23- Tener el control.

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Día de escuela, acorte la pollera la cual me queda dos dedos debajo del trasero y me puse una remera mas chica de lo normal.

Me pinte los ojos y puse un poco de brillo labial en mis labios.

Perfecta. Baje las escaleras y salí por la puerta de mi casa, llegue al instituto caminando y fui directo a donde necesitaba, directo a Will.

Lo vi cerrar su casillero y me coloqué detrás de él y le tapé los ojos, se veía muy guapo justo lo que necesitaba.

Adivino— dijo Will— la chica que me dejó plantado.

Ouch.

Te puedo recompensar— dije dándole la vuelta y jalándolo de la corbata, lo arrastre hacia el armario del conserje donde una luz lúgubre iluminaba el lugar.

¿Que hacem...?— lo calle de un beso, un beso lleno de pasión, lujuria y deseo.

Agarre la mano de Will que reposaba en mi cintura y la baje hasta mi trasero, amo tener el control de estas situaciones.

Me saque la remera y la pollera en segundos, él aún seguí completamente vestido así se mis manos lo obligaron a sacarse la remera revelando seis abdominales perfectamente marcados.

Pero ese no era mi objetivo, empecé a desabrochar su cinturón y deje que sus pantalones calleran al suelo, y con ellos sus boxers.

Me agache y empecé a hacer lo mío.

Will se estremeció ante mi acción y tardo varios segundos en responder ante Esta pero finalmente dijo algo.

¡Mierda Juliet!— grito excitado lo cual me encanto, lo tenia en la palma de mi mano.

Me pare y lo volví a besar desaforadamente, que chico tan guapo, y todo para mi, me separé de él y empecé a atacar su cuello con mis besos hasta que llegue a su lóbulo y lo besé con pasion.

Follame Will, aquí y ahora— el enredo mis piernas en su cadera y obedeció a mi peticion, tuve que taparme la boca por los ruidos que estaba haciendo.

Amo ser una perra.

Una vez que terminamos salimos de el armario y yo sin siquiera mirarlo me dirigí al baño rápidamente, no quería hablarle tañ vez quería repetirlo pero no quiero ningún tipo de relación.

Una vez dentro del baño saque de mi mochila una pastilla y ya se deben de imaginar porque, no usamos protección. Así que destape mi botella de agua y trague la pastilla.

Miré mi celular y vi que habíamos estado una hora entera en el armario lo que significa que nos habíamos perdido historia y ahora tenemos educación física con el sexy profesor John O' Donnel.

Perfecto.

Me puse mi uniforme de gimnasia el cual me quedaba sumamente apretado, los shorts se pegaban a mi trastero como una segunda piel y la remera resaltaba mis pechos.

Empecé a caminar por los pasillos vacíos hacia el gimnasio, mi cabello estaba suelto y tenía un poco de mascara de pestañas para resaltar mis ojos, llegue a la puerta del gimnasio y la abrí encontrándome con que hoy teníamos la clase mixta varones y mujeres, aún mejor.

Todos los ojos se posaron en mi y un silencio tremendo se ocasionó en el gimnasio caminé segura y sin mirar para el costado.

¿Necesitan algo?— grite cruzada de brazos y mirando expectante a todos, los cuales al oírme siguieron charlando y demás.

La clase transcurrió normalmente, y cuando finalizo me quede esperando a que todos se fueran, exceptuando el profesor.

Una vez que ya no quedaba nadie excepto nosotros dos, me acerqué a su oficina y golpeé dos veces.

Pase— respondió una voz masculina así que abrí la puerta y pude ver como el profesor no despegaba la mirada de un montón de papeles.

¿Necesitas algo Juliet?— preguntó alzando la mirada y sonriendo de esa manera tan jodidamente sexy.

Quiero entrar al grupo de porristas, pero para eso me han dicho que debo de abrirme de piernas— menti— ¿Podría usted ayudarme, profe?

Por supuesto siéntate en el suelo— obedecí— abrete lo más que puedas.

En realidad yo podía abrirme de piernas con total facilidad pero bueno necesitaba una excusa.

Duele profesor— dije mientras el me empujaba la espalda haciéndome llegar hasta el suelo.

Solté un gemido sabiendo que esa es la perdición de todo hombre, saber que nos estamos deleitando de placer por ellos.

Luego nos sentamos frente a frente, yo me recosté y el con sus manos en mis muslos intentaba abrirme lo más que pudiera.

Me senté nuevamente y agarre una de sus manos, el me miro confundido y sonrosado.

A la mierda las porristas— me arrojé encime de el y empecé a besarlo desaforadamente, el profe tardo en reaccionar pero finalmente lo hizo y me correspondió el beso.

O eso fue lo que quería que hubiera pasado, pero no fue así.

¡¿Que haces?!— preguntó apartándose de mí y poniéndose de pie rápidamente.

Yo creí que usted quería— respondí con la voz quebrada.

Eres una alumna Juliet— replicó furiosa intentando contenerse— eres menor de edad, no puedes andar besando a profesores de esa forma.

Disculpe yo no estaba pensando bien— no decaigas ante el rechazo Juliet no otra vez.

Pues fue muy tonto e infantil de su parte señorita— mi cabeza empezó a doler— nunca jamás vuelvas a intentar eso con ningún otro profesor— un nudo en mi garganta se formó— deberé de infórmale al director de la escuela lo que sucedió esta tarde— y mi cerebro ya no aguanto más, alce la vista y con dificultad me trague el nudo de la garganta y me acerqué haci el furiosa.

Si usted llega a hacer eso juro que...— mi boca no podía recitar las palabras amenazantes que mi mente inventaba— usted no va a hacer eso.

¿Y por qué no?— preguntó desafiante.

John O' Donnel— recite— expulsado de su antiguo trabajo en la escuela Santa María, acusado de que abuso sexualmente de una alumna de tercer año— la cara del profesor se tornó blanca— sin embargo si esto hubiera estado en su expediente la escuela no lo huebiera contratado ni siqueira hubiera aceptado una entrevista con usted, por eso lo que usted hizo profesor O'Donnel es ilegal, usted ocultó datos importantes e indispensables para la seguridad de los estudiantes en esta escuela— mi cabeza está doliendo y mi lengua parece haberse candado de decir esas palabras tan rapido.

¿Como sabes eso?— tartamudeo paralizado en su lugar.

Estás parado en frente de la hija de los dos abogados más prestigiosos y adorados del país, no fue para nada difícil encontrar esta información pues al parecer los docentes de esta escuela lo saben lo que es Google y con tan solo teclear su nombre todo su expediente e información salió a la luz— Amo tener el control— así que si usted abre la boca no solo revelare esta información si no también dire que abuso de mi.

Creo que me estoy pasando, miento no creo, definitivamente me estoy pasando.

Agarre mi mochila y salí de la oficina no sin antes echarle una mirada amenazante a el profesor de gimnasia.

Necesito unos tragos y los necesito ahora.

Por siempre tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora