Nero y Yuki
Ambos se sentían cansados y agotados, Nero más que la niña, pues desde que llegaron a la ciudad se la paso caminando y cargando a la pequeña buscando un lugar donde descansar, pero la gente los veía y desconfiaba y eso los obligaba a apurar el paso.
—Nero tengo mucho sueño —
Y era razonable, ambos habían caminado días sin detenerse y sentían que ya no podían más.
Un poco desesperado el mayor se llevo a la niña a un callejón un tanto sombrío que serviría para refugiarlos por unas horas.
—aquí estaremos a salvo Yuki, aquí puedes descansar—
En ese mismo callejón había varias cosas olvidas casi en perfecto estado, una cobija algo rota para cubrir a la niña, un cojín viejo que serviría para ellos y una lona rota con sogas ya algo desgastadas con las que sujetarla. Seria fácil hacerse pasar por vagabundos con eso.
Cuando Yuki se había dormido Nero intento descansar también. Manteniendo su don activo para que no los pudieran encontrar.
Una serie de pasos lo hizo volver a estar alerta pues esos pasos se acercaban con gran velocidad. Un poco fatigado despertó a la niña para darle la indicación de huir si algo salia mal.
Un grupo de 3 personas había entrado a ese callejón. No parecían ser soldados de La División pero aun así se apreciaba que uno de ellos tenía una escopeta anti disturbios en sus manos.
Nero intentaba pensar que hacer para distraerlos hasta que uno de ellos hablo tomándolo por sorpresa
—sabemos que están ahí, háganse visibles, no les haremos daño—
Claro está, ninguno le creyó, pues ¿como confiarías en alguien que tiene un arma en sus manos y que además no conocías?
— ¿estas seguro de que los encontraríamos aquí? —
— si, mis predicciones no fallan, hay fugitivos aquí —
— Quizás no es buena idea llamarlos así, están asustados y están huyendo de ellos —
Nero solo mantenia activa su habilidad mientras cubría la boca de Yuki. Quien solo intentaba estar relajada para que no los encontrarán.
– Saldré yo, tu quédate aquí y que no te vean –
Nero le ordenó a la niña en una voz muy baja que difícilmente sería escuchada. Apago su habilidad en si mismo mientras la niña seguía escondida preparándose para salir volando
– estoy solo yo, no se quien eres o que eres, pero no caeré sin pelear –
Nero se había levantado, tenía los brazos bien extendidos en señal de estar desarmado pero dispuesto a recibir un disparo con tal de que ella escapara pero extrañamente ninguno atacó.
Yuki esperaba una señal de Nero para irse pero nunca llego, solo una mano extendida a Nero y una frase que nunca esperaban oír
– venimos a ayudarlos –
Brandon
ESTÁS LEYENDO
Superdotados: Los otros experimentos
Fiction généraleElizabeth, Andrew, Louis y Edgar salvaron a los huérfanos de la división, pero ellos no fueron los únicos que escaparon de ahí. Miles de sometieron a los experimentos, muchos murieron, pocos sobrevivieron Ahora Yuki, Brandon, Yahir, Úrsula, Nero...