En las afueras de Gotan Red Hood y Raven volvían a practicar en medio de la oscuridad de la noche...
Ella se mantenía en el pentagrama recitando el hechizo, mientras él la seguía apuntando en la cara.
–Nena ¿te falta mucho?– bajó el arma cansado.
–No lo hagas. –Gritó furiosa...
–Vamos ¿que va a pasar? lo has echo demasiadas veces para creer que ahora se va a descontrolar.
–Yo he matado gente para conseguir todas tus estupideces, ahora tú vas a aguantar aunque se te caiga el brazo a pedazos.– escupió levantándo se del suelo.
La miró con una sonrisa viciosa...
“Pobre Damian”
–Esta bien... Ahora callate si no quieres que te vuele los sesos.
–Estoy cansada Jason. Estoy muy cansada...– se echó a llorar.
–Por Dios, yo no sé hacer esto.– alzo sus brazos a la altura de sus hombros y los dejó caer con fuerza a sus costados.
Raven lo miró estrañada.
–Nunca he echo de canguro y no sé como lidiar con el llanto de un bebe.
–No soy un bebe... Tu eres un inmaduro.
–Seré lo que tu quieras, pero ahora necesitas descansar... Y tranquila, esta vez no te dejaré en la calle esperando a que terminé...– rodeo los hombros de Raven empujándola para que caminará junto a él.
–Tenía frío y te demoraste como dos horas.
–Lo sé nena, pero hacía mucho tiempo que no echaba un buen polvo y necesitaba desfogarme un poco, sino hubiese acabado violandote y eso no le gustaría nada al demonio... –le susurro bajito en el oído –aunque a ti sí.
Raven lloró con mas fuerza...
–Mierda... Yo no estoy echo para esto.¿Y ahora que pasa?
–Echo de menos a mis amigos...
–¿Solo eso?– alzó una ceja incrédulo.
– No es solo eso... Quiero ver a Damian y... A Dick...
– Espera... ¿Te gustan los dos?– la miró feliz.
–...No. Yo quiero a Damian, pero Dick me hace sentir segura y echo de menos sus brazos y sus consejos.
–También te gusta.– no pudo evitar reír.
–No... Para mí es mas que un hermano.–el semblante de Jason cambió de repente y agradeció mentalmente el llevar puesta la máscara.
Dudó un momento si contarle.
–Hablé con Grayson... Te están buscando...
–Sé que me estan buscando...¿Que te dijo?
– Me ofreció al Jocker si te encontraba...
–Jason no me entregaras ¿verdad?
Justo ahí se dio cuenta de la fragilidad de la muchacha. Él no era rival para ella y aun así suplicaba que no la entregará... Sin saber porque la culpa lo inundó.
– No pequeña, no te entregaré.
– Gracias – paró de caminar y lo abrazo fuerte, el correspondió su abrazo y acarició su cabello.
–No me equivoque contigo. Tienes buenos sentimientos.
– Callate o te arrastraré hasta ellos.
–Me gustaría verlos– volvían a caminar.
–El día que tuvieron el accidente viste a Damian ¿no? ¿Como fue eso?
– ¿Sabes que puedo salir de mi cuerpo? Pues eso hice... Noté que estaba en peligro y fui a buscarlo.
–Pero me dijiste que rompiste la conexión con él... ¿Como lo notaste?
–No sé como fue que lo noté, quizás el hechizo para interrumpir nuestro vínculo se debilitó... Creo que él empieza a sentirme y si es así no tardará mucho en encontrarme.
– ¿Y porque no vuelves a hacer el mismo hechizo?
–Porque para eso tendría que besarlo otra vez...
–¿Besaste al demonio?– las carcajadas eran sonoras.– me gustan tus hechizos.
–No te rías de mí o te mandaré al inframundo.
– Ok, ok. Entendido... Eres mala ¿sabes?
–Soy un demonio ¿que esperabas?
–No es por eso... Engañaste al pobre Damian
– No lo engañé.
