Kyungsoo sentía su pecho apretado pero tenía una ansiedad muy fuerte por tocar los labios del moreno que dormía plácidamente. Se detuvo por sólo milímetros y cerró sus ojos, antes de que llegara a pensar o decir algo sintió unas manos pasar por su cabeza entrelazándose y jugueteando con su cabello y a la vez un beso apasionado que el respondió cariñosamente. Fue hermoso ese pequeño momento y al separarse un poco los dos abrieron sus ojos lentamente.
— ¿Hyung, me deseas? — dijo Kai con un sonrisa deseosa.
— Jongin... — Antes de que pudiera responder el menor atrapó sus labios con otro beso aun más apasionado que el anterior y entre pequeños respiros Kai continuó hablando.
— ¿Cierto que si? — besó una y otra vez. — ¿Cierto que me deseas Kyungsoo hyung?
El mayor no sabía cómo reaccionar y ni siquiera sabía que responder pero entre más fluido el beso, más se dejaba llevar por todo lo que estaba sintiendo, hasta que abrió los ojos y se separó rápidamente de Jongin.
— Esto esta mal. — dijo él poniendo sus manos en el rostro y refregándolas con desesperación.
— ¿Qué está mal, hyung? ¿Que nos amemos? ¡Soy un humano! Ahora puedo darte más amor. — Se alteró.
— No puedo estar contigo Jongin. ¿Qué nos dirá la gente si nos ve? ¿Nuestros vecinos? ¡ahh! no, esto es un desastre.
Kai solo lo quedó mirando, a la vez se frustaba, miraba para todos lados y no sabía que decir.
— Hyung, a mí no me importa lo que digan los demás, con tal de estar contigo. Eres mi dueño, yo te quiero a ti Kyungsoo, ¿Por qué no puedes sentir lo mismo?.
Al escuchar esto Kyungsoo levantó la vista y observó a Jongin detalladamente, lo miró a los ojos y no pudo evitar perderse en ellos.
— ¿Kai, de verdad no te importa nada más? — dijo el mayor tomándole las manos.
— De verdad, no me importa, yo quiero estar contigo y hacerte feliz.
Kyungsoo lo quedó mirando con una leve sonrisa y lo abrazó muy fuertemente.
— Te prometo que me acostumbraré a tu nueva forma y que te amaré.
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Minino Kai ©
Fiksi PenggemarKyungsoo vive solo, acababa de adoptar un gato. Su soledad era un constante problema. Un día deseó que aquel felino fuera el humano que lo acompañase.