🔹No es cierto🔸

125 13 19
                                    

-Hola -una sonrisa.

Tantos días

-Ho-hola... -le responde con otra.

Tantos meses

-Cuánto tiempo.

Tan separados

-Sé que así ha sido.

Sin haberse olvidado

Se quedó de pié junto a la banca, sin saber qué hacer; si sentarse, o dejar que sus piernas sufriesen calambre por unos cuántos minutos, talvez una hora, o sólo segundos, hasta que la aterciopelada voz llamó su atención, haciéndolo ignorar el tanque de oxígeno junto al dueño de dicha llamada y el fino tubo doble de plástico en su naríz.

Pasando por tanto

-¿Te vas a sentar?

Y se veía más pálido que de costumbre.

Cada uno por su lado

-S-sí -tomó asiento junto a él, y buscó un tema de conversación, hallándolo en el libro que estaba en las manos del mayor-. ¿Buena trama?

-¿Qué? Oh, sí -cerró el libro y lo dejó a un lado.

Cuando al fín y al cabo

-¿Desde cuándo...? -el pelinegro señaló su propia nariz, tratando de hacer énfasis.

-Hace unos meses. Pasé por unos... procesos, que finalmente me han cobrado factura, pero no me arrepiento de ello -una sonrisa ensoñadora movió sus orejas, ocasionando que el tubito se moviese en su nariz.

A pesar de las cosas

-¿Qué tienes? -preguntó, atreviéndose a tomar la mano ajena.

-Yuuri... -extrañaba su toque, ése que le propiciaba choques eléctricos en su ser-. Y-yo... Yo...

Como río hacia el mar

-Sólo dime. No me iré ni me burlaré -agarró más fuerte, evitando creer lo que su subconsciente gritaba; una tragedia silenciosa.

-Cáncer... tengo cáncer, Yuuri...

Jamás se dejaron de amar...

[...]

Hablaron de muchas cosas, temas interesantes y relatos diarios, sin embargo, lo más importante, cierto ruso lo dejó para más adelante.

Para Tí, De MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora