Me removí. Estaba en una cama. Sonreí. Niall me había traído seguramente. Y para mi suerte estaba a mi lado. No conocía el lugar, supongo era un hotel. Un hotel… era lindo, acogedor, elegante, olía bien y estaba limpio.
Niall dormía plácidamente. Se ve hermoso. Si Niall no fuera lo que es, sería modelo, estoy segura. Me puse encima de él y lo admire un momento. Acaricie su rostro y su cuello. Hundí mi cara en su cuello y suspiré. Huele a colonia y a él. Bese la zona, una, dos, tres…
- La niña quiere jugar…–susurró. Me separé. Oh, no. Bajé la mirada sonrojada.
- Perdona…–intente quitarme, pero me agarro.
- Me gusta despertar así –a mí también, me encantaría despertar así diario. Acaricio mi espalda y mis brazos. Me estremecí. Sin que pudiera siquiera rechistar giró, atrapándome debajo de él. Con su nariz acaricio la mía. Está tentándome, lo sé y lo sabe. Subí mis manos por sus brazos, lentamente, por su cuello y lo atraje. Quiero besarlo, quiero saborearlo, quiero tenerlo. Saboreo mis labios, y me deleito con su lengua, su suave y húmeda lengua. Gemí, y lo atraje más. No quiero que se separé. Metí mi lengua en su boca, la cual gustoso tomo y acaricio con la suya. Me asuste un poco, me preocupe por mi aliento matutino, pero a él no pareció molestarle. En cambio Niall tenía el sabor y el aliento fresco, delicioso, adictivo. Se separó permitiéndonos tomar aire. Yo tenía los ojos cerrados, estaba avergonzada, no quería abrirlos. Chupe mis propios labios probándolo nuevamente. Volvió a acariciar su nariz con la mía. Abrí mis ojos y nos miramos un momento. Sin decir, ni insinuar nada. Solo mirarnos. Hasta que un móvil comenzó a sonar. Él de él. Claro, a mí nadie me llama. Giró sobre la cama y lo tomo de la mesita.
- Horan –dijo. Me acosté de lado sosteniendo mi cabeza con mi mano, mirándolo. Se levantó y comenzó a caminar en un mismo sitio–. Si, aja, no lo sé, cualquier cosa avísame, es importante, ok, a mí directamente. Esto es sumamente clandestino Steve. Bien, ah y otra cosa. Consígueme un depa en Colorado –¿Una departamento? Fruncí el ceño–. No sé, espera…–se apartó el móvil y me miro–. ¿grande o pequeña? –¿Qué? Vi urgencia en su rostro, am.... ¡¿a qué se refiere?!
- pequeña –dije.
- pequeña –dijo a la bocinilla–. Ya sabes qué zona, sí. El precio que sea, me mandas la factura. Bien –colgó.
- ¿Qué pasa? –pregunte.
- Estoy harto de moteles y hoteles
- Tienes tu casa, con Mark –bufó.
- No es lo mismo. Cámbiate, tenemos que hacer algo –salió del cuarto. Al menos este era una sweet. Con un cuarto, dos baños, cocina y sala, no solamente un cuartucho. Suspiré. Mi Niall amable se fue, ahora venía el mandón.
Después de ducharme y cambiarme, me puse un vestido negro ceñido al cuerpo y unos tacones. Me hice una coleta y me maquille. Zayn decía que siempre tenía que estar arreglada, que una dama nunca se descuidada y me acostumbre a eso.
Niall estaba sentado en la mesa. Había huevos revueltos con tocino, pan tostado, fruta picada, jugo, café y Té. Se veía riquísimo y la comida también. (:P)
- No sabía qué se te antojaba y pedí lo típico
- Gracias, se ve muy bueno –lo bueno del hotel era que pedíamos comida al cuarto, comida decente, no pizza. Bueno, comparada con un motel, todo es mejor– ¿Qué haremos hoy?
- ¿tienes cuenta en el banco? –negué. Para tener cuenta se necesita tener dinero. Yo vivo al día, ya debes saberlo Horan–. Bien, hoy harás una
- ¿ah, sí? ¿y que depositaré? –me burle– ¿5 dólares?
- 270.000 de hecho –me atragante con el Té. Niall me dio varias palmaditas en la espalda–. ¿Estás bien?
- ¿270.000 dólares? ¿en mi cuenta? ¡¿estás loco?! –casi me da un paro cardiaco. Eso es demasiado dinero, demasiado en mi…poder. Niall dejara todo ese dinero en mis manos. Tragué. Confía en mí.
Íbamos en la camioneta. Varias veces lo sorprendí mirándome las piernas. Yo las cruzaba o las separaba levemente. Sin perder la educación. Está empezando a gustarme esto. Otra vez su móvil sonó y contesto.
- ¿sí? –no dijo Horan, lo reprenderé–. No, no, haber espera…–me miro y enseguida volvió su mirada a la carretera– ¿Cuál es tu nombre completo? –me pregunto.
- Mmm… _____ Rose Crowley W…
- Espera…–me dijo y volvió al teléfono–. ¿completo? No, ok, _____ Rose Crowley, dame la dirección y te firma los papeles, bien –colgó. Claro Niall , tu organiza, yo firmaré todo.
- ¿Qué se supone que firmaré?
- Los papeles de tu casa –fruncí el ceño.
- ¿Cuál casa?
- De tu nueva casa –me tomo segundos entender–, bueno en sí no es casa, es un departamento, pero es tuyo…–¡Oh dios mío! La pondrá a mi nombre. ¡Tendré una casa! Por fin. Ya no mendigaré asilo nunca.
Llegamos al banco. Oh, era cierto lo del dinero, enserio va a depositar esa cantidad. Me tomo de la mano y entramos juntos.
- ¿no es muy obvio depositar tanto dinero?
- Cariño, me besan los pies aquí. Saben todo de mí, y se hacen sordos por la buena cantidad anual que les doy. Buenas tardes –saludo Niall.
- Buenas tardes Sr. Horan.
- Vengo a hacer un deposito –la chica reviso su computadora–. Un depósito grande –aclaró Niall. La chica asintió y llamo al gerente. Este lo recibió con un apretón de manos y nos pasaron a una oficina. Después de decir que yo era su prometida y que quería crearme una cuenta bancaría, todo estaba hecho. Firmé mil cosas, obvio después de leerlas. Ni siquiera me percate de cuando Niall les dio el dinero, pero ya todo estaba hecho. Tenía 270.000 dólares en mi poder. Podía hacer con ellos lo que se me venga en gana, legalmente son míos.
Después condujo otro largo rato. ¿Por qué todo era conducir? ¿No le pesaba la factura de la gasolina? ¿La contaminación tal vez?
Llegamos a una zona muy linda. Había muchos jardines y muchos Dúplex. Se estaciono fuera de uno.
- Este es el tuyo –paso su brazo por mis hombros. Era hermosa la casa, o el dúplex, que para mí es lo mismo. Me dio una casa ¿a cambio de…? Nada. Porque aparte me van a pagar, descontando los 270.000 que dejo en mí mando. Mi corazón palpitaba desmesuradamente, mis ojos se cristalizaron–. Ve a verla, es tuya…–beso mi mejilla, me adelante un poco y sentí una palmada en mi trasero. Arrugue el ceño y lo miré, solo me guiño y fue sacar nuestras cosas a la camioneta.
Estaba hermosísimo el lugar. Lo que siempre había querido, algo discreto, algo pequeño, cómodo, lindo. Subí las escaleras. Solo había una habitación… ¿dónde dormirá él…o yo?
Me encanta todo. Pero… ¿Por qué no nos quedamos con Mark? Me gustó esa casa y me cayó muy bien Claire. Además no tenía sentido todo esto ¿Por qué el dinero en mi cuenta? ¿Por qué esta casa a mi nombre? ¿Qué pretendes Niall Horan?
- ¿te gusta?
- Si...
- Acomódate, la habitación es tuya, yo dormiré aquí –tanta amabilidad en Niall es sorprendente. Sé que prometió no tratarme como una mierda, pero vamos… un “hazlo sin rechistar” no estaría de más.
Acomode todas mis cosas en sus respectivos lugares. La casa tenía comida, tenía todo.
Sé que debo sentirme feliz, pero no, me siento triste, algo está mal. Cada vez estoy más convencida… no debí subirme a esa camioneta.
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Espero que os haya gustado la ''mini-maratón''. Gracias por leer mi nove. =)