Las primeras pruebas

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Un sonido de chicharra hizo que todos despertaran de golpe y sin ser concientes del todo, los soldados empezaron a entrar acompañados de científicos quienes elegían a los niños que probaran primero. Brandon fue parte de ellos

—¡no se lo lleven, por favor no se lo lleven! — gritaba Teodora al ver como jalaban a Brandon de los brazos.

Pasaron muchos minutos mientras jalaban al niño quien no se ponían ello, no quería tener problemas con los demás en ese momento, finalmente lo llevaron a una habitación blanca, donde no había nada más que la puerta y una ventana de cristal negro, podía escuchar a alguien hablar aunque no podía verlo

—empezaremos con algo fácil. Los elementos, solo no te muevas nosotros haremos el resto—

Una pequeña compuerta se abrió por la que se deslizó una bandeja en la que había tierra, agua, un ventilador, una caja con hielo, una vela encendida, un trozo de hierro y una reja pequeña con enredaderas y flores.

—acércate a las cosas—

Brandon obedeció temeroso de que algo pueda pasar, nada parecía reaccionar, hasta que se detuvo frente a las enredaderas y las flores, estas empezaron a crecer y a extenderse por gran parte de la bandeja.

—bioquinetico, bien hecho pequeño, hemos terminado aqui— 

La bandeja volvió a entrar por la compuerta a la vez que los soldados entraban y volvían a llevárselo a un laboratorio donde lo amarraron a una camilla que estaba inclinada.

—no tengas miedo,  piensa que es una revisión médica— dijo otro científico que tenía una jeringa con un líquido rojo en la mano— vamos a buscar si no tienes más habilidades, esto es un potenciador. Sirve para buscar poderes que no se relaciones con los elementos, como volar o respirar bajo el agua— comento mientras le inyectaba el potenciador, Brandon se quejaba en voz baja mientras el potenciador actuaba, conforme viajaba por sus venas,  sus rasgos fueron cambiando,  su cabello cambio a color rubio sustituyendo al antiguo castaño,  sus ojos parecían un kaleidoscopio que cambiaba de color rápidamente hasta finalmente ser de color verde intenso. Después de un minuto el dolor se había ido.—tal parece que es solo eso,  ya pueden llevárselo a marcar— dijo el científico mientras soltaba a Brandon de la camilla.

Volvieron a llevárselo ahora a una sala un poco más colorida en el que había más niños sentados en el suelo,  y en la esquina había una silla extraña en la que pusieron a una pequeña que no dejaba de llorar, detrás de ella había una mujer con un aparato extraño en la mano que pasaba por el brazo de la niña.

—listo, experimento 3890-E esta lista para usarse— dijo cuando había terminado con la niña, los mismos soldados se la llevaron de ahí en cuanto la mujer dejo de hablar — siguiente,  Nero Cloud —

Un niño de cabello rojizo y ojos amarillos se levantó y se acercó a ella,  se sentó en el lugar donde de estaba la niña y extendió el brazo derecho

—que niño tan obediente, me pregunto cual será tu habilidad— dijo mientras tomaba esa cosa rara para ponerle algo en el brazo a Nero, y pasada media hora había terminado — listo,  experimento 5182-B listo para empezar a entrenar—

Estaban marcando a los niños con tatuajes,  despojandolos de su identidad. Finalmente llego el turno de Brandon,  en cuanto se sentó la mujer empezó a trabajar en su brazo mientras hablaba con el pequeño

—listo,  experimento 3079-F listo para usarse —

Cuando se llevaban a Brandon,  miro a la puerta de entrada por donde ingresaba una niña de cabello rubio platinado que se veía deprimida y pensó inmediatamente en Teodora,  en cuanto llegaron al bloque F noto la ausencia de la niña en la celda junto a él, en cuanto cerraron la puerta de su celda le pregunto algo al soldado de turno.

—¿donde esta la niña que pusieron aquí a lado anoche?—

—esta en la fase del potenciador— contesto uno de los vigilantes mientras cerraba con llave la celda de el.

Después de un largo rato los guardias escoltaban a una niña de cabello rubio platinado corto a la que arrojaron a la celda de a lado,  era Teodora quien había cambiado por culpa del potenciador,  alcanzo a leer en su brazo el código 4102-f.

La noche se había ido en las horas en las que escuchaba a Teodora llorar,  y aunque trataba de animarla, no parecía ayudar mucho, tan solo podía hablarle a través de los barrotes, y a primera hora de la mañana,  de nuevo los separaron.

—bien,  ya que tienen sus poderes es hora de entrenar,  así que,  los separaremos en equipos y los más poderosos serán enviados a otro lugar para tenerlos mejor vigilados— dijo un soldado mientras los niños estaban en grupo. Y para la mejor de las suertes, Teodora y Brandon quedaron juntos, agregaron a otros 6 niños al equipo para finalmente llevárselos de ahí.
—ustedes están aquí,  porque al juntar sus poderes pueden crear algo magnífico, ya sea desde una distracción hasta una catástrofe en lugares donde no se esperaría eso, empezarán desarrollando sus habilidades físicas y tendrán tiempo para desarrollar sus habilidades especiales,  no somos tan salvajes así que tendrán un poco de tiempo para ustedes después de los entrenamientos, ya sea para asearse o jugar con algún otro miembro de su equipo. Pero no se confíen demasiado. No olviden que no son más que armas— explicaba un soldado a los equipos de niños, habia grupos pequeños y grandes, y durante los primeros meses el grupo de Brandon y Teodora avanzaba bien,  casi a la perfección.

Hasta que llegamos al 5 mes y algo imprevisible ocurrió,  Teodora desarrollo un poder nuevo, durante un entrenamiento en el que Teodora practicaba el control del rayo y un equipo de otro bloque les hacían la vida imposible, Teodora grito y sus ojos se volvieron de un color amarillo muy brillante mientras veía al otro niño, los ojos del mismo brillaron de igual color a pesar de que estos eran azules, además de que el chico no se movía o hablaba,  para cuando estos volvieron a la normalidad el oponente de Teodora trato de usar sus poderes, ya que este poseía el don de controlar la tierra, pero nada pasaba, Teodora tenía la habilidad de robar los poderes de los demás y eso era algo que la división no podía dejar pasar, era algo que debían mantener bajo control, así que en pleno entrenamiento los soldados inmovilizaron a la niña para llevársela de ahi,  a pesar de los gritos de Brandon y Teodora, nadie cedió.

—¡Brandon ayúdame por favor!¡tengo miedo!—

—¡Teodora, no se la lleven!¡iré a salvarte, lo prometo!— grito el niño al ver que no podría ser capaz de ayudarla ahora.

Y no ha podido hacerlo durante 12 largos años

Superdotados: Los otros experimentos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora