19-¿Tu otra vez?

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¿Que hiciste que?— dijo la voz de James y ambos volteamos.

Mierda.

Ee yo— tartamudeó Nick nervioso.

¿Tu eres la razón por la que Caro y yo terminamos?— James avanzó quedando cara a cara con Nick.

Yo— aclaró su voz— la amo.

La cara de James se tornó en una expresión llena de ira y desilusión, tardo en reaccionar pero cuando lo hizo levantó su puño y lo estrelló en el rostro de mi hermano.

Caroline entró a la habitación despreocupada, pero al ver la pelea de estos dos se puso blanca, corrió hacia ellos e intento separarlos.

¡Paren!— grito pero no dio caso, se montó a la espalda de James que estaba ganando la pelea, pero este pego un codazo el cual fue directo al rostro de Caroline.

Ambos se detuvieron y la miraron con cautela y preocupación, sangre empezó a deslizarse por la comisura derecha de su labio inferior.

Caroline— dijo Nick percatándose de lo que habia sucedido.

Estoy bien— dijo levantándose del suelo.

El silencio rondaba en la habitación, yo en una esquina, Caro apretando con fuerza el brazo de Nick y James en frente de ellos ni se atrevía a mirarlos.

¿Como pudieron? ¿Como?— dijo James mirándolos con los ojos cristalizados.

James— dijo mi hermano dando un paso al frente— nunca quise que las cosas fueran de esta forma, pero te soy sincero, me enamoré de ella, y no pensé que te enfadarías tanto.

Porque soy el idiota que deja pasar todo ¿No?— dijo volviéndose a Nick de mala manera.

James por favor— dije adelantándome para calmarlo.

Aléjate— dijo retrocediendo un paso y mirando para el suelo.

Sin volver a mirarnos salió de la habitación y escuchamos un portazo avisándonos que ya se había marchado.

Todos nos encontrábamos inmóviles, el silencio rondaba en mi habitación, nuestras respiraciones me ponían nerviosa.

No estuvo bien Nick— dijo Bryan.

Es verdad, James es uno de tus mejores amigos no debiste de haber hecho eso— agregó Mark pero Nick no les respondió.

Mayo y Bryan salieron del cuarto cabizbajos, quedando solo nosotros tres.

Todo esto es tu culpa— dijo Caro con los ojos vidriosos.

¡Al parecer todo es mi culpa!— grite mientras avanzaba para quedar cara a cara con ella.

Siempre lo arruinas todo, ¡Yo debí de haber sido la persona que le contase a James no tu!— grito en mi rostro.

Pues es que tú no tienes ni las agallas para hacer eso que tuve que hacerlo yo, y dices que te importa cuando cambias de chico todos los días— dije con desprecio.

Por lo menos yo no ando con los amigos de mi hermano— agregó sarcásticamente sacándome de quicio.

¡Por lo menos yo no estoy embarazada!— grite, y Caro alzo su mano y sin darme tiempo para reaccionar la estampo en mi rostro.

¡Caro cálmate!— dijo mi hermano alejándola de mi.

¡Vete! ¡Ambos váyanse de aquí!— grite mientras lloraba, ellos me miraron por última vez y se marcharon por la puerta.

Me recosté en mi cama y lloré hasta cansarme, fue una de las mejores y peores noches de mi vida.

Agarre mi celular y chequee las notificaciones, ni un solo mensaje de Zack, lo cual me dieron muchas mas ganas de llorar. Intente llamarlo pero me mandaba al buzón de voz.

Rendida, cansada y adolorida cerré los ojos y me empeñé en soñar para escaparme de la realidad horrenda que estaba viviendo.



Meses  después

Y se terminaron estas vacaciones, es hora de empezar el último año de secundaria, ¿Como están las relaciones? Pues mal, muy mal.

Con Nick apenas nos dirigimos la palabras, y no hemos vuelto a hablar sobre aquella intensa noche.

Con Caro, no nos soportamos, nunca recibí un mensaje de disculpa y yo no pensaba en mandar uno, nos cruzamos una vez en el McDonald's y me miro como si fuera inferior a ella.

Y con Zack, no hay nada que decir, nunca más lo volví a ver, desapareció de la faz de la tierra. Lo llame cincuenta veces, fui a su casa e incluso esperé una noche en su pírico esperando a que salga pero nada.

Nick ya no se habla más con ninguno de sus amigos, y el grupo que teníamos se disolvió por completo, Mark y Bryan andan juntos, James se consiguió una novia, Nick y Caro están juntos, Zack y yo solos.

Y aquí estoy yo, mirándome al espejo, con mi uniforme puesto lista para comenzar mi último año, ya paso navidad e incluso Año Nuevo, pero yo me la pase encerrada en mi cuarto comiendo y llorando por todo lo que había pasado y pensado por que Zack nunca volvió a llamarme.

Me subo al auto de mi madre y nos dirigimos hacia el colegio o como yo lo llamo la carcel.

Estaciona en la entrada y depositó un beso en la mejilla de mi madre.

Que te vaya bien hija, recuerda llámame si necesitas algo— dice mi madre mientras me bajo del auto.

Que si mamá, ya me lo dijiste un millón de veces— respondí quejosa.

Esta bien, esta bien, adiós Juliet, pórtate bien—agrego y me baje del auto.

Adiós mamá, adiós— respondí y el auto arranco.

Me volteé y admiré la imponente estructura de mi colegio o como todos solemos llamarlo la carcel.

Es inmensa, tiene cinco pisos y es de un color crema, que obviamente está casi negro por la suciedad y la vejez del edificio.

Me sumerjo por los pasillos y busco mi casillero, mi primera clase es Historia con la profesora Mara Clinton.

Cerré mi casillero y empecé a caminar hacia el salón de historia, el pasillo está repleto de gente y apreto los libros contra mi pecho. Pero entre la muchedumbre y mis dos pies izquierdos tropiezo.

Todos mis libros caen al suelo y suelto y par de ofensas mientras me dedico a juntarlas rápidamente. Unas manos empiezan a hacer lo mismo en frente de mi.

Gracias— dije aceptando mis cosas de la persona y levanto la vista, me quedo impactada— ¿Tu otra vez?— pregunto sonriente.

Hola Juliet— dice sonriente el chico de ojazos celestes.

Hola Will

Por siempre tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora