Estábamos en el auto de Niall, él y Cath estaban platicando muy animadamente… sobre comida. Yo solo miraba por la ventana, no estaba lloviendo pero el cielo estaba levemente nublado.
Llegamos a la escuela y bajando del auto vimos a Logan y a Kim corriendo hacia nosotros, bastó solo unos segundos para que Logan se tropezara y casi se callera. Cuando llegaron a nuestro lado nosotros no podíamos parar de reír, que malos amigos somos.
- Que pasó moreno, ¿El suelo te jugó una broma?- Reímos más fuerte, hasta Kim.
- Oigan ya basta, para la próxima no me emocionare tanto de verlos.- Dijo un poco malhumorado, aunque no tardó mucho para sonreírnos.
Logan es un chico muy atractivo, cabello negro y ojos grises, un cuerpo envidiable. Y por supuesto es muy gracioso pero hay que admitir que es un tanto torpe, me pude dar cuenta el día anterior en el comedor mientras comíamos, lo había observado y sin querer tiraba su jugo o cualquier cosa que estuviera agarrando, y cuando fue a tirar la basura chocó contra dos mesas. Kim es muy linda y tierna, tiene cabello rojo y lacio, aunque es un poco baja, se ve tierna.
Estábamos a punto de caminar hacia la entrada del colegio cuando vimos pasar a un grupo de porristas caminando y riendo como sólo ellas saben hacerlo, ¿acaso todas las porristas son iguales? Las seguimos con la mirada… y ya se me hacía raro que no hubiera un equipo de futbol, y como porristas y deportistas que son, tienen que hacer su papel de populares y pisotear a toda cosa y persona que se encuentre en su camino. Como en las películas.
- ¡Ugh!- exclamó Niall – Zayn Malik y Shira Lee, la pareja perfecta, ya saben, el capitán y la capitana, tal para cual-.
Todos vimos a la pareja darse un muy efusivo beso, hasta se me hizo un poco vulgar.
Al menos la capitana de las porristas, es decir, la tal Shira no es rubia y de ojos azules como en las películas de adolescentes con problemas emocionales y hormonales, tiene rasgos asiáticos y cuerpo de actriz porno. Zayn Malik… Bueno el si tiene la pinta de un típico Capitán de futbol americano, guapo -tal vez mucho- sólo que me decepciono un poco que su equipo y él no llevaran la típica chaqueta del equipo. Quería creer que estábamos en High School Musical o algo parecido, sería agradable cantar encima de las mesas de la cafetería.
- Hasta nombre de Perra tiene.- comentó Cath, a todos nos causó gracia. No conozco a Shira pero con el simple hecho de pensar que cree que es mejor que los demás, ya me fastidia un poco su persona.
La primera clase la tuve con Cath y Niall. Gracias a dios.
Encontramos unos asientos ni tan cerca y ni tan apartados del escritorio del profesor, que aún no llegaba. Cuando el salón ya estaba lleno entro el… profesor, wow que guapo. Escuche una maldición de mi amiga, la cual reconocería como cuando ve a alguien realmente caliente. Miré a mi alrededor y por las miradas sorpresivas de las otras chicas pude notar que era la primera vez que lo veían también.
- Buenos días chicos y señoritas.-
Señoritas.Se escuchó un suspiro general por parte de las chicas… sí, incluida yo.
- Buenos días profesor.- respondimos sólo las mujeres con voz melosa, los chicos tenían cara de confusión, miré a Niall al mismo tiempo que él a mí y me hizo una dramática cara de asco. Reí bajo.
- Como ya habrán notado, soy el nuevo profesor de Matemáticas. Mi nombre es James Williams.- Dijo mientras pasaba la mirada por todo el salón fijándose sólo en mi cuando su mirada me encontró… bueno debo admitir que es un poco incómodo y todavía más cuando me sonrie abiertamente. Al parecer la única que se dio cuenta de eso fue Cath, porque volteó a verme con cara de interrogación… bueno yo estaba igual o peor que ella. – Pero llámenme James.- Continuó, quitando la mirada de mí. – No quiero formalidades entre nosotros, pero si respeto.- Terminó con una sonrisa.
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You can't escape.
Misteri / ThrillerJessica West, una chica que parece tener una vida normal, pero no es así. No tuvo la mejor infancia y eso tiene consecuencias en el presente y seguramente en el futuro. Una persona de su pasado que creyó que ya no existía y que jamás volvería a ver...