El agua caía caliente sobre mí. ¿Estaré haciendo bien? Yo no me habría subido a su camioneta si hubiera sabido que me iba a pasar esto. O tal vez…si. No sé. Estoy metida en un lio, tremendo.
Lave como pude mis bragas. Coloque una toalla alrededor de mi cuerpo, con un nudo para que no callera. Mire mi vestido, estaba horrible, mugroso, lleno de tierra y oliendo a sudor. Me puse mi brazier y mis bragas . Y salí.
Ahí estaba, otra vez Niall, mirando el plasma. Cuando se percato que yo estaba ahí me miro de pies a cabeza. Me sonroje, realmente su mirada me pone nerviosa.
- ¿no tienen algo que puedan prestarme? Mi vestido está muy sucio y…
- Si, espera –Liam se levantó y busco en una mochila. Saco una camisa negra sin estampado–. Ten, te tapara lo suficiente
- Gracias –me metí de nuevo en el baño. Y me la puse. Tapaba exactamente lo suficiente, no hasta la rodilla, pero lo suficientemente decente.
-
Tome mi vestido del suelo y lo lave en el lavamanos con el jabón que había. Lo colgué en el tubo de la bañera para que se secara.
En la habitación había dos camas matrimoniales, solo. Tragué pesado. Prefiero el sillón, antes que compartir con ellos.
- ¿Dónde dormiré?
- En la cama que quieras
- Prefiero el mueble –dije. Niall río burlón y Liam volvió a hablar.
- No te preocupes, la cama es para ti. Si tienes sueño, adelante –asentí y me metí bajo las sabanas de una de las camas. Podía escuchar el plasma, incluso sus risas. Entre pensamientos me quede dormida, ya no supe nada.
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- ¿mmm? –me moví sobre las sabanas.
- Despierta. Hay comida en la mesa –¿comida? Perfecto.
- Voy –me senté en la cama, debo estar horrible. Con los cabellos enredados y la cara adormilada me levante y había pizza. Me acerque y tome un pedazo. Dios…sabia delicioso. Niall estaba sentado en el mueble mirando el plasma, comiendo y Harry en la mesa, a un lado de mí.
- Ten –Liam me había extendido una paca de billetes.
- ¿para…? –pregunte tomándolos atónita, era mucho.
- Tienes que comprarte ropa y cosas que las mujeres necesitan, no sé. Vestidos, zapatos como esos –apunto mis tacones, que estaban desechos–, tu sabes
- ¿Dónde?
- En el centro comercial
- ¿me llevaras? –negó.
- Liam, estas dándole la llave a la salida – Niall me miro–. La dejaras salir sola, con suficiente dinero para largarse
- No lo hará –ahora también me miraba Liam–. Ella me dio su palabra y no se ira. Te pedí un taxi, debe estar por llegar. Te llevara al centro comercial y gastaras este dinero ¿entiendes? –asentí.
Cumplir mi palabra ¿o largarme? Tentador. Pero ¿si me encuentran? ¿Si se quieren vengar de mí?
Me puse mi vestido y mis tacones. Cepille mi cabello y lo ate en una coleta.
De tienda en tienda, compre muchas cosas. Antes de gastar el dinero lo conté. Nunca había tenido tanto dinero junto en mis manos.
Vestidos, jeans, blusas, chaquetas, ropa interior, tacones, flats, sandalias, bolsas, cremas, maquillaje, perfumes. Una secadora y plancha de cabello. Todo lo que veía.