A la mañana siguiente después de volver de una alerta en la ciudad , los titanes estaban en la torre relajándose . Todos excepto Rovin que estaba en una misión con su padre.
–¿Donde vas Raven?–la voz del mayor la sobrecogió.
–Tengo unos asuntos que resolver...–difinitivamente no sabía mentir.
–¿Y esa mochila?
–...
–Raven dime que es lo que pasa.– aquellas palabras eran mas una suplica que una petición.
– Tengo que irme Dick.– Dio la vuelta para encararlo.
–¿A donde?– preguntó nervioso, sabiendo que ella no solía salir de la torre a no ser que estuviese pasando algo muy importante.
– Es mejor que no lo sepa nadie.– se sinceró.
–¿Cuando volverás?
–No creo que vuelva.–Habló pegando la mirada al suelo.
–¿Que?... No. No te vas.– lo que acabava de escuchar no le cabía en la cabeza.
–Dick no me lo hagas mas difícil por favor.– suplicaba ella.
–No te marcharas.– definitivamente estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por no dejarla ir.
–Tengo que salvarlo...– las lágrimas ya caían por sus mejillas.
– ¿A quién?
–A Damian.– gritó como si al hacerlo pudiera liberar la carga.
–No tienes porque hacerlo sola. Todos aquí te apoyamos... Encontraré alguna forma...– llegados a este punto , él también lloraba.
–No hay otra forma... No hay otra salida. Necesito hacer esto por todos... Por él.
–Si tengo que usar la fuerza lo haré Raven. No vas a salir de aquí tan fácilmente. No te lo permitire... No voy a aceptar quedarme sin ti...
Todos acudieron a la sala al escuchar los gritos. Observaban la excena atónitos, pero ninguno la interrumpió.
–Lo siento Dick.
Raven se elevó en el aire y empezó a desplegar su magia alrededor de sus compañeros lanzándolos con fuerza lejos de ella.
Entre lágrimas desapareció a través de un portal dejando a sus compañeros desolados.
Cuando Rovin volvió la imagen frente a sus ojos parecía fuera de lugar.
Observó a Jaime y a Kori consolando a Gar que lloraba como un niño pequeño. Una sonrisa arrogante se formó en su cara al pensar que Logan se había enterado de su relación con Raven...
Pero enseguida se dio cuenta de su error al ver a su hermano caminando de un lado a otro de la sala con las manos en la cabeza.
– ¿Que ocurre Dick?
Su hermano lo miró con la cara descompuesta...
–Raven...
–Raven... ¿Que?
– Se a marchado amigo.– contestó Jaime al ver que el mayor no contestaba.
–¿Donde a ido?
–Nadie lo sabe...
–¿Cuando volverá?
–No volverá Damian...–esta vez sí contestó
Dick.–Eso es mentira.
–No. No lo es.
Comenzó a gritar como un loco.
– ¿Y vosotros sois su familia? ¿Vosotros sois sus amigo? Solo sois una panda de inútiles...
–Damian ya basta...– elevó la voz Dick.
–Tú tienes mas culpa que nadie...– desenvainó la katana, la tiró al suelo y corrió en dirección a su hermano.
–¿Porque ha soltado la espada?– preguntó Gar confundido.
–Porque no quiere hacerle daño de verdad, solo busca desquitarse un poco...– contestó Jaime.
Comenzó una pelea a puñetazos con el mayor que apenas podía defenderse.
No fue hasta que Star lanzó un rayo hacia ellos que pararon.
–Esto– dijo señalándolos con el dedo– no la va a traer de vuelta.
Damian de un salto se levantó y camino hasta la puerta para marcharse.
–¿Donde vas hermano?
–A buscar lo que es mio y a traerlo de vuelta.
–Damian no puedes...– dijo triste Star .
Con la mirada puesta en la nada contestó.
–Cuando mi abuelo me dio a elegir entre Raven y todo lo que siempre había soñado alcanzar... La elegí a ella sin pensarlo ni un solo segundo... La convencí para que volviera del infierno con nosotros porque... Porque si ella no hubiese vuelto yo... Yo ya no estaría aquí... Así que no pienso volver si no es con ella.
La partida de Raven consiguió hacer ver a Damian que todas las atrocidades vividas anteriormente no eran nada comparado con este sentimiento que se despertaba como un depredador dentro de él.
–No vas a ir solo... Yo voy contigo.– hablo Logan.
–Todos te acompañaremos Damian.
