25- Respira.

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ZACK'S POV.

Sujete su cintura con ambas manos y ella rodeó mi nuca con sus brazos y entrelazó sus dedos en mi cabello jalando de el cuando mordí su labio inferior, la necesitaba.

Necesitaba sus besos otra vez, respirar ese aroma tan peculiar que tiene y verla dormir era lo más placentero y Pacífico que he hecho en mi vida, pero no puede pasar esto otra vez.

FLASHBACK.

Baje los escaleras lo más rápido que pude, pero sin antes echarle una mirada a Juliet, estaba destrozada tan frágil y vulnerable solo por mi culpa, tendría que haber pensado que llegarían tarde o temprano soy un idiota, y ahora ella es la que está sufriendo y yo el que está escapando.

Salí de la casa y dejé en el buzón una carta, que decía todas las cosas que nunca me había animado a decirle, todo lo que la quería y como ella me hacía feliz, me subí al auto y acelere lo más rápido que pude, agarre mi celular nervioso y marqué su número pero ella no respondió así que tire mi celular por la ventana de la furia que tenía y de lo cobarde que era, y acelere más y más y más hasta llegar a una parte que no conocía de la ciudad y sin darme cuenta me estampé contra un viejo auto rojo.

Mierda. Maldita noche. Esto de conducir no me va nada bien.

Una chica pelirroja bajo del auto rojo con las manos hechas puños y un atuendo bastante pecualiar acercándose hacia mi con ferocidad y la imitó y salgo del coche.

¡Eres idiota!— grito en frente de mi rostro esparciendo su saliva por toda mi cara.

¡Que no me grites!¡ Tuve una puta noche de mierda, me cagaron a golpes y me separaron del amor de mi vida así que tú no me vengas a gritar porque le hice un puto rayón a tu chatarra que llamas auto!— descargue todo lo que llevaba en mi interior, pero luego me di cuenta de que esa chica no tenía la culpa, la culpa era mía yo había chocado su auto.

¡Pues que triste! ¡Yo cuando tenía seis fui violada por mi padre luego a los once me abandonaron en la calle, a los trece me quede embarazada pero mi novio me obligó a abortar, hace meses que estoy trabando en un bar para comprarme un puto auto lo acabo de comprar y un idiota que tuvo problemitas con su novia me lo choca por distraído!— las lágrimas estallaron de sus ojos y me sentí como un idiota, en realidad soy un idiota, la miré a los ojos por unos segundos y la abracé con fuerza rodeando su espalda con mis brazos e impidiendo que respire.

Lo siento, soy un idiota— dije intentando mantenerme en pie.

FIN DEL FLASHBACK.

Lo siento— susurre en sus labios separándome de ella. Ya estaba cansado de disculparme.

¿Por que? Todo estará bien a partir de ahora te lo prometo— respondió con una sonrisa iluminando su rostro.

No puede ser, esto ya no puede ser— di un paso hacia atrás reprimiendo mis ganas de volver a besarla.

Te perdono por haber estado con otra en la fiesta, te perdono por todo solo vuelve a mi Zack por favor— en sus ojos pude ver la esperanza, la poca esperanza que le quedaba.

No, yo no puedo— me di la media vuelta y corrí como un cobarde que no se atreve a decir allí que en realidad quiere.

Volví a mi casa y me encerré en mi habitación a penas traspasé la puerta. Y los gritos de Savannah se empezaron a escuchar a medida que se acercaba.

¿Zack que ha pasado?— preguntó nerviosa golpeando la puerta para luego abrirla y observarme con cautela.

No puedo más Savannah, no puedo más— dije derrumbándome en sus brazos.

Tranquilo Zack, todo estará bien solo respira conmigo— ella me ayudo desde aquel día que choque su auto se convirtió en mi mejor amiga y yo también intenté ayudarla a ella, pero ella fue la que más hizo por mi, me dejó que viviera en su casa desde aquella noche que ya vivo aquí.

Gracias por todo, yo nunca te lo había dicho porque...— me interrumpió.

No hay nada que agradecer, desde que te encontré todo ha sido mejor, eres como mi hermano Zack— sus palabras me reconfortaron y me obligaron a ser fuerte por ella— no te martirices más, tu la amas ella te ama ¿Por que es tan complicado?

Debías de haber visto su cara esa noche, estaba destrozada por culpa mía— admití sin atreverme a mirarla a la cara.

No fue tu culpa, esa noche fue un error, no puedes volver a dejarla otra vez sola Zack— sus palabras me estaban matando— imagínate lo que debió haber sido que la misma noche en la perdieras la virginidad con el chico que amas te descubra tu hermano y no vuelvas a ver nunca más a él amor de tu vida.

Pues imagínate que pierdes a la mujer que más amas en una noche y encima te encuentras con una chica pelirroja insoportable— reí pero en segundos esa risa se volvió en un aullido de dolor cuando me pego en el hombro— mentira Savannah mentira, te adoro pequeña pelirroja.

No me cambies de tema Zack, ve por ella no la vuelvas a perder— me levante de golpe y corrí hacia la puerta pero me giré sobre mis pies antes de salir.

Te adoro pequeña pelirroja— ella sonrió y yo salí disparado en busca de esa chica que amaba con todo mi corazón.

Corrí por minutos hasta que llegue a su casa y golpeé la puerta exhausto. Estaba decidido iba a volver con ella, eso era lo único que me importaba.

Una cara familiar me abrió la puerta y por unos segundos olvidé como respirar, mis músculos se tensaron y la furia invadió hasta los sitios más recognitos de mi cuerpo.

Zack— hablo Nick, pero le interrumpí.

¿Donde está Juliet?— pregunte rápidamente con la esperanza de que bajara las escaleras.

No lo sé— dijo encogiéndose de hombros, esto es raro, cuando Juliet está triste siempre vuelve a su casa y se encierra en su habitación.

Agarre mi móvil y marque su número con la esperanza de que atendiera y me maldijera con todas las palabrotas que se pueden encontrar en un diccionario pero no lo hizo.

¿Quieres pasar?— lo miré a los ojos y asentí para adentrarme en la casa— ¿Juliet está bien?

Eso espero— Caroline apareció con una panza inmensa bajando las escaleras rápidamente.

Ambos la ignoramos y empezamos a llamar al número del móvil de Juliet, pero seguía sin responder, mi cabeza empezó a formular millones de escenarios en los que ella era la protagonista.

Nick— susurro Caroline pero la ignoramos— Nick.

Ahora no Caroline— respondió sin darle importancia.

¡Nick!— grito tan fuerte que juro que me dejó sordo, ambos la miramos confundidos y ella señaló a la televisión, estaban pasando las noticias, había una chica en la cima de un edificio, intentando suicidarse.

Mi móvil cayó al suelo y mi cuerpo se paralizó.

Es Juliet.

Por siempre tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora