escuchaba, aunque si empezaba no había forma de pararlo.

En todo caso, el tiempo que le sobraba debía de invertirlo en investigar sobre San Nicolás, mejor conocido en el bajo mundo como: Papa Noel, y en otros lugares más encumbrados, Santa Claus.

Debía de apresurarse si quería llegar a tiempo al compartir que organizaba Makarov Dreyar al terminar de decorar el salón. Era una tradición que celebraban —vaya que gustaban celebrar por casi cualquier cosa—, en familia y amigos cercanos; lo que sí era masivo era la fiesta de noche buena.

Apresuró el paso hacia su casa dispuesta a terminar la tarea sin caer en cuenta que volvería a ver a Zeref.

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Tía Eileen no había dejado que ni tomara un respiro con todos los mandados que le había hecho, y todo por estar pendiente de su hija y del amigo de esta.

Cierto chico de cabellera azul y llamativo tatuaje rojo iba a ser blanco de una madre sobreprotectora.

Zeref estaba molido por la limpieza de la casa al que le obligaron. Aun estaba con el mandil y los trapos de limpieza sobre su cabeza y otros tantos en sus bolsillos cuando Natsu entro a la casa llenandola de nieve y barro. Casi se le sale el alma del cuerpo cuando vio todo su trabajo hechado a perder a manos de un chiquillo hiperactivo.

—¡Hey, que acabo de limpiar!— fue corriendo con escoba en mano y en menos de un minuto saco al peli-rosado fuera de la casa— Primero, quita toda esa mugre de tus zapatos; segundo, deja toda prenda que amenaza la pulcritud de la casa fuera. Luego vas a bañarte que lo necesitas con urgencia. — termino de amenazar a su hermano. Natsu iba a protestar y antes de que lo hiciera el azabache agregó—. O prefieres que sea yo quien te vale como cuando eras más pequeño— ya no hubo protestas pero sí una sacada de lengua.

—Nii-chan, mamá dice que hoy también me tienes que llevar a la casa del viejo. Hoy van a contar historias y pienso ganarle a Gray poniendo las luces.— Zeref pensó que lo más probable era que el árbol terminaría hecho cenizas si esos dos metían mano, sobre todo su hermano.

—No puedo Natsu, estoy muy cansado, además tengo cosas que hacer.

—Sabes que Mavis también irá ¿Cierto?

¿Esa podría ser la oportunidad que tanto estaba esperando?

Continuará...

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Notas de autora.
Capítulo actualizado desde el móvil de una amiga.
Cada vez me atraso más y los capítulos se me acumulan... Oh Dios mío!!!!
Hasta la próxima.