cuidando tus espaldas

27 4 0
                                    


Después de un merecido descanso el par de experimentos fugitivos continuo su camino, permanecían cerca del camino para no perderse aunque cuando los autos llegaban a pasar ambos se escondían entre la vegetación.

—¿Nero a donde vamos? —

La niña ya había hecho esa pregunta varias veces y al mayor le molestaba,  no por la insistencia. Sino porque no tenía un plan mayor.

—por ahora solo hay que llegar a la ciudad más cercana, ahí podre pensar en un mejor plan—

Yuki no quería causar problemas pero le estaba dando miedo el que llevaran ya 3 días de viaje y que aun no tengan un plan más que caminar hasta desfallecer. Eso no era un plan.

Continuaron caminando hasta encontrarse con el primer cartel de bienvenida a otra ciudad.

—Nero tengo que ir al baño—

Dijo la niña mientras sujetaba la parte de abajo de su uniforme del complejo, Nero la cargo mientras seguía caminando.

—espera un poco,  solo hasta que lleguemos a una estación—

Lograron llegar a una gasolinera donde la niña pudo hacer sus necesidades mientras Nero compraba unas cosas en el autoservicio del lugar.

—parecen perdidos— dijo el cajero mientras cobraba las cosas que Nero quería pagar.

—somos huérfanos, queríamos ver a unos supuestos familiares, pero nós falta mucho por recorrer—

—entiendo,  espero lleguen a verlos—

Mientras hablaban el cajero presionaba un botón violeta por debajo del cajero,  al lado del botón se veia escrito la palabra "Alerta a La División".

Nero no era estúpido. Sabia que no era de confianza,  tomo la bolsa mientras salía a encontrarse con la niña. A quien rápidamente tomo de la mano mientras hechaba a correr y los volvía invisibles, camionetas negras no tardaron en pasar cerca de ellos aunque Nero de nuevo fue más listo y escondio a la niña.

—Bien, Yuki,  hay que ser más cuidadosos—

La niña había visto las camionetas, no iba a contradecirle. Pero ya estaban en la ciudad más cercana,  ya podían moverse más ahí.

Lejos de ahí. En una estación de autobuses

La camioneta que habían robado se había quedado sin combustible a las pocas horas de haber llegado a la otra ciudad,  aun faltaba mucho para que el grupo llegara al punto de encuentro.

—¿cuánto dinero nós queda? — pregunto Teodora.

—Hay mucho,  no parece que sea un problema por un tiempo— dijo Úrsula

—no creo que aguantemos caminando hasta allá, lo mejor es tomar un autobús. Sabemos que División jamás revisa las estaciones, solo tenemos que tener cuidado—

—¿cómo estas tan seguro de éso? Podrían empezar a buscar ahi—

—si así fuera ya hubiéramos visto alguna camioneta negra —

No discutieron más y subieron al primer autobús que tenia asientos libres. Ignorando que había una chica de cabello azul que estaba siguendolos.

El autobús se detuvo en una parada para que todos descansarán, pero el grupo no pudo hacerlo.

—alguien nós sigue — dijo Úrsula

Tal y como pensaron,  la misma chica de cabello azul los seguía.

—separence, nos vemos de regreso en el autobús — ordeno Yahir y todos tomaron caminos diferentes.

La chica de pelo azul, llamada Rachel, se vio en una encrucijada, pero no le tomo importancia pues sus ordenes eran llevarse a otros fugitivos, así que los ignoro y entro a un baño de mujeres persiguiendo a una chica de ojos celestes.

El grupo continuo divagando hasta que era hora de seguir el viaje.

—¿es buena idea hacerlo?  — pregunto Teodora — había una soldado ahí arriba,  tal vez hay más ahí arriba —

El grupo lo pensó, y prefirieron no arriesgarse saliendo de la parada de autobús, ignorando que había una chica de cabello claro llorando en el autobús y una peliazul muerta en ese mismo lugar.

Superdotados: Los otros experimentos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora