Capítulo 4. Malas decisiones.

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ㅡ ¡Te dije que no pusieras tu maldita esponja aquí. Está sucia y sólo haces de esto más difícil!

ㅡ ¡Y yo te dije que dejaras de decirme qué o no hacer, no eres mi jefe!

Dos horas. Dos horas en el mismo lugar tratando de acabar lo más rápido posible.

Era un infierno el tener a estos dos tratando de limpiar el último bote del Oso.
Uno de los trabajos más sencillos no podía ser concluido por el par de calamares peleoneros.

ㅡ ¡Ah, joder. Eres irritante!ㅡ Exclamó Bruno con mucho enojo. Incluso terminó por lanzar los primero que vio hacía André; un inofensivo salvavidas.

Fue una suerte el que André fuera lo bastante veloz para esquivar tal gracioso ataque.
Después de todo, la puntería de Bruno no era tan buena.

ㅡ ¿Y eso? ¿Se supone que debió darme? ¡Jaja, que pésima puntería tienes. Hasta un pez ciego podría hacerlo mejor que tu!

Este tipo de libertades y *confianza* en sus palabras estaba alcanzando un punto crítico. A este paso podrían hasta salir heridos por cualquier cosa.

ㅡ ¡Sólo ponte a limpiar de una maldita vez para largarme de aquí. Verte me desespera!ㅡ Exclamó el Inkling verde. Dio un paso adelante con el puño levantado, parecía querer intimidar al otro.

ㅡ ¿Planeas golpearme? ¡Ya veo, cobarde. Meterte con alguien mucho más débil y bajo es injusto!

Bruno sonrió. Era una sonrisa demasiado terrorífica.

ㅡ Eso debiste hacer pensado antes de empujarme en el vestíbulo y al agua. Tú deberías ser justo aquí.ㅡ Se acercó más, esta vez un poco más rápido.

André tragó pesado, posicionando los puños para cubrir cualquier ataque. No era común el que peleara, pero los típicos eventos entre él y su hermano que normalmente acababan en peleas será suficiente para ayudar un poco.

Justo como pensó. Bruno había salido abalanzado sobre el pequeño calamar. Un puñetazo directo al ojo, ganando un grito agudo de dolor por parte del moreno.

El francotirador no se quedaría sin hacer nada.
Incluso al estar tratando de aguantar las lágrimas que estaban a punto de caer, fue bastante ágil como para tomar la camisa de Bruno y traerlo abajo.

Casi como lo sucedido con Ying, André trajo su brazo completo alrededor de Bruno sólo para colgarse de este. Sus piernas por igual terminaron por rodear las caderas del chico.

Era lo único que podía hacer. Al menos para sólo recibir golpes en la espalda y uno que otro en la cabeza.

ㅡ ¡Bájate idiota!ㅡ Gritó Bruno molesto. Su mano libre enterraba las uñas a propósito en los brazos del menor para provocar más daño.

André se aferraba más, abriendo ahora la boca para morder violentamente el hombro del Rodillo. Sentía sus filosos colmillos hundirse en la piel, hasta el punto de sentir cierto líquido salir.

Podría arrancar hasta un pedazo si así lo propusiera.

ㅡ  ¡K-Kgh-! ¿¡En serio, morder!? ¡Maldito marica!ㅡ Exclamó Bruno por última vez antes de levantarse abruptamente.

Fue tan rápido que hizo que André cayera con fuerza al no poder aferrarse a este.
Estaba tan confiado de tenerlo contra el suelo que le parecía sencillo estar colgado.

El moreno gimió en dolor, cubriéndose la zona afectada de la cara por el puñetazo antes de levantar la mirada y ver el Inkling veterano.

Sí, André estaba llorando. Sus pupilas dilatadas demostraban furia.
Su cuerpo temblaba en plena adrenalina.

Eternos Rivales (Splatoon).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora