Ya pasaron dos semanas desde mi accidente, o desde mi casi intento de asesinato, y una semana desde que regresé a mi casa. Debo de admitir que han sido las dos peores semanas de mi vida; La primera semana los policías no dejaban de visitarme al hospital con las mismas preguntas estúpidas y con caras de disgusto permanente; lo único que me han dicho es: Haremos todo lo posible por encontrar al hombre que te seguía. Sinceramente no espero nada.
Zayn y Cath no se despegan de mi lado hasta al punto de sofocarme y querer gritar. Sus muy constantes peleas porque quieren hacer todo por mí me dan ganas de tirarles lo más cerca que tenga a la cara. Sé que se preocupan por mí, como yo lo haría por ellos, pero les he repetido hasta el cansancio que me siento bien y que si necesito algo que no pueda hacer por mi cuenta, se los pediré, mientras tanto, que se ocupen de hacer sus propias cosas sin querer meterme en una botella de cristal; no soy malagradecida, pero una accidentada tiene sus límites. A parte de eso, no he podido sacarme de la cabeza esa extraña clase de pelea que tuve con Harry el día que me visitó en el hospital, no comprendo lo que me quiso decir o que es lo que quiere, pero desde ese día, no lo he vuelto a ver, no se ha preocupado por mí en absoluto..., aunque no es como que esperara que lo hiciera.
Una parte buena, es que he tenido el apoyo de todos mis amigos, hasta de algunos compañeros de clase de los que sólo conocía a pocos; mis confrontaciones con Shira me hicieron muy famosa, así que todos se enteraron de mi accidente como por arte de un chismoso profesional. No quise llamarle a mi abuela, hablarle y decirle que tuve un accidente, sería quitarle un año de vida que quiero que aún tenga, así que por ahora no tiene que saberlo.
En ese momento se abrió la puerta dejando ver a mi guapo novio, a pesar de todo lo que ha hecho por mí estos días sin descansar, se sigue viendo radiante... mientras que yo estoy como si me hubieran pasado por una trituradora industrial. Aún tiene puesta su ropa de dormir y trae mi desayuno en las manos.
–Yo quería hacer tu desayuno, pero de nuevo, Fabiola no me lo permitió, cree que te voy a envenenar o algo así.– dijo mientras dejaba mi comida frente a mí.
–Qué lástima, me gusta tu comida sazonada especialmente con grasa.– le sonreí sarcásticamente. No entiendo como puede llamar comida sana a algo tan grasoso y ni siquiera engordar.
–Lo sé, cariño, sé que extrañas mi comida. En fin, creo que Fabi sólo está un poco estresada.–
Le sonreí sin decir nada. Sí, está estresada y es porque quiere que Zayn se vaya a su casa; desde hace una semana que mi novio se queda aquí para cuidarme mejor, hace una cama improvisada entre las nuestras y así duerme, cambia su cómoda y cara cama para venir a dormirse a unas viejas sábanas. El verdadero problema de Cath, es que Zayn ronca mucho...
–No estoy estresada, sólo quiero que dejes de dormir en nuestro cuarto.– dijo Cath cuando entró. – Como sea. Sam, el doctor llamó y dijo que tenías que ir en una semana para quitarte esa fea cosa.–
Suspiré aliviada, sé que después de que me lo quiten, mi pierna va a seguir frágil y delicada, pero es un gran alivio no sentir el yeso pesado en mi pierna.
–¡Bien! espero que la semana se pase volando, quiero regresar a la escuela.–
–Yo igual quiero que regreses, ya no aguanto a Shira pegada a mí como lapa.– bufó Zayn.
Espera, eso no lo sabía. Junté mis cejas y lo miré con reproche.
–¿Qué?, ¿Cómo que Shira...–
–Sí. – cortó Cath. –Shira se la ha pasado siguiendo a Zayn por todos lados como perro y haciendo todo por él. No te lo había dicho porque esperaba a que él mismo te lo dijera, pero sí, Shira te quiere comer el mandado completito, amiga.– terminó de decir, su tono era burlón, seguro para molestar a Zayn, y lo hizo.
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You can't escape.
Mystery / ThrillerJessica West, una chica que parece tener una vida normal, pero no es así. No tuvo la mejor infancia y eso tiene consecuencias en el presente y seguramente en el futuro. Una persona de su pasado que creyó que ya no existía y que jamás volvería a ver...