Estos son pedazos de mi corazón, para tí.
Aún con tanta distancia, te puedo contar que te siento, te pienso y te veo, y en la eternidad, siempre serás mi cariño eterno.
?Viktuuri?
☡Hay sorpresas, no diré nada☡
?Si no te gusta, opiniones negativas; f...
Antes que nada, quiero aclarar que la canción que elegí; Sí, es religiosa, pero parte del tema es como un agradecimiento a Yuuri de parte de Viktor por no dejarlo solo en momentos como los que está atravesando. ¿Y porqué no? A Dios también, por darle una segunda oportunidad de vivir; por él, Yuuri y su pequeña Evgenia.
[...]
Yuuri, mi vida,
Me siento tan agradecido con la vida, por traerte a mí, por insistir de nuevo en que te dejara entrar a mi corazón, y agradezco a cualquier deidad allá arriba, que me quiere, el haber podido salir adelante de todo esto, y superar las bajas expectativas que implantaron muchos sobre mí.
Te agradezco con toda mi alma el nunca haberme dejado solo y a nuestra hija, por haberla aceptado en tu corazón y tus brazos, igual que yo.
Te ama, Vitya.
[...]
-Ésta se ve más bonita.
-Ése gris no me gusta -le contestó con mueca fea a Yuuri.
-Pues ésta -le puso una peluca de cabello entre gris claro y blanco, que era lo más parecido a su cabello.
Mari le había ofrecido a su hermano regalarle una peluca a su cuñado cuando salió del hospital, y había comprado varias de diferentes tonos grises, pues no sabría cuál le gustaría más. Pero él ya se había decidido.
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-¿Esa sí?
-Está perfecta, Yuuri. Gracias a Mari-chan y a tí -se levantó del tatami y cuidando de no enrredarse con el tubo del tanque de oxígeno, abrazó a su novio y lo besó.
-Pa... Pa...
-¡Miren nada más! Que nena tan bonita~ -Yuuri interrumpió el abrazo para recibir a la pequeña Evgenia en brazos, quien venía acompañada de Makkachin por detrás.
Había caminado desde la cocina hasta la sala. Parece que a Mari se le fugó alguien, y el perro la ayudó en cierto modo a llegar hasta sus padres.
-Ya casi cumple año y medio, está tan grande -el mayor besó la mejilla de su hija, y ella trató de tirar de su proveedor de oxígeno, a lo que Yuuri quitó su mano con cuidado.
-No hagas eso, bebé.
-は... はい。。。
Cuando Viktor escuchó a su pequeña hablando japonés, se emocionó mucho, y empezó a llorar, felíz.
[...]
La carta la recibió Yuuri de las manos de su novio, y la guardó junto con las demás, justo al lado de una pequeña caja de terciopelo, que guardaba una pequeña y redonda sorpresa.
