Capitulo 2

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Desperté por el odioso ruido de mi celular, traté de levantarme para ir a sacarlo de mi bolsa, pero algo me lo impidió y me acorde de que Cath estaba durmiendo alado de mí. Voltee mi cabeza lentamente, con un poco de miedo de saber el estado en el que se encuentra mi amiga, me encontré con una Cath a centímetros de mi cara, completamente inconsciente, la boca entreabierta, y un hilo de baba desde su boca a su cuello, traté de no reírme para no despertarla, aunque me resultó completamente imposible, ya que solté una carcajada que terminó tirándola de la cama. Se levantó del suelo un tanto desorientada y me acorde de que minutos antes mi teléfono sonaba.

Busqué con la mirada mi bolsa que estaba en mi cama y saqué mi celular, lo desbloquee y... mierda, 16 llamadas perdidas de mi abuela, se me olvido que tenía que llamarle apenas llegara a Londres, debe de estar muy preocupada. Inmediatamente le llamé y al segundo timbre me contestó.

- ¡Jessica! cariño, ¿estás bien? ¿Cómo llegaste? ¿Por qué no contestabas?...

- Abuela, abuela, calma.- La interrumpí. - Llegue muy bien, no te preocupes, es sólo que ya sabes, desempacar y acomodar... se me olvido llamarte, lo siento.

- Bueno mi niña, solo quería saber si habías llegado bien.

- Si abuela, y bueno me tengo que ir porque...- Revisé rápidamente la hora, ¡7:30! - Adiós abuela te llamo luego, Te quiero-. colgué.

Miré a Cath y está dormida otra vez, con medio cuerpo en el piso. Corro a la cama y me aviento para despertarla y a cambio recibo un manotazo.

- ¡Catherine levántate! Acuérdate que tenemos que ir al colegio.- Se levantó de golpe y me mandó al otro lado de la cama. Y casualmente está muy despierta y radiante.

- ¡Ohhh nena, hoy conoceremos chicos!- dijo casi gritando. - ¿Que te vas a poner? ¿Me vas a prestar tu blusa negra que me queda muy bien? - Preguntó con una sonrisa pícara. Y claro que sé a qué blusa se refiere.

Loca.

- Querida Cath, aunque te la pongas no creo que la puedas lucir...- Le contesté caminando hacia la ventana y corriendo la cortina, por supuesto, estaba lloviendo. -... A menos que te quieras morir de frio.- A completé mirándola y viendo en sus ojos un poco de decepción. - Pero apenas cambie el clima puedes irte hasta en sostén.- dije rápidamente, causándole una sonrisa.

- Muy bien Jess, hay que apurarnos.- dijo con más energía.

Nos bañamos y preparamos lo más rápido que pudimos, al final Cath si se puso la blusa negra, aunque no se veia por debajo del gran abrigo que tiene. Pero nadie le quita la satisfacción de ponérsela. Yo soy menos extrovertida que Cath, pero tampoco me visto como algunas chicas que se pasan de lo casual y creen que tienen que vestirse como hombre... soy normal, femenina. Nos maquillamos sólo un poco, tomamos nuestras bolsas y bajamos a la cocina.

- Creo que prefiero ver que desayuno allá.- le comenté a Cath mientras revisaba la hora en mi celular, voltee para mirarla y... ya estaba comiendo un pedazo de pizza congelada, los restos de nuestra cena, suspiré y negué con la cabeza.

Salimos del edificio, mojándonos un poco y tomando un taxi. En el transcurso Cath movía mucho los pies, eso es señal que está ansiosa, la conozco tan bien, y pues bueno yo... yo estoy muy nerviosa.

Llegamos y vimos a muchas personas, Cath estaba casi volando, me gustaría tener un poco más de su entusiasmo.

- ¡Mira Jessy, ese chico es lindo!- susurró en mi oído. Yo sólo le sonreí.

- Cath, ¿Recuerdas por qué estamos aquí?- le pregunté mientras traspasamos las puertas del colegio, ella me miró sin entender. - ¡A estudiar!, si estamos repitiendo último año, es por tu culpa.- le recordé con fingido reproche.

- Hay nena, bien que te gustaba irte de fiesta conmigo, y pues si estamos aquí, en Londres y repitiendo año... es por algo, ¿No? Tú siempre me dices eso.- dijo tomándome del brazo y mirándome directamente a los ojos.

- Eres la morena más manipuladora que he conocido.- Le repliqué con una sonrisa.

- Pero así me amas pollita.- Rodee los ojos... pollita.

-Pues no me queda de otra.- sonreímos al mismo tiempo.

Como por arte de magia llegamos a la dirección, es un lugar tan grande y fácil de perderse, me alegro de que hayamos llegado antes de que mi amiga se pusiera histérica. Nos acercamos a la que parece ser la secretaria.

- Buenos días chicas, ustedes deben de ser las nuevas de ultimo año.- Nos dijo muy segura.

- Ehhh si...- Contesté un poco dudosa, ¿Cómo lo sabe?, quizá somos las únicas.

- Veamos...- Dijo distraída viendo su computadora. - Samantha Rose y Fabiola Nickols.

- Si.- Contestamos Cath y yo al mismo tiempo.

- Bueno aquí están sus horarios chicas, y bienvenidas.-

Agradecimos y nos fuimos de ahí.

- Veo amiga que no tenemos juntas la primera clase.- Me dijo Cath con un lindo puchero.

- Si...- le digo distraída mientras miro mi horario, cuando siento un golpe en el hombro y se me resbala mi horario de las manos. Levanté rápidamente la mirada para ver cuál fue la causa de ese "accidente".

Aspecto de chico malo, ropa negra y desgastada...-aunque no se ve tan mal- pensé inconscientemente, cabello castaño levemente ruloso y despeinado, labios fruncidos, mirada fría... mirada... esos ojos esmeralda... esos ojos...

- ¡Hey! ¡Sam!- escuché levemente la voz de mi amiga... ¿Sam? ¿Quién demonios es Sam?, pensé distraídamente sin dejar de ver esos ojos... hasta que desaparecieron y reaccioné.

- ¡Jessica! ¿Qué te sucede?- me preguntó Cath susurrando. La miré un poco desorientada.

- Yo... eem, ¿y el chico?- Le pregunté en voz apenas audible. Cath me miró incrédula.

- ¿El chico? Ese tipo es un idiota.- la miré sin entender. - No se disculpó, ni siquiera levantó el papel que te hizo tirar.- Dijo extendiéndome el horario. - Es un idiota.- dijo eso último en un susurro.

- Mejor hay que irnos a clases... al parecer nos veremos hasta el almuerzo.-

- Si, te veo después nena.- Y sin más nos dirigimos cada una por su lado.

-Aula 25, Aula 25- repetía en mi cabeza mientras buscaba el salón de Historia. Revisé de nuevo el horario, ¿dónde está el estúpido salón de historia? y... chocan conmigo... otra vez.

- ¡No es posible! ¿Acaso nadie se fija por dónde camina en este lugar?- Dije un poco molesta mirando al chico rubio.

- ¡Hey chica, tranquila! Se ve que no has tenido un bueno comienzo y... veo que eres nueva. Hola soy Horan... Niall Horan.- se presentó extendiéndome la mano mientras hizo un intento de guiño y una sonrisa seductora, que simpático. Le estreché la mano y le sonreí.

- Je... Samantha, pero puedes decirme Sam.-

- Bueno Sam, estas perdida ¿cierto?- asentí y me quitó mi horario de las manos. - Estas de suerte, estas en la misma clase que el simpático Horan.- e intentó hacer un guiño de nuevo, que tierno, me cae bien.

- Bueno simpático Horan, ¿me podrías guiar?- me tomó caballerosamente del brazo y comenzamos a caminar.

You can't escape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora