¿Qué hago? Doy vueltas y vueltas y más vueltas. A lo mejor estoy exagerando, seguramente estoy exagerando, definitivamente estoy exagerando. Pero no puedo, me vence. Necesito tener novedades. Es en el segundo rancho a la izquierda el que tiene el ordenador fijo, por lo que es seguro que este ahí. El problema es la alarma. Los dueños ya vinieron hace tres días de vacaciones. Seguramente hoy salgan a visitar, o a hacer compras o lo que sea, así que voy a esperar a que se vayan.
Se están yendo. No sé a dónde van, por lo que no se cuanto tiempo tengo. La mujer está afuera en el coche esperando, el marido está todavía en la casa.
Tengo que intentar colarme en el jardín sin que la mujer me vea. Ha dejado la puerta de la valla abierta y esta con su móvil, así que es mi oportunidad.
Me cuelo, hecho. El código está al lado de la puerta de entrada, así que me toca rodear toda la casa para poder verlo. Me da miedo no verlo. Tengo suerte y abre la puerta primero y sale un poco, pone el código y cierra la puerta. Vale, ya lo tengo. Oigo como cierra la valla del jardín. Me sigo repitiendo el código. Hablan un rato. ¡El código, el código! Arrancan y se van, ¡por fin! Me sigo repitiendo el código, pero espera, que me aprenda el código está muy bien, ¿pero cómo entro yo en la casa? Es que soy tonta. Cuando nací debieron de caerme o algo y ahora tengo un problema. A veces me pegaba una torta para espabilarme.
Me voy de la casa, de camino al árbol con forma de V, me toca esperar a que los dueños se vuelvan a ir.
ESTÁS LEYENDO
Ilusión
Short StoryImagínate despertarte en un bosque, y no saber ni cómo ni cuándo has llegado ahí. Solo sabes que estás en un bosque, y que llevas dos años ahí atrapada y no logras salir. Es como un laberinto. No hay salida. A ti te toca ahora acabar el trabajo, yo...
