Eternos Rivales (Splatoon).

Capítulo 10. Gracias.

**No me salía la portada como quería. Igual se ve muy bonita así sin editar. El dibujo pertenece a  BluMasquerade. Es muy hermoso, por cierto. Queda excelente para la historia.**

**Perdón por tardar mil años en actualizar, ¿Meper d0nan?**

No olvidarían esa noche que pasaron bailando juntos.

Claro que no; fue y es un bonito recuerdo que se llevaron camino a casa, especialmente hablando de Bruno.

¿Por qué así?
El regreso a casa siempre fue un problema para él cuando se habla de ir acompañado de alguien. De alguna u otra forma, el viaje lo hacía sentir mal. Era difícil siquiera disfrutar de la ida a casa por el hecho de no tener de nadie acompañándole. Además, no es como si los días que transcurrían le hubiesen dado un buen sabor de boca, implicando también que con anterioridad su primer encuentro con el francotirador no salió del todo bien.

Ahora fue distinto. Fue el sentimiento más agradable en pocas palabras.

Irónicamente, el viaje solitario ni siquiera se sintió de esa forma; tenía presente el momento en que André y él habían comenzado a bailar sin preocupaciones de ser atrapados por alguien.

Casi fue de madrugada cuando este decidió irse. Insistió en acompañar al enano a casa, pero este de la manera más amable rechazó con algo de pena ya que su madre suele recogerlo hasta tarde durante este tipo de festivales tan importantes. No le molestó a Bruno para nada el que hubiese negado la sugerencia puesto que había olvidado por completo que André no vivía solo.

Suspiraba feliz durante el recorrida, sonriendo de vez en cuando, incluso riendo al recordar cuando este lo levantó del suelo para que bailara.

Y...

Jamás lo soltó. Fue ahí cuando decidió observarlo y darle un poco de su atención; De verdad estos habían bailado casi la duración completa del festival, sin olvidar el punto que más sobresalía del recuerdo; tomarse de la mano.

No recuerda en ningún momento haberla soltado. Ni siquiera había pasado por su cabeza retirar su mano. Podría decirse que la manera en que entrelazaban sus dedos fue la cosa más adorable de todas. Juraba que su mano era muchísimo más grande que la del moreno.
Era tanto así, que difícilmente André pudiese haber zafado esta, sin embargo, apretaba fuerte para no alejarse del usuario veterano.

- Enano tonto... - Dijo el calamar del rodillo bajo su aliento. Eso sí, no lo decía para parecer un grosero, sino más como burla piadosa.

Intercambiaron números telefónicos; también usuarios en sus redes sociales. Fue una charla que avanzó con naturalidad así sin más.

...Números telefónicos, ¿De verdad eso hicieron?

En ese instante Bruno se percató del mensaje enviado al chico. Hace unos segundos no parecía importarle molestar o sentir comodidad a lado del chico; ahora sintió el corazón hasta el suelo y la sangre helada al ver no una burbuja, sino dos plasmadas en la pantalla de su teléfono móvil.

"Hola buenas noches em madrugas"

Eso no fue lo peor.

"Quieres salir mañana?"

Qué pregunta tan directa.
Asqueaba el sentir de vergüenza en él. Sabía que sentirse emocionado era una cosa, y creer que André sintiese lo mismo era otra; quedó en estado de shock al leer la propuesta una y otra vez.

Sólo 1 minuto había pasado. Parecía una eternidad.

— No va a leerlo. . . Es bastante tarde. — Pensaba.